Caos ferroviario: tres averías y 400 evacuados en Sants
Paneque convoca una reunión "urgente" este domingo con el ministerio y Adif para "buscar soluciones"
BarcelonaLa semana horribilis de Adif y Renfe aún no ha terminado. Después de cinco días consecutivos de caos en el transporte ferroviario, este sábado dos nuevas averías han vuelto a colapsar la red, en este caso la de alta velocidad. A primera hora de la mañana, otro problema en una catenaria, ahora de la estación de Sants, ha obligado a detener un tren rápido de la compañía Ouigo en medio del túnel de salida de Sants. De rebote, la incidencia ha paralizado toda la circulación de trenes de alta velocidad y esto ha afectado también a los usuarios de los AVE de Renfe y los de la compañía italiana Iryo.
Los hechos han ocurrido a primera hora de la mañana, al inicio del servicio. En el interior del convoy directamente afectado viajaban 403 pasajeros que se dirigían hacia Madrid y que, tras una hora y media encerrados en el tren, finalmente fueron evacuados. Sólo con las luces de emergencia, los pasajeros han tenido que andar 50 metros por las vías y han podido ser evacuados por una salida de emergencia a la altura del Mercat de Sants.
Para garantizar la seguridad de las personas evacuadas a pie, Adif ha cortado la tensión en todas las vías. A las 8.45 h los técnicos ya habían restablecido parte de la tensión en la catenaria, lo que ha permitido reabrir parcialmente las vías y reanudar la circulación, aunque muy lentamente. Poco después, a las 9.15 h, la incidencia ya ha quedado totalmente resuelta y los convoyes han vuelto a circular con normalidad, eso sí, con retrasos acumulados de más de una hora de media.
Los andenes y la estación "se han convertido en un caos", según relataron algunos testigos presenciales en el ARA. "Las informaciones que se emiten por megafonía apenas se oían", relata un testigo. "Decían que había un problema en las vías y que se suspendían los trenes de alta velocidad, pero al mismo tiempo estaban embarcando algunos", añade. Paralelamente, el vestíbulo de la estación ha empezado a llenarse de viajeros que no podían acceder a sus trenes. La gran cantidad de personas que se han concentrado ha obligado a reforzar la seguridad de los accesos con cuatro mossos antidisturbios que se han situado junto a los controles de acceso a las vías de alta velocidad.
Por parte de Renfe, las afectaciones han impedido que salieran de la estación un AVE en Granada y un Euromed con destino a Figueres (los trenes de las 6.30 y las 6.50 h). Los viajeros fueron reubicados en otras circulaciones.
La imagen de los pasajeros saliendo a pie por el túnel de Sants y caminando por las vías para regresar a la estación recuerda mucho a la de este mismo viernes cuando una bajada de tensión dejó sin alimentación eléctrica un tren de Cercanías a Bellvitge. Los pasajeros que viajaban allí también tuvieron que hacer el tramo que les faltaba hasta la estación a pie, escoltados por los Bomberos y los Mossos d'Esquadra. Una operación peligrosa por el riesgo de electrocución que supone y que Renfe ya advirtió de que nunca debía realizarse sin la presencia de las fuerzas de seguridad en la zona.
Una vez solucionada la avería de la mañana, a primera hora de la tarde la red ha sorprendido con otra incidencia que ha vuelto a cortar de nuevo la circulación de los trenes de alta velocidad, esta vez entre Sants y la bifurcación de Mollet del Vallès, en dirección hacia Girona. El problema, según ha explicado Protecció Civil, ha sido el fallo en una vagoneta de reparación. Esta nueva incidencia ha afectado a otros dos trenes, que también han quedado parados. Y, para acabar el sábado desastroso, por la tarde una tercera incidencia, esta vez en la infraestructura deCercanías de Cataluña, ha provocado retrasos de 25 minutos de media en todas las líneas que pasan por la ciudad de Barcelona, concretamente el R1, el R2, el R3 y el R4.
El Gobierno pide una reunión de urgencia
La consejera de Territorio de la Generalitat, Silvia Paneque, ha salido al paso de este nuevo problema en la red ferroviaria y ha pedido una reunión "urgente" para mañana mismo, el domingo, con el ministerio de Transportes y Adif para "buscar soluciones inmediatas", a todas las incidencias que se han sucedido en la red catalana en los últimos días. Paneque lamentó las afectaciones a los pasajeros y se mostró confiada en que las inversiones acordadas "permitan caminar hacia un sistema fiable y con las infraestructuras adecuadas".
"Necesitamos respuestas y mejoras evidentes a partir del lunes", ha dicho la consellera desde Palamós, durante la inauguración de una nueva estación de autobuses. Paneque también disparó contra los anteriores gobiernos catalanes y recordó que la Generalitat "tiene responsabilidades sobre el servicio desde 2010".
Desde la oposición, Junts ha denunciado el "caos permanente" en la red ferroviaria y le ha atribuido a la "desinversión premeditada" del Estado. "El presidente Salvador Illa ¿seguirá defendiendo al PSOE o empezará a defender a los catalanes?", ha pedido el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet. Desde ERC, Oriol Junqueras ha subrayado que el traspaso de Cercanías es "una prioridad de país" porque es la única vía para mejorar el servicio: "Catalunya no puede esperar más por un servicio digno", ha dicho. A su vez, los comunes reclamaron que el Parlamento celebre un pleno específico sobre Cercanías y que el presidente Isla, comparezca para dar "explicaciones y soluciones" a la ciudadanía mientras que el PP consideró que quien debe comparecer es el ministro Puente.
Cronología de una semana de incidencias diarias
Las dos grandes averías de viernes y sábado -y las evacuaciones a pie por las vías- han sido el funesto colofón a una semana muy complicada para la movilidad ferroviaria. Después de que el pasado fin de semana las protestas sindicales obligaran a suprimir un centenar de trenes de Cercanías en pleno Carnaval, el lunes la consejera de Territorio, Silvia Paneque, y el director de Cercanías, Antonio Carmona, pudieron comprobar en primera persona que la semana no pintaba mucho mejor: el tren en el que ambos viajaban desde Tarragona hasta Barcelona y que simbolo cinco meses de cortes por las obras-llegó a la capital catalana con 50 minutos de retraso. Dos horas más tarde, debía cortarse la circulación ferroviaria entre Sant Vicenç de Calders y Cunit por falta de tensión en la catenaria.
El martes por la noche, la caída de una roca de grandes dimensiones sobre un convoy en la R3 –que une Barcelona con Puigcerdà– dejaba tres heridos leves y obligaba a cortar la vía entre Ribes de Freser y Puigcerdà durante todo el miércoles. Ese mismo día, de nuevo en Tarragona, el tramo entre Torredembarra y Sant Vicenç de Calders acumulaba retrasos de más de media hora en seis líneas de Cercanías.
El jueves era el sistema de información el que saltaba por los aires. Durante toda la mañana el servicio de megafonía y las pantallas estuvieron fuera de servicio en toda Cataluña. En Tarragona continuaban los problemas y se habilitaba un servicio por carretera que cubriera el tramo entre Sant Vicenç de Calders y Cunit para el día siguiente.
El viernes la avería de Bellvitge y este sábado las dos a la alta velocidad cierran esta cronología fatídica.