Cataluña, en emergencia por sequía

BarcelonaCataluña ya está oficialmente en fase de emergencia por la extraordinaria sequía que asola el país. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha declarado este jueves el escenario de restricciones en los 202 municipios con más población, tal y como se preveía, empujado por las agónicas reservas de agua a los embalses, que están en mínimos históricos. A partir del viernes, que es cuando entra en vigor la resolución gubernamental, se limitan los topes y el uso de las dotaciones de agua en diferentes ámbitos: se reduce a 200 litros por día y habitante para todos los usos (s' incluye desde el consumo doméstico hasta el de equipamientos públicos o actividades económicas); se veta el uso de agua potable para la limpieza de espacios públicos y la posibilidad de llenar piscinas, y se restringe drásticamente el agua para el riego, especialmente a la agricultura y la ganadería.

Hace días que la consejería de Acción Climática hace equilibrios con las décimas de las reservas para intentar aplazar al máximo una entrada en emergencia que era inevitable. Hoy, la mayor red hídrica del país, el sistema Ter-Llobregat, que nutre a los seis millones de habitantes de los municipios de las comarcas de Barcelona y una parte de las de Girona, está al 15,8% de la capacidad y, por tanto, ha bajado del umbral que establece el plan gubernamental para desplegar medidas especiales, fijado en el 16%. De hecho, es la primera vez que este potente sistema desciende de los 100 hm³.

Aragonès ha recordado que hace más de tres años que "no llueve como el país necesita" y que "nunca se había vivido una sequía de tanta intensidad" desde que hay datos en Catalunya. "La crisis climática nos está poniendo a prueba", ha advertido. Con todo, el presidente ha subrayado que el Govern no ha improvisado y ha reivindicado "el esfuerzo" que han hecho los ayuntamientos y el propio ejecutivo a la hora de acelerar proyectos, como la modernización de las redes de abastecimiento de agua y la multiplicación de la cantidad de agua que no proviene de los embalses, sino de depuradoras. De hecho, Aragonès ha subrayado que antes el agua regenerada (de depuradora o desalinizadoras) suponía algo más del 15% del total que nos llegaba a casa y hoy el porcentaje ya supera el 55%. "Hemos podido retrasar hasta quince meses la entrada en emergencia", corroboró el consejero de Acción Climática, David Mascort.

Ninguna de las medidas desplegadas hasta ahora ha podido evitar que la zona más densamente poblada pase de un estado de preemergencia a emergencia, principalmente por la escasez de lluvias. Si antes el 85% del agua que consumíamos llegaba de los embalses, ahora la cifra ha caído por debajo de la mitad. Por eso, tras reunirse con la comisión interdepartamental de sequía, la conselleria de Acció Climàtica ha tomado una decisión inédita en Catalunya, pese a que en el pasado también se han vivido episodios graves de sequía. Pero la situación actual ha roto todos sus esquemas.

Cien expedientes sancionadores

El sistema Ter-Llobregat, la red de acuíferos, desalinizadoras y plantas de potabilización más importante de Cataluña abastecen a 202 municipios del área metropolitana de Barcelona y la parte sur de Girona, que son las áreas más pobladas y es donde las reservas de agua han caído en picado. Además, según los datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), más de la mitad de los municipios de este área consumen más agua de lo que toca. "Debemos acompañar a los municipios para que sigan reduciendo su consumo", ha dicho Mascort, que ha admitido la dificultad para alcanzar este objetivo.

Sobre la apertura de expedientes sancionadores a ayuntamientos por el incumplimiento de las dotaciones de agua, Mascort ha informado de que hasta ahora se han abierto cien. Sí descartó por completo la opción de hacer una reducción general de presión de agua ante la sequía y defendió una actuación "quirúrgica" con los operadores, como la que lleva meses llevando a cabo la conselleria. Según indicó, se están realizando pruebas para comprobar si es posible realizar reducciones de presión en algunas localidades, zonas o barrios concretos. "Donde sea posible se hará y donde no sea posible no se hará", ha dicho.

La opción de traer agua desde otras comunidades autónomas también aparece a la orden del día del encuentro que, el próximo lunes, mantendrá Mascort con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. "La predisposición de la ministra es máxima y seguro que encontraremos la fórmula: si es necesario traer agua a Barcelona, ​​llevaremos", ha afirmado el conseller.

Las medidas

El Gobierno ha declarado la fase de emergencia, el peor escenario posible, en las áreas más pobladas. En el conjunto del país, hay 239 municipios en escenario de emergencia –202 del sistema Ter Llobregat, 22 del acuífero del Fluvià-Muga, 12 del embalse de Darnius-Boadella y 2 de Riudecanyes y Vallirana (de la unidad de explotación Anoia-Gaià, solicitado por el Ayuntamiento)–. En cambio, la unidad del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) pasa del escenario de alerta al de prealerta después de que haya mejorado el estado del embalse de Mequinenza.

El plan de medidas contra la sequía prevé tres estadios, cada vez más restrictivos, que pueden activarse dependiendo de la evolución de los embalses. En el primero –lo que se activará ahora–, las dotaciones de agua se reducen a 200 litros por día y habitante para uso personal, comercial, industrial y lúdico. En los estadios dos y tres, estos topes serán aún más bajos, de 180 y 160 litros por día y habitante, respectivamente. En cuanto al consumo que se debe realizar en los hogares, se recomienda que se sitúe alrededor de los 90 litros por habitante y día.