BARÇA

El insaciable Leo Messi

El argentino suma 600 goles en 14 temporadas y tiene entre ceja y ceja la Champions

Martí Molina
3 min
Messi celebrant el gol contra el Llevant que va donar la Lliga al Barça pocs dies abans de rebre el Liverpool.

BarcelonaEn mayo de 2010, durante la celebración de la Liga, Pep Guardiola lanzó un reto al Camp Nou. “Os deben una, y estos no fallan”. El entrenador se refería a la Champions, de la que el Barça había caído eliminado pocos días antes con el Inter de Milán. Un año después, en 2011, la orejuda estaba en el museo azulgrana. Aquella vez el líder del equipo era el entrenador. Este 2019 quien corta el bacalao es Leo Messi: en agosto pasado el flamante primer capitán hablaba de volver a llevar al estadio aquella copa “tan linda y deseada”. Quedan dos partidos para saber si la Copa de Europa volverá a ser del Barça. Pero, al menos, la oportunidad de estar en una nueva final está más cerca que nunca.

La exhibición del delantero argentino en el Barça-Liverpool (3-0) es una más de las que acumula esta temporada el capitán azulgrana, casi siempre con la Champions de protagonista. Los dos goles, uno de ellos magistral de falta directa, han hecho que Messi ya sume 600 dianas en el primer equipo. Curiosamente marcó el primero el 1 de mayo de 2005; el 1 de mayo de 2019, 14 años después, ha llegado a una nueva cifra redonda. Y la suma continúa. La proyección anotadora de Messi no disminuye. Por décima temporada consecutiva ha superado la barrera de los 40 goles. Y eso que ha entrado en numerosas rotaciones del entrenador y que estuvo tres semanas KO a causa de una fractura de mano.

Obsesión por la Champions

Desde el vestuario aseguraban, ya en agosto, cuando hizo aquella declaración en el partido del Gamper, que “no había sido un brindis al sol”, sino que ganar la Champions era su objetivo prioritario, más incluso que la Liga —título que ya está en el bote—. Messi ya tiene cuatro en su palmarés (2005, 2009, 2011 y 2015) y ahora busca la quinta, la primera que ganaría como primer capitán. “Lleva pensando en ella toda la temporada, es su objetivo y la quiere ganar sí o sí”, añaden desde Sant Joan Despí. Un título que muy probablemente iría acompañado del Balón de Oro al mejor jugador del año. Sería el sexto, uno más que los cinco que tienen tanto él como Cristiano Ronaldo.

Con fama de ser un jugador arisco con la prensa y poco amante de las declaraciones públicas —“A mí me gustan poco los periodistas, pero a Messi todavía menos”, decía el exazulgrana Mascherano antes de una entrevista—, el año en el que se ha puesto el brazalete de capitán parece que todo ha cambiado como un calcetín. Cuando habla no recurre a los tópicos, sino que se moja para dar su opinión sincera. Y atiende a los medios con regularidad, sobre todo después de los partidos europeos. Enchufado a la Champions, Messi ha castigado especialmente a los rivales ingleses. A los seis grandes clubes de la Premier (Arsenal, Chelsea, Liverpool, City, United y Tottenham) les ha marcado 26 goles. Sólo Agüero (43) y Vardy (31) han marcado más goles que él, pero jugando también los partidos de liga.

Un Messi más maduro

Messi, estrella del Barça y líder en el césped, ha pasado a ejercer también de líder cuando la pelota no está en juego. Como con el reto de volver a ganar la Champions, o como cuando exige al público del Camp Nou que no silbe a Coutinho: “Es feo hacerlo a uno de los nuestros. Ahora no es el momento. Tenemos que ir juntos para ganar las tres finales que nos quedan”, decía el miércoles. Se refería a la vuelta de semifinales de la Champions, a la final —si se llega— en el Wanda Metropolitano y a la final de Copa contra el Valencia.

Una competición, la Copa, en la que se llegó a la final después de levantar un 2-0 en contra del Sevilla en el Camp Nou. Un día antes, Messi ya había hecho un llamamiento a la afición a través de los micrófonos de RAC1 para que los aficionados fueran al estadio porque habría jarana. Dicho y hecho: el Barça remontó en los cuartos de final y se impuso por un contundente 6 a 1.

No son sólo los goles. “Es la referencia del equipo, quien marca el ritmo y quien organiza el ataque. Y alguien que normalmente acierta”, lo alababa el entrenador, Ernesto Valverde, que esta temporada lo ha dosificado más que nunca: del 84% del curso pasado al 74% actualmente, 10 puntos porcentuales menos. Eso le ha permitido hacer esfuerzos como en el partido contra el Liverpool. El sábado, en Vigo, volverá a descansar para poder estar al 100% en Anfield Road. “Cuando empieza a correr, el resto vamos detrás”, remataba Rakitic. Messi marca el camino y en el museo ya empiezan a tomar medidas para ver dónde pondrán la sexta Champions.

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