En prisión dos jesuitas catalanes por encubrir casos de pederastia en Bolivia
El tribunal sentencia a Ramon Alaix y Marcos Recolons por esconder los abusos del sacerdote Alfonso Pedrajas, ya fallecido
BarcelonaUn tribunal boliviano ha sentenciado este martes a un año de cárcel a los jesuitas catalanes Ramon Alaix y Marcos Recolons, ambos exprovinciales de la Compañía de Jesús, por encubrir los abusos sexuales cometidos por el ya fallecido sacerdote Alfonso Pedrajas. Además, fuentes de la Comunidad Boliviana de Supervivientes (CBS) aseguraron a la agencia Efe que con esta sentencia se abre la puerta a seguir otros cuatro procesos judiciales. De acuerdo con esta organización, que representa a las víctimas, habría otras 12 jesuitas (también muertos) que habrían cometido abusos sexuales a medio millar de menores en internados, colegios y zonas rurales de Bolivia y que habrían contado con el favor de los entonces altos cargos de la orden religiosa en el país por ama.
"Ambos acusados han sido declarados culpables y autores del delito de encubrimiento, a ambos se les ha condenado con un año de privación de libertad a cumplir en la cárcel pública de Cochabamba, y se han dispuesto otras medidas de protección para las víctimas", ha explicado a Efe el portavoz Alvarado, que insistió en que esta sentencia tiene recorrido y que puede abrir camino para el resto de procesos judiciales de los que están pendientes. La semana pasada el juez ya denegó el recurso presentado por la defensa de Alaix y Recolons, ambos mayores de 80 años, para la prescripción del caso. Pedrajas fue director de la Escuela Juan XXIII de la ciudad boliviana de Cochabamba desde 1971, y según la CBS habría abusado de casi 200 víctimas.
En Cataluña los jesuitas hace un año ya reconocieron hasta 145 víctimas de abusos sexuales por parte de 44 agresores desde 1948 hasta la actualidad, fruto de una investigación que también permitió identificar a un total de 44 abusadores, 29 de los cuales eran religiosos jesuitas y 15 laicos. La mayoría de estos abusos se perpetraron en las escuelas de Casp y Sant Ignasi de Sarrià –ambas en Barcelona–, que en conjunto suman 118 denuncias del total. Aún así, desde la orden religiosa admitían que son "plenamente conscientes" de que estos datos no representan el total de víctimas.