Cada vez menos religiosos: más del 50% de los menores de 34 años no son creyentes

La mayoría de los alumnos eligen asignaturas alternativas a la religión y los contribuyentes que destinan dinero a la Iglesia caen a mínimos históricos

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Hungria Panadero, ninguno de proyectos de la Fundación  Ferrer y Guàrdia, Joan Francesc Pont, presidente de la Fundación  y Josep Mañé, coordinador de proyectos, durante la presentación del estudio

BarcelonaLas nuevas generaciones son cada vez menos creyentes y en los últimos años la tendencia se ha acelerado. A pesar de que un 61% de la población del Estado se considera todavía religiosa, entre los jóvenes el porcentaje cambia y más de la mitad de los ciudadanos de menos de 34 años se consideran agnósticos o ateos. De hecho, el porcentaje de personas no creyentes es más acentuado todavía entre los adultos de entre 18 y 24 años, con un 63,5%. Es la principal conclusión del estudio La laicidad en cifras de la Fundación Francesc Ferrer i Guàrdia que, a partir de los datos del CIS, hace una radiografía sobre la adscripción religiosa en España.

Hay tres datos más que, según los autores del estudio, apuntalan este crecimiento del agnosticismo y el ateísmo: cada vez son más numerosos los alumnos en todas las etapas escolares que optan por asignaturas alternativas a la religión, solo uno de cada diez de los matrimonios que se celebran son religiosos y los contribuyentes que marcan únicamente la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta disminuyen a un mínimo histórico de un 11%. Este descenso de las asignaciones, sin embargo, no se ha traducido en una disminución de los ingresos de la Iglesia católica porque las personas que destinan el 0,7% de los impuestos son también las que tienen más capacidad adquisitiva.

El presidente de la fundación, Joan-Francesc Pont, apunta que a pesar de que entre los mayores de 35 años todavía son más las personas que se declaran creyentes que las que no, "habría que ver cuántos lo son al 100%" o cuántos profesan únicamente por una cuestión de "tradición familiar". En este sentido, apunta que cada vez es más presente entre la sociedad un concepto de "religión a la carta", en el cual las personas, más que ser creyentes, seleccionan aquellos conceptos que más les interesan de una confesión y abandonan otros.

La pandemia, ¿un acelerador?

El último estudio de la Fundación Francesc Ferrer i Guàrdia también ha detectado un punto de inflexión en el crecimiento del número de personas no religiosas a partir de la pandemia. En concreto, desde marzo del 2020 los datos del CIS detectan un incremento de un 10% de las personas encuestadas que se declaran no agnósticas o ateas. Josep Mañé, el coordinador de proyectos de la fundación, explica que el cambio se puede haber debido a que con el confinamiento y el teletrabajo los encuestadores del CIS han encontrado "más personas y más varias" para contestar la encuesta, que acontecería una radiografía más "real" de la religiosidad de las que se habían hecho hasta ahora. A pesar de todo, no descarta que "la coyuntura anómala de la pandemia haya provocado un cambio de opciones de conciencia".

El investigador advierte que todavía es pronto para concluir que la pandemia sea el factor determinante de un mayor crecimiento del ateísmo y el agnosticismo. En cambio, considera que otros factores como los casos de abusos sexuales destapados en la Iglesia en los últimos años no han tenido que ver con estos datos. En todo caso, Mañé concluye que, coincidiendo con la llegada del virus, las tendencias de los últimos años se han "acelerado".

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