Metzineres: un rincón de apoyo a las mujeres que consumen droga

BarcelonaDesde la entrada se ve un espacio de cocina, una mesa y, al fondo, se intuyen literas y una puerta que conduce en el patio. Una vez dentro, sin embargo, Aura Roig, fundadora y directora de Metzineres, no destaca nada de todo esto. En cambio, señala una pared negra que queda medio camuflada tras la puerta abierta y explica que es un espacio muy importante: se trata de una pizarra que usan para compartir experiencias y trucos. No solo sobre el consumo, sino también sobre la vida, la autodefensa, sobre experiencias en la calle... La experiencia vivida, las vivencias personales y la ayuda mutua son las características diferenciales de Metzineres, que está en el barrio del Raval de Barcelona.

Metzineres es un “espacio de apoyo y de solidaridad” entre mujeres y personas no binarias “que sobreviven a múltiples situaciones de vulnerabilidad y violencia atravesadas por la guerra contra las drogas”, explica Roig. Se hace un trabajo de “cuidados” y de "acompañamiento”, resume Paula Pasaro, una de las enfermeras del equipo. Añade, también, que es un “espacio para compartir, de sororidad y para sentirse a gusto”.

“En Metzineres nos ayudan, cubren nuestras necesidades básicas”, relata Luana. Ella es la primera mujer trans que asistió a Metzineres. Explica que fue consumidora de cocaína durante muchos años, pero ya hace ocho que lo dejó. Aun así, sigue encontrando un espacio de cobijo en Metzineres.

Siguiendo con la visita, ahora sí, Roig enseña el espacio de cocina, al otro lado una zona con algún ordenador. Más adelante hay baños y duchas. Al lado hay un rinconcillo con una pequeña mesa y un ordenador. Es el despacho para las trabajadoras y no cabe nada más que la mesa; por no tener, no tiene ni puertas. Roig explica que es tan pequeño porque lo más importante es que haya espacio para las personas que acuden a Metzineres, el equipo que trabaja ahí queda en segundo plano.

Al fondo hay un espacio de descanso con unas literas y un sitio para guardar las pertenencias. Esta zona de descanso es vital para el espacio. Muchas de las personas que acceden a Metzineres están durmiendo en la calle, así que tener un espacio para guardar sus cosas y un espacio donde poder estirarse un rato es primordial. “Metzineres era donde podía descansar”, explica Concepción Flores. Ella conoció Metzineres hace dos años a través de una amiga suya que vivía en la calle como ella. Flores había consumido crac, pero ya hace un año que lo ha dejado y explica, agradecida, que Metzineres contribuyó.

Junto a las literas hay una puerta que conduce en el patio, con una zona para hacer la colada y un espacio para reunirse. Opuesta a las literas hay lo que conocen como la "enfermería", el espacio donde se puede consumir droga. Este es un punto clave para intentar garantizar la política de reducción de daños que Metzineres adopta. Entre las que tienen un consumo activo, Pasaro explica que la mayoría hacen un uso de las drogas que “no consideran problemático”. Es por eso que Metzineres les ofrece un “espacio seguro donde consumir” e intenta garantizar que se sientan seguras “antes, durante y después”, y que el consumo sea “higiénico”. El colectivo se define en redes como “mujeres y personas de género no binario que usan drogas sobreviviendo a violencias”, es decir, las drogas son una parte más, pero en ningún caso son el foco. Su objetivo es “paliar otras violencias”, así como “acompañar en el trauma y el estigma”.

Metzineres acompaña a unas 300 personas, unas 30 diferentes cada día, y lo hace desde varias perspectivas. Flores explica que “Metzineres es un lugar que acoge a mujeres y las ayuda en todo”. Y esto se refleja, también, en el equipo diverso que tienen, que incluye personas de muchos ámbitos: desde enfermería hasta trabajo social, pasando por abogacía. Además, se incorporan al equipo las Dones Impulsores de Reducció de Danys o DIRD, que tras ser usuarias de Metzineres se acaban incorporando al equipo para aportar conocimiento experiencial y reivindicar una vez más el valor de la experiencia vivida.