Incendios en el País Valenciano

La lluvia ayuda a combatir las llamas de los incendios del País Valenciano, que ya han arrasado 20.000 hectáreas

Los 1.500 evacuados del incendio de la Marina Alta ya pueden volver a casa

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Imagen del incendio que quema en Vall de Ebo.

ValenciaMás de 20.000 hectáreas quemadas y 3.000 personas desalojadas. Es el balance provisional de los dos principales incendios que continúan activos en el País Valenciano, que sigue inmerso en una de sus peores crisis ambientales de los últimos años después de sufrir los dos fuegos más grandes de la última década. El dato positivo de este miércoles han sido las lluvias registradas en las comarcas de la Marina Alta y el Comtat, unas precipitaciones que han contribuido a asegurar el perímetro del incendio de Vall d'Ebo y a abrir la puerta a su estabilización este jueves. De hecho, la Generalitat ya ha autorizado a los vecinos evacuados (1.500) a volver a su casa.

Por otro lado, también la lluvia caída esta madrugada en la zona arrasada por el incendio forestal de Bejís (Alto Palancia), el que más preocupaba ayer por la tarde, ha reducido las llamas hasta casi desaparecer del todo en el perímetro, a pesar de que todavía hay zonas muy calientes. "Está lloviendo en Bejís. No podemos cantar victoria en absoluto, pero la ayuda del agua será muy importante. Seguimos trabajando", ha manifestado esta madrugada el Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón a través de su cuenta de Twitter.

Según la última actualización del 112 de la Generalitat Valenciana, la entrada de humedad en el terreno calcinado es "muy positiva" y durante la noche ha entrado viento de poca intensidad, lo que ha permitido atacar las llamas mediante un ajuste del perímetro del incendio.

La virulencia del fuego de Bejís, originado probablemente debido a un rayo por una tormenta seca, ha obligado a evacuar a 1.500 personas –los vecinos de Bejís, Torás, Teresa y Sacanyet–, además de confinar a los de Viver. También ha calcinado más de 10.000 hectáreas con una rapidez aterradora. Tanta, que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha admitido que la intensidad de las llamas ha obligado a los bomberos y a los 25 medios aéreos a limitarse "a proteger" los municipios y zonas urbanizadas y posponer el combate contra el fuego hasta que mejoraran las condiciones. El motor de su voracidad ha sido un viento cambiante que ha soplado de manera errática y ha dificultado la extinción de un fuego que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha calificado de "muy difícil". Tampoco han ayudado mucho las altas temperaturas y la baja humedad que se han registrado en la zona.

Un helicóptero haciendo tareas de extinción en el incendio que arde desde el lunes en la localidad de Bejís, en la comarca valenciana del Alto Palancia.

Las víctimas de esta ferocidad han sido tres bomberos que han resultado heridos de carácter leve. También la decena de personas heridas este martes cuando abandonaron un tren que se vio atrapado por las llamas. Los pasajeros habrían bajado del convoy después de que la maquinista lo parara y mientras se dirigía a la cabina posterior para volver atrás. Tres de ellos tienen quemaduras graves y preocupa especialmente el estado de una mujer de 58 años que está hospitalizada en estado muy grave.

La inestabilidad meteorológica ha tenido también una consecuencia negativa con la caída de numerosos rayos y su posible contribución, de nuevo, al inicio de algunos incendios. En concreto, en Petrer (Vinalopó Medio) –ya controlado–, en Albaida (Valle de Albaida) –que sigue activo después de una noche en la que han trabajado cuatro unidades de bomberos forestales de la Generalitat Valenciana y cuatro autobombas– y en Benaguasil (Campo de Turia). Este último afecta a la partida de Traveses, en una zona de montaña. La proximidad de viviendas ha obligado a establecer la situación 1 del plan especial del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana.

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