La Fiscalía pide inhabilitar a Vergés y Argimon para "discriminar" a policías y guardias civiles en la vacunación contra la cóvida
La acusación pública reclama que los gestores de la pandemia no puedan desempeñar cargos públicos durante 12 años
BarcelonaLa Fiscalía acusa a los exaltos cargos del departamento de Salut de "discriminar" a los policías nacionales y guardias civiles destinados a Catalunya por haberlos vacunado contra la cóvida mucho más tarde que los mossos d'esquadra. Los hechos se remontan a marzo del 2021, cuando Alba Vergés era consejera. También están acusados el entonces director general del Instituto Catalán de Salud (ICS), que fue consejero más tarde–; de inhabilitación para ejercer cualquier cargo público.
El escrito de acusación, que ha podido consultar el ARA, apunta que el departamento "paralizó" la vacunación a los agentes y no les priorizó por delante de la población general, como sí había hecho con otros cuerpos de emergencia. civiles destinados a Catalunya y del 3,6% entre los policías nacionales, mientras que en el cuerpo de Mossos ya habían recibido la vacuna el 77% de los agentes. al 9 de febrero de 2021, cuando el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó priorizar la vacunación con AstraZeneca a algunos grupos profesionales, entre los que se encontraban los cuerpos policiales. delegados de la Policía Nacional y la Guardia Civil para organizar la vacunación a los agentes. las vacunaciones programadas con AstraZeneca porque se habían detectado casos de trombosis, algunos incluso mortales. Esto hizo que ese mismo día la vacunación a los policías quedara anulada "hasta que se dispusiera de vacunas suficientes"
Unos días después, el 22 de marzo, el propio Consell estableció que podía volver a administrarse esta vacuna y que a partir de entonces la franja de edad que podría recibirla sería la de entre 60 y 65 años. En ese momento, apunta el fiscal, la tasa de vacunación entre los policías nacionales y los guardias civiles ya era muy distinta a la de otros cuerpos de emergencias.
Pese a estos datos, dice la acusación pública, la cúpula de Salut decidió que "se priorizaría, desde entonces, la vacunación a las personas de entre 60 y 65 años, en detrimento de estos funcionarios, salvo si tenían edades comprendidas en este margen". El fiscal reprocha que "los acusados eran plenamente conscientes de que con esta decisión se estaban discriminando, de hecho, a los policías de los cuerpos estatales, que se quedaban sin vacunar, desprotegidos ante el virus, mientras la mayoría del resto de cuerpos policiales, locales o autonómicos ya estaban protegidos".
Esta causa parte de la denuncia de los sindicatos Jupol y Jucil, que son acusación popular y piden una condena de tres años de cárcel y otros 15 de inhabilitación. Al margen de la causa penal que se juzgará en la Audiencia de Barcelona, los sindicatos también abrieron un procedimiento contencioso contra ese plan de vacunación. Su demanda hizo que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) aceptara la medida cautelar que pedían y ordenara a Salut vacunar a los agentes en un máximo de diez días. El tribunal también condenó por la vía contenciosa al Gobierno por haberlos "discriminado".