Luz verde a convertir una parroquia en un centro de investigación sanitaria en Barcelona
El arzobispado ya tiene el aval del Vaticano para desacralizar Sant Isidor para que el edificio se pueda convertir en un referente de innovación en tecnología de la salud
BarcelonaEl Vaticano ha dado el visto bueno a la operación que negocian desde hace semanas el arzobispado de Barcelona y el Hospital Clínic y ha autorizado a desacralizar la parroquia de Sant Isidor, en la calle Urgell, para poderla convertir, como avanzó este diario, en un nuevo centro de investigación para innovar en tecnología sanitaria. La autorización llegó justo el viernes y era el último flequillo pendiente antes de poder dar luz verde a la operación. El Clínic se quedará los terrenos en derecho de superficie durante 75 años y abonará un canon anual –no se ha precisado la cantidad– al arzobispado para poder convertir el espacio en el Centro de Innovación en Tecnología Sanitaria (Clinical Advanced Technologies Institute, CATE). Una nueva equipación que impulsa conjuntamente con el centro tecnológico Leitat y que se pretende que acoja centros de investigación y desarrollo de grandes compañías referentes del sector sanitario y tecnológico. El proyecto supone una inversión de 21,7 millones en el edificio y 32 millones más en equipaciones, que se espera que provengan de los fondos europeos de recuperación, según ha detallado el hospital.
"Por primera vez haremos I+D de la maquinaria de salud en Catalunya", asegura Joan Parra, CEO de Leitat, que detalla que el proyecto tiene una rama enfocada al covid, que buscará innovar en el diagnóstico y el tratamiento asistencial del virus, y otra que no se ciñe al coronavirus y que tiene una visión más amplia. La razón de ser del nuevo centro es innovar en sistemas de tratamiento de imagen, inteligencia artificial y robótica. Se calcula que cuando esté en pleno rendimiento ocupará a unos 600 investigadores de manera fija. La idea es ponerlo en marcha ya este año aunque no sea en sus instalaciones definitivas.
La operación implica una transformación urbanística importante porque actualmente la parroquia es un bloque de tres plantas y el nuevo edificio que se proyecta, de unos 8.000 metros cuadrados, tendrá ocho y dos subterráneas, cosa que ya ha puesto en guardia a parte del vecindario. Y supone, también, cambios organizativos: la vecina parroquia de Sant Josep Oriol, en la calle Villarroel, a cinco calles de distancia, acogerá ahora a la comunidad parroquial de Sant Isidor. La acción social que se hacía en la parroquia, donde había un local de Cáritas, se trasladará progresivamente a otras iglesias del mismo distrito, y las entidades que hacían uso de los locales, como el Esplai Santo Isidor, también se trasladarán.
El Clinical Advanced Technologies Institute contará también con la participación de la Universitat de Barcelona (UB), l'Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona (HSJD) y el IDIBAPS, y entre sus grandes objetivos está potenciar el conocimiento tecnológico y transferible en tecnología sanitaria, y vincularlo con el sector industrial. “Tiene que ser una gran oportunidad para coordinar proyectos entre multinacionales, empresas locales y emprendimiento para generar tecnología conjunta y nuevos modelos de negocio con financiación privada, que puedan apoyar también a start-ups y potenciar las pymes locales”, defiende Josep M. Campistol, director general del Hospital Clínic, que elogia, también, que se haya podido encontrar un espacio tan próximo al hospital para acoger este nuevo centro.
Ampliación pendiente
El Clínic, de hecho, está inmerso en el proceso de negociación para definir el emplazamiento que acoja su ampliación pendiente, y la prioridad del centro es que el espacio elegido esté tan cerca como se pueda del edificio actual y de la Facultad de Medicina. Por eso siempre ha situado el recinto de la Escuela Industrial como la mejor opción. El Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, sin embargo, rechazan la idea de hacer un gran edificio nuevo en el recinto y han creado una comisión de trabajo para explorar alternativas y tener un veredicto antes del verano.
¿Cómo se desacraliza una iglesia?
El paso imprescindible para el cambio de uso de la parroquia será la desacralización, que según fuentes del arzobispado ya ha sido aprobada por la Santa Sede. Esto no implica un rito específico, pero hacer un uso profano del espacio obliga a retirar todos los objetos religiosos, como las cruces y la pila bautismal, y decidir si el altar se destruye o se traslada, en función de su valor artístico. En este caso aseguran que es probable que el altar de Santo Isidor se conserve en el Museu Diocesà de Barcelona, a pesar de que la decisión final dependerá del criterio de los técnicos y expertos del secretariado diocesano de patrimonio cultural.
