La pobreza no entiende de desescaladas

Cáritas duplica las personas a las que atiende de emergencia: de las 8.299 en 2019 a las 19.000 este año

Cua de persones a l’Eixample de Barcelona esperant per rebre els aliments que distribueix Càritas
Cesc Maideu
16/12/2020
3 min

BarcelonaEntre la primera y la segunda oleada del covid-19 hubo una desescalada por el medio. Unos meses que coincidieron con las vacaciones de verano y durante los cuales se flexibilizaron gran parte de las restricciones y se abrió la puerta de una nueva normalidad que en muchas casas dio una tregua. Para las personas en situación de vulnerabilidad a las que atiende Cáritas, psin embargoro, esta desescalada no ha llegado, y tanto la primera como la segunda oleada han reflejado que la pandemia no ha hecho más que extremar situaciones ya preocupantes. Si durante el año 2019 Cáritas atendió de emergencia 8.299 personas, cuando acabe este año prevén haber atendido a 19.380. Y si durante la primera oleada de la pandemia el 86,5% de las familias atendidas sufrían pobreza, al mes de septiembre el porcentaje ya llega al 91,2%. El conjunto de datos ha sido presentado esta mañana en una rueda de prensa, y responde a encuestas hechas a 500 personas atendidas por Cáritas entre los meses de junio y septiembre.

"Estamos ante unas secuelas y unos impactos sostenidos", ha dicho Salvador Busquets, director de Cáritas. Si bien es verdad que algunos indicadores han bajado respecto a la primera oleada –como el número de personas que han pedido ayuda a las instituciones o la cantidad de familias que no han podido pagar los suministros de agua y luz–, la mayoría de los porcentajes siguen en los mismos niveles o han aumentado. Es por este aumento inesperado que ha provocado la pandemia que Busquets ha aceptado que "hay personas que se han quedado fuera de las ayudas" que proporcionan. Y ha reconocido: "No llegamos a todos". Para hacer frente a esta situación, el director de Cáritas ha informado que de cara al año próximo la fundación disfrutará de un fondo extraordinario de 1,2 millones de euros, puesto que creen que la pobreza provocada por el covid "continuará en 2021".

Según la encuesta, el 19% de las familias atendidas por Cáritas no tienen ingresos. A pesar una disminución de 6,2 puntos desde abril, todavía hay 7.600 personas que viven desprotegidas, un 10,7% más que antes de la pandemia. Ante esta situación, Busquets ha exigido la respuesta de las instituciones: "Que solo un 5% disfruten de la renta garantizada o que el 63,9% no conozcan que existe el ingreso mínimo vital quiere decir que algo no estamos haciendo bien. Necesitamos políticas activas de ocupación pensadas para las personas más vulnerables, ampliar el parque de vivienda de protección oficial y garantizar el empadronamiento", ha destacado Busquets, entre otras políticas que creen necesarias. En este sentido, el arzobispo de Barcelona y presidente de Cáritas, Joan Josep Omella, ha hecho un llamamiento a la unidad y ha afirmado que no "estamos ante números, sino personas", y que hay que "trabajar juntos".

Sin trabajo

El 53% de las personas atendidas por Cáritas no tienen trabajo. Es más, el 17% de los que sí tienen trabajan en el mercado informal. Es decir, siete de cada diez personas están en situación de precariedad laboral. En cuanto a las personas que trabajaban dentro de la economía formal, representaban el 38% del total en febrero. La destrucción de ocupación a raíz de la crisis del covid-19 las redujo al 27% en abril y hasta el 30% el septiembre.

Sumado a esto, cerca del 64% de los que trabajan asumen riesgos que no respetan las medidas anticovid en su trabajo, y el 69% tendrían consecuencias negativas si tuvieran que hacer cuarentena o dieran positivo –en forma de despido, pérdida de ingresos u otros problemas.

Sin hogares dignos

El 64,1% de las familias atendidas por Cáritas no disponían de un hogar digno en septiembre del 2020. El 45,3% no pueden pagar facturas de suministros y una proporción idéntica no puede pagar los gastos de alojamiento. Este hecho tiene consecuencias directas en el rendimiento escolar de sus hijos, puesto que una de cada tres familias con menores atendidos no dispone de las condiciones de accesibilidad adecuadas de acceso a internet para seguir la escolarización en línea: el 36% de los niños que viven en familias con problemas de conectividad tienen dificultades escolares.

El covid-19 ha precipitado más vidas en situación de pobreza extrema y, en consecuencia, más personas con problemas de salud: un 68% vieron como la salud psicoemocional de su familia empeoraba el abril y sólo el 16,4% lo han visto mejorar desde entonces.

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