El padre de Yaiza, la niña asesinada en Sant Joan Despí: “Que ninguna otra víctima caiga en el olvido”

En una carta dice que “nunca había sentido tanto dolor” y expresa su apoyo a la madre de las menores de Tenerife

Ara

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BarcelonaSergio es el padre de Yaiza, la niña de cuatro años asesinada por su madre hace dos semanas en Sant Joan Despí. Ha querido hacer pública una carta en la que, de entrada, lamenta la muerte de Anna y Olivia, las niñas de uno y seis años de Tenerife asesinadas por su padre y pide combatir el machismo. También expresa su apoyo a la madre de Anna y Olivia y explica que “nunca había sentido tanto dolor” como con la muerte de Yaiza. Asegura que tanto el padre de las niñas de Tenerife como la madre de su hija son "monstruos". Sobre su caso, dice que su ex pareja se llevó a la niña “con el único objetivo” de hacerle daño: la mujer declaró que hacía dos o tres meses que se planteaba matar a la hija por la disputa que mantenía con el padre.

En la carta, Sergio afirma que no puede dejar de pensar que le falló a Yaiza por no haber podido evitar su asesinato y le pide perdón: “Lo habría dado todo para protegerte”. También reclama que “ninguna otra víctima caiga en el olvido”. Explica que finalmente este jueves el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, el municipio donde la niña vivía con él, hacía un minuto de silencio para recordarla y añade que “habría preferido que el resto de las instituciones hubieran condenado unánimemente el crimen”. Por eso quiere “que piensen” en Yaiza y que ninguna otra niña sufra a manos de su padre o de su madre.

A continuación se puede leer la carta de Sergio:

Anna, Olivia, cuánta tristeza ha provocado vuestra muerte. Desde casa cruzaba los dedos como seguro que hacían millones de personas deseando que aquel monstruo no hubiera llegado a hacer lo que lamentablemente se confirmó la semana pasada. Nadie, y menos todavía un padre, puede creerse en el derecho de poder decidir cuándo acaba la vida de sus hijas. Los niños tendrían que ser felices. La infancia tendría que ser sagrada. Pero el machismo no lo entiende e incluso usa a las personas más inocentes que existen para hacer daño a las madres. Es una lacra que tenemos que seguir combatiendo como sociedad. Sin relajarnos. Hasta conseguir erradicarla. Hasta que todas las mujeres, hasta que todos los niños puedan sentirse seguros.

Beatriz, te quiero expresar todo mi apoyo y solidaridad. Ojalá algún día sea lo suficientemente fuerte para poder ayudarte si crees que te puedo ser de alguna ayuda. Puedo imaginar el terrible dolor que sientes ahora mismo. Yo también perdí a una hija, el 31 de mayo. Su madre no mostró ningún respeto por la vida de Yaiza y se la llevó con el único objetivo de hacerme daño. Me lo ha hecho, sin duda. Nunca había sentido tanto dolor. No creo que deje de sentirlo. No le importó que solo tuviera 4 años y toda la vida delante. Todavía tenía que aprender a nadar sin manguitos o a montar en bicicleta sin los ruedines. Tenía que soplar tantas velas de cumpleaños.

Ella también es un monstruo. Todos lo son. Ahora me pregunto cómo no lo vi. Me dicen que asuma que no había nada que yo hubiera podido hacer para evitarlo. Pero yo no puedo dejar de pensar que le he fallado a mi hija. Perdóname, cariño, lo habría dado todo para protegerte de cualquier peligro.

Los últimos días me he sentido acompañado por la familia, amigos y vecinos. Hoy su pueblo la recordará en un minuto de silencio. Han pasado casi tres semanas. Habría preferido que fuera antes, a pesar de que el Ayuntamiento se ha mostrado siempre cerca mío. Habría preferido también que el resto de las instituciones hubieran condenado unánimemente el crimen. Muchas han optado por no hacerlo. No es mi intención reprochar nada a nadie, porque supongo que no sentían que fuera necesario. Sí quiero hacer una reflexión pública sobre esto. Me gustaría que se recordara que la víctima es ella. Se llamaba Yaiza y tenía 4 años. Que se olviden de mí. Que olviden incluso al monstruo, que espero que pase cuentas con la justicia. Que piensen en ella, en Yaiza.

Huyo de lecturas políticas de ningún tipo. Si alguien quiere usar a los niños para hacerlo tendrá todo mi desprecio. Ojalá no le vuelva a pasar nunca a nadie. Que ninguna otra niña sufra a manos de su padre o de su madre. Y que ninguna otra víctima caiga en el olvido. Hoy el pueblo despedirá a Yaiza y, para acabar, me gustaría hacer una petición a los medios de comunicación que estén interesados en explicarlo. Si alguno necesitara fotos o vídeo, por favor, eviten los primeros planos y las imágenes incómodas.