Las restricciones se extienden a buena parte del Estado
Más de la mitad de las comunidades autónomas limitan la actividad en la hostelería, la restauración y el ocio nocturno
MadridCon los contagios disparados, las restricciones para hacer frente a esta sexta oleada de la pandemia se han extendido como una mancha de aceite a medida que han ido pasando los días. Catalunya decretó el toque de queda antes de Navidad y en las últimas horas Canarias también se ha sumado a la petición, a la espera de que la justicia la valide. No se había sumado al toque de queda Murcia, pero sí que desde la semana pasada la comunidad ha decretado el cierre de todas las actividades no esenciales a partir de la una de la madrugada. En una línea similar, en las últimas horas comunidades como Aragón, Asturias, Galicia, la Rioja, Navarra y también el País Vasco han optado por cerrar la hostelería a partir de las doce o la una de la madrugada para intentar limitar la actividad social.
Esta limitación horaria tendrá excepciones en algunas comunidades, como Aragón o Galicia, donde el ocio nocturno se puede alargar hasta las dos de la madrugada y, de cara a la noche de Fin de Año, en el territorio aragonés la hostelería y la restauración también podrán cerrar a esta hora. En cambio, en zonas como el País Vasco, la restricción de horarios ha ido acompañada también de una limitación de aforos en bares y restaurantes, que tendrá que ser de un 60% con grupos de 10 personas como máximo.
Además de las restricciones horarias en bares y restaurantes, también ha habido regiones que han ampliado la obligatoriedad del pasaporte covid. Es el caso de la Rioja, por ejemplo, uno de los territorios que lidera la incidencia de contagios (sobrepasa los 2.000 por cada 100.000 habitantes), donde este certificado, además de la restauración, también será obligatorio –si lo avala la justicia– para entrar en gimnasios, hoteles o instalaciones deportivas cerradas. La Comunidad de Madrid, a pesar de seguir al frente del ranking de contagios y tener el sistema sanitario saturado, es de las pocas comunidades que siguen sin adoptar ninguna restricción –tampoco lo han hecho Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, que han recomendado limitar las reuniones sociales.
