Violencia de género

Crítica unánime del CGPJ a la ley del "solo sí es sí"

Podemos defiende el texto y el PSOE lo quiere reformular

Centenares de personas en una manifestación en Vitoria en contra de la sentencia de la Mandada. DAVID AGUILAR / EFE

MadridA las puertas del 8-M y de un acuerdo inminente para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el órgano de gobierno de los jueces –en funciones desde hace más de dos años– ha aprobado por unanimidad un duro informe contra la ley de libertad sexual del gobierno español. Conocida como la ley del "solo sí es sí", porque define por primera vez el consentimiento sexual y elimina el delito de abuso sexual, que queda absorbido en el de agresión sexual, el consejo de ministros aprobó justo hace un año –también a las puertas del Día de la Mujer– el anteproyecto, que todavía no ha llegado al Congreso. Entonces ya fue en medio de reproches entre Podemos, que ha impulsado la norma desde el ministerio de Igualdad, y el PSOE, y que ahora se vuelven a poner de manifiesto. El informe es preceptivo pero no vinculante, y el CGPJ acumula un historial de rechazo a leyes que han sido claves para avanzar en materia de derechos.

El dictamen del órgano de gobierno de los jueces censura justamente los dos ejes fundamentales de la ley. En primer lugar, ataca la definición de consentimiento sexual. Considera “innecesario” establecer el sólo sí es sí, es decir, la reforma en el Código Penal para incluir que “se entenderá que no hay consentimiento cuando la víctima no haya manifestado libremente actos exteriores, concluyentes e inequívocos de acuerdo con las circunstancias concurrentes su voluntad expresa de participar en el acto”. Según los jueces, el Código Penal actualmente ya tiene en cuenta la falta de consentimiento para sancionar los delitos contra la libertad sexual. Pero, además, sostienen que tratándose de una definición que no concreta qué es consentimiento, sino qué es que no haya, consideran que se está “desplazando” la carga de buscar pruebas de la víctima al acusado. Y, según su parecer, es siempre la acusación, quien denuncia, quien tiene que demostrar con pruebas que se cometió el delito.

En segundo lugar, el informe cuestiona la eliminación del delito de abusos. Hay que tener en cuenta que el ministerio de Igualdad impulsó la ley justo en el contexto de las primeras dos sentencias a la Mandada, que tanto la Audiencia Provincial de Navarra como el Tribunal Superior de Justicia de Navarra condenó por abuso porque consideraban que no hubo violencia ni intimidación. Después el Supremo elevó la pena: la consideró una agresión y no un abuso. Según el tribunal, actuaron con "pleno conocimiento" de que la víctima no les había dado consentimiento. Ahora el informe del CGPJ avala que se unifiquen todos los delitos bajo una sola denominación, pero que se tendría que mantener igualmente una distinción entre las conductas que actualmente se consideran agresión –con violencia– y las que se consideran un abuso –sin violencia–.

Una dictamen “regresivo”

El ministerio de Igualdad ha calificado de “regresivo” el informe y ha reivindicado que el informe de la Fiscalía fue favorable. La delegada del gobierno español contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha avisado que “la obligación” del ejecutivo era sacar adelante la ley. En cambio, la ministra de Defensa, la ex juez Margarita Robles (PSOE), ha pedido “humildad” para adaptar los textos con “deficiencias jurídicas”. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha respondido en Twitter con un rotundo “solo sí es sí” y asegurando que "será ley".

El precedente del matrimonio homosexual

Si fuese por el CGPJ, algunas de les leyes fundamentales en cuestión de derechos en España nunca habrían salido adelante. El 2005 ya votó en contra de la ley del matrimonio homosexual: en el borrador del informe llegó a comparar la unión gay con la de "un hombre con un caballo". Un año antes también había criticado la ley contra la violencia de género con un argumento que hoy blande Vox: "No se puede regular solo la violencia contra la mujer y se tendría que llegar a todos los ámbitos de la violencia doméstica".

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