La pandemia elimina el paro de las enfermeras

El COIB calcula que faltan más de 10.800 profesionales solo en Barcelona

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Dos enfermeras atendiendo ayer un paciente intubado  de coronavirus  al área de críticos del Hospital de Santo Pau de Barcelona.

BarcelonaLas enfermeras son el colectivo más numeroso del sistema sanitario, con unas 45.000 profesionales tituladas en toda Catalunya, y, aún así, faltan manos. Muchas. El Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona (COIB), que tiene registradas cuatro de cada cinco enfermeras del país, señala que hay 6,2 profesionales por cada mil habitantes y calcula que habría que incorporar a unas 10.866 más para igualar la ratio de Navarra (8,6 enfermeras por cada mil pacientes), la más elevada en el Estado; y para llegar a la media europea (9,5) faltarían más de 16.000. La pandemia ha demostrado que no hay suficientes enfermeras ni en la atención primaria, ni en los hospitales, ni en las residencias, y la prueba de este déficit es, en la práctica, la eliminación del paro de esta categoría profesional: solo en Barcelona, antes del covid-19, había aproximadamente unas 300 enfermeras colegiadas sin trabajo; en estos momentos no hay ninguna.

"¿Qué nos dicen los datos? Que faltan enfermeras. El covid ha aumentado la contratación por cuestiones evidentes de necesidad, pero también ha disparado los casos en los que se doblan turnos o se hacen horas extras por la enorme carga de trabajo que genera la pandemia", afirma la presidenta del COIB, Paola Galbany. Si bien el colegio no dispone de datos sobre las bajas laborales de los últimos meses, concluye que "todas las enfermeras en activo están trabajando".

Las enfermeras de todos los niveles asistenciales han incrementado mucho sus competencias en los últimos meses. Para poner un ejemplo, las de la atención primaria además de cuidar de los enfermos crónicos también han asumido el grueso de la gestión de la detección y el seguimiento de los contagios, se han hecho cargo de las residencias y han entrado en las escuelas para hacer promoción de la salud y vigilancia epidemiológica. Además, planifican, ejecutan y supervisan la campaña de vacunación. Pero también ha crecido la carga de trabajo de las enfermeras hospitalarias, especialmente en las unidades de cuidados intensivos (UCI), y de las que trabajan en las residencias –que son las peor pagadas.

Con motivo del Día Internacional de la Enfermería, que se celebra cada 12 de mayo, las enfermeras de Barcelona han reivindicado más "representación" en los lugares en los que se planifica la acción sanitaria, así como una mejora de las condiciones laborales. La directora del área de conocimiento y desarrollo profesional del COIB, Glòria Jodar, ha admitido que, debido al covid, "las enfermeras son más visibles que nunca" para la población. "Pero no para los políticos y las organizaciones sanitarias", ha criticado. En este sentido, las enfermeras reclaman formar parte de los núcleos de decisión y en la planificación de las políticas sanitarias. Pero Jodar va más allá y defiende que la mirada "enfermera" tiene que impregnar toda la política: "Todas las consejerías tendrían que tener la visión enfermera porque cuidar es transversal. Lo hemos visto en el ámbito educativo, pero también es clave para avanzar en la vivienda o el cambio climático".

Estancadas a pesar de la formación

"Tenemos condiciones laborales precarias, muchos contratos temporales y graves problemas de conciliación", ha denunciado Galbany. Los sueldos de las enfermeras son muy variables, porque dependen de los centros sanitarios y de los convenios a los que están sometidos, y las que salen peor paradas son las enfermeras que trabajan en residencias y sociosanitarios. "Estos son los primeros que hay que revisar, porque han demostrado ser puntales durante la pandemia", ha señalado la presidenta del COIB. Además, que no se reconozcan las especializaciones –como por ejemplo las de salud mental o medicoquirúrgicas– estanca a las profesionales en la misma situación laboral y los mismos sueldos a pesar de su formación. En cuanto a la contratación, la pandemia ha multiplicado y agilizado los procesos debido al alta demanda de estas profesionales, sobre todo en los hospitales públicos, y ahora las enfermeras exigen que se mantenga. "No podemos trabajar como los temporeros, solo en verano o por Navidad", ha denunciado Galbany.

La vocal de ciudadanía de la junta del COIB, Paloma Amil, remarca que el envejecimiento progresivo de la población y la incertidumbre creciente que causan los cambios sociales y situaciones como la que ha generado la pandemia hacen que el cuidado, que es la función principal de las enfermeras, sea cada vez más importante. "Sabemos que un país con más ratio de enfermeras se traduce en menos infecciones, menos ingresos y reingresos en los hospitales y una mayor satisfacción con la salud autopercibida. Somos las profesionales mejor valoradas dentro del sistema sanitario y no nos hace falta más visibilidad, sino más reconocimiento", explica Amil.

La altísima presión asistencial y las condiciones laborales, con sueldos precarios y contratos temporales, han empujado al extranjero a profesionales muy formadas y muy valoradas para buscar en otros países la estabilidad y el reconocimiento que no encuentran en Catalunya. Entre el 2011 y el 2015 aumentaron las enfermeras que se marchaban al extranjero, con 257 expedientes tramitados en la Oficina de Información Profesional en el Extranjero (OIPE) de media cada año. A partir del 2016 estos trámites cayeron a la mitad (127) pero en 2020 repuntaron un poco (139).

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