La justicia frena la elección de un nuevo mayor de los Mossos y pone en duda la elección de Sallent
El juzgado de lo contencioso administrativo acepta las medidas cautelares del sindicato SAP-FEPOL
BarcelonaGiro de guión en la elección, que hasta ahora no se ha librado de polémicas, de un nuevo mayor de los Mossos d'Esquadra, el máximo rango de la policía catalana. El juzgado contencioso administrativo número 8 de Barcelona ha detenido este proceso de selección, que ya estaba en la recta final después de que el director de la policía, Pere Ferrer, escogiera la actual cabeza del cuerpo, el comisario Eduard Sallent, como candidato a ser el nuevo mayor. Solo faltaba que Sallent completara un curso para ser nombrado, pero la justicia ha aceptado las medidas cautelares que había pedido el Sindicato Autónomo de Policía (SAP-FEPOL) en su demanda contra la convocatoria. De este modo, sin pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, los juzgados han detenido el proceso en un auto al que ha tenido acceso el ARA. El departamento de Interior ya ha anunciado que presentará un recurso de apelación.
Este movimiento deja en un punto muerto la elección de Sallent. Ahora mismo en los Mossos sólo hay un mayor en activo: Josep Lluís Trapero, que no ejerce funciones de jefe del cuerpo después de que fuera apartado del cargo en el 2021. La apertura de una nueva plaza generó tensiones internas, en un cuerpo policial con unos conflictos cronificados desde hace años. El momento escogido aún generó más polémica: aunque Interior llevaba meses preparandolo, el anuncio coincidió con la convocatoria de elecciones anticipadas y la elección de Sallent como candidato se produjo dos días antes de los comicios. En la convocatoria se presentaron Sallent y la comisaria Alícia Moriana, que también llevó el proceso de selección a los tribunales. Sin embargo, en su caso no le aceptaron las medidas cautelares y la elección de Sallent salió adelante.
Los argumentos de Moriana no divergen mucho de los esgrimidos por los sindicatos policiales. Concretamente, la comisaria denunciaba que tanto ella como Sallent debían someterse a una entrevista de Pere Ferrer que no estaba regulada por las bases de la oposición. Interior respondió a esta demanda diciendo que era una iniciativa del director de la policía para conocer mejor a los candidatos. A su vez, SAP-FEPOL y el Sindicato de Mossos d'Esquadra (SME-FEPOL), que son los mayoritarios, también llevaron la nueva plaza a los tribunales poniendo el foco en las bases.
Lo hicieron poco después de que la plaza se convocara oficialmente y criticaban que el único requisito para optar fuera presentar la solicitud dentro del plazo estipulado y que no se indicara la "necesidad" de aportar ningún currículum ni de realizar ninguna prueba o entrevista. Por eso opinaban que las bases no permitían hacer "un juicio razonado para escoger la mejor de las opciones". Las tres organizaciones afirmaron que la oposición estaba "hecha a medida" para que se presentara una única persona. En un inicio, el juzgado no aceptó las medidas cautelarísimas de suspensión del proceso, pero ahora sí que ha aceptado las cautelares
Argumentos
La resolución, de seis páginas, en ningún momento entra a valorar las bases del concurso y se limita a decir que si no aceptara ahora las cautelares, el proceso continuara y una sentencia la acabara deteniendo, ya no habría vuelta atrás porque ya es habría nombrado un nuevo mayor. "Si se dicta una sentencia estimatoria, el proceso no podrá retrotraerse para hacer efectivo el derecho después de la sentencia, y si se hiciera, los perjuicios serían enormes, tanto para la administración como para terceros, ya que se debería nombrado un comisario de forma nula y se le habría abonado un salario que no le correspondería", se afirma en el auto. En la misma resolución el juzgado avala que ambos sindicatos policiales tengan legitimidad para presentar la demanda.
En la plaza de mayor se pueden presentar todos los comisarios y todo el mundo daba por hecho que Sallent se presentaría, como acabó pasando. De hecho, Interior abrió la plaza pensando especialmente en él y para solucionar la actual anomalía jerárquica de que el único mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, no sea ninguno del cuerpo. Lo que no pensaba es que la comisaria Moriana diera el paso y se acabara presentando. Sea como fuere, el proceso fue avanzando y ahora ya se encontraba en la recta final. Sallent tenía que completar un curso, unas prácticas en el extranjero y después ya podía ser nombrado. Ahora todo está en entredicho.