La pandemia hunde en la pobreza a dos millones más de personas en España
Cáritas advierte que el panorama es "desolador" porque aumenta la desigualdad y el riesgo de exclusión social, que afecta a uno de cada cinco ciudadanos
BarcelonaLa pandemia ha sido más dura que la crisis financiera, hasta el punto que ha abocado a la pobreza un tercio más de ciudadanos en España. La parada de la actividad económica y la destrucción de ocupación han arrastrado desde el 2018 a más de dos millones de personas a la pobreza extrema. Ya hay seis millones de ciudadanos del Estado que tienen problemas para comer, pagar la casa o los suministros básicos. Cáritas y la Fundación Foessa han radiografiado la situación y alertan que el llamado escudo de protección –los ERTE y el ingreso mínimo vital–, que el gobierno español levantó de urgencia para dar respuesta al cierre de empresas, es totalmente insuficiente para garantizar un mínimo de condiciones.
El impacto del covid es "desolador", dicen los autores de un informe que evidencia cómo se está acentuando la desigualdad y ensanchando el espacio de la exclusión social, donde viven 11 millones de personas, dos millones y medio más que antes de la pandemia. Esto quiere decir que una de cada cinco personas tiene un alto riesgo de caer en la pobreza, que su situación es muy precaria por varios factores. El coronavirus ha empeorado la situación de los "perdedores", que ya estaban en una situación muy delicada y a quien la crisis sanitaria ha atrapado sin ninguna red social que les eche una mano y sin poder acceder a las prestaciones oficiales, porque muchos son inmigrantes sin papeles. La situación se agrava todavía más cuando se trata de familias monoparentales, numerosas o cuando es la mujer la que sustenta la casa.
"Esta crisis deja detrás suyo una profunda impronta con importantes consecuencias en las condiciones de vida y niveles de integración social de personas y familias, cuyas consecuencias seguirán agravándose mientras continúe la pandemia y, previsiblemente, más allá", ha alertado el técnico del equipo de estudios Thomas Ubrich, en la presentación del informe en Madrid este miércoles. Otro dato que evidencia la dureza de la situación es que si en 2018 casi la mitad de las familias podían sobrevivir sin estrecheces económicas, ahora lo son el 42%.
Para una cuarta parte de las familias, los ingresos laborales son del todo insuficientes y una vez han pagado las facturas relacionadas con la vivienda y los suministros básicos (luz, gas, agua) ya no tienen más margen económico. Esto está relacionado con el hecho de que cada vez hay más núcleos donde no entra ni un euro y la única opción para salir adelante es la ayuda social que dan las entidades del tercer sector.
En la presentación del informe, la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, ha reclamado fortalecer el ingreso mínimo vital, que solo se ha concedido al 18,6% de los solicitantes en pobreza extrema, mientras que a casi la mitad les ha sido denegado. Cobrar o no esta prestación puede significar poder llenar la nevera o estar a una temperatura agradable en casa.