El Reino Unido aprueba la vacuna de Oxford/AstraZeneca

El regulador británico insta a vacunar con una primera dosis a la máxima cantidad de población de riesgo posible

Quim Aranda
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xford and AstraZeneca vaccine representation

LondresLa vacuna contra el coronavirus diseñada por científicos del Jenner Institute de la Universidad de Oxford, y que produce para todo el mundo la farmacéutica anglosueca AstraZeneca, ha sido aprobada este martes por la mañana para su uso en el Reino Unido, que se ha convertido en el primer país del mundo que la aprueba. Se trata, además, del segundo prototipo que se autoriza en las islas Británicas, después de que a primeros de diciembre lo fuera lo de Pfizer/BioNTech, que ya ha sido administrada a más de medio millón de personas.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios británica (MHRA, por sus siglas en inglés) autoriza el uso para administrar dos dosis completas por persona, dejando de lado, de momento, la posibilidad de aplicar primero media y al cabo de tres semanas una entera, método que, de acuerdo con una rama del ensayo clínico, ofrecía más porcentaje de inmunización (90%) que la inyección de dos dosis enteras con un intervalo de tres semanas (62%). Los datos del primer caso, 2.741 sujetos, se han considerado de momento insuficientes en relación con las del segundo (11.636) para recomendar este método a la hora de inmunizar a la población general.

Pero la MHRA ha aconsejado a las autoridades británicas que la primera dosis se aplique masivamente a cuanta más población de riesgo mejor, en lugar de esperar a tener la producción asegurada para poder aplicar las dos dosis a todos los vacunados en el transcurso de las tres semanas preceptivas, que es el plazo general que se siguió durante los ensayos clínicos. Harán falta dos dosis para conseguir la inmunización más completa, pero el intervalo entre el momento de recibir la primera y la segunda será de entre cuatro y doce semanas.

Esta postura está avalada por dos razones. Por un lado, y teniendo en cuenta la gravísima evolución de la epidemia en el Reino Unido, ninguno de los voluntarios que recibió una primera dosis desarrolló los síntomas más graves de la enfermedad. Se opta así por una alternativa que permita bajar los niveles tanto de contagios como, especialmente, de pacientes que colapsen los servicios de urgencias de los centros hospitalarios. Por otro, de acuerdo con los datos facilitados por el regulador, hay bastantes pruebas de que cuanto más largo fue el plazo entre la primera y la segunda dosis más eficacia mostró la vacuna. En principio, pues, la MHRA cree que de este modo se podría aumentar todavía más la eficacia ya comprobada del 62% con dos dosis completas.

La de Oxford es una vacuna de mucho más fácil conservación y manipulación –se puede preservar a temperaturas de frigorífico convencional, entre 2 y 8 grados– que la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna –esta última ha sido autorizada, de momento, en los Estados Unidos, y puede serlo en breve tanto en el Reino Unido como en la Unión Europea–, y podría suponer un punto de inflexión en la lucha contra la pandemia que está en el mundo y también especialmente en el Reino Unido en unos momentos dramáticos.

Este lunes, de hecho, el país ha superado por primera vez los 50.000 casos en 24 horas (53.125), y este mediodía se prevé que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, anuncie medidas todavía más restrictivas para buena parte de Inglaterra. Ayer a la tarde, además, el sistema público de salud de Londres mandó un mensaje a todos los residentes para que traten de evitar solicitar el servicio de ambulancias salvo en casos de extrema urgencia, ante el casi colapso que sufre, igual que buena parte de los hospitales de la capital británica.

La aprobación de la vacuna de Oxford se esperaba que fuera inminente y Londres ya tiene previsto un dispositivo especial, con la participación del ejército, para empezar el despliegue a partir de la semana que viene. La pretensión es vacunar cada semana dos millones de personas. Oxford/AstraZeneca había anunciado que podría entregar al gobierno británico cuatro millones de dosis antes de que acabara el año, que ya tiene producidas y a la espera de la autorización del regulador. La farmacéutica ha asegurado, también, que puede producir a lo largo del 2021, en las diez plantas con que ha previsto la fabricación, hasta 3.000 millones de dosis.

El prototipo de Oxford-AstraZeneca se diseñó durante los primeros meses del 2020, poco después de que las autoridades chinas hicieran pública la secuencia genética del SARS-Cov-2, se probó en el primer voluntario en el Reino Unido en abril y desde entonces ha pasado por ensayos clínicos a gran escala con miles de personas de países como Brasil, India, Sudáfrica, Reino Unido e Italia.

La vacuna de Oxford, llamada ChAdOx1 nCoV-19, usa una versión inofensiva y debilitada de un virus común que causa el resfriado en los chimpancés. Los investigadores ya habían utilizado esta tecnología para producir vacunas contra varios agentes patógenos, incluida la gripe, el Zika y el síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS). El virus se modifica genéticamente de forma que es imposible que crezca en humanos. Los científicos han transferido a la vacuna las instrucciones genéticas para evitar que la proteína espiga, específica del coronavirus y que necesita para invadir las células, se desarrolle en el cuerpo humano.

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