43 muertes atribuibles al calor en una semana en Cataluña

BarcelonaEl calor histórico que afecta al país este mes de junio ha tenido también una consecuencia directa sobre la salud de la población. Entre el 1 y el 30 de junio, el Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III –la única herramienta que permite radiografiar casi en tiempo real las muertes que ocurren a diario en el Estado– estima que murieron 43 personas en Catalunya por causas atribuibles al aumento de las temperaturas. En concreto, las defunciones se produjeron entre el 22 y el 30 de junio, coincidiendo con los picos más elevados de temperatura. "Nunca habíamos tenido un mes de junio con estas temperaturas extremas tan mantenidas: es evidente que veremos un repunte de la mortalidad en este periodo, ya ver qué ocurre en julio y agosto", avisa el subdirector general de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de Salud Pública de la Generalitat, Jacobo Mendioroz.

A partir de la media de las temperaturas máxima y mínima de Cataluña, y comparándolas con datos históricos, los expertos pueden saber si el calor tendrá un impacto directo en la mortalidad, sobre todo entre personas frágiles como las de edad avanzada, los niños o las que tienen problemas neurológicos. Las alarmas se encienden cuando se sobrepasa la media de los últimos años. En los últimos dos años, por ejemplo, este umbral se superó algunos días de verano y después se comprobó que, en efecto, las curvas de mortalidad fueron más pronunciadas. Ahora bien, tanto en 2024 como 2023 este pico de temperatura se alcanzó a mediados de julio y fueron episodios inferiores a los cinco días, mientras que este 2025 ya se ha producido en junio y ha sido mucho más prolongado que en años anteriores. Por todo ello, Mendioroz asegura que es esperable que acaben confirmando un aumento de la mortalidad a raíz del calor.

Según los datos del MoMo, que reportan directamente los gobiernos autonómicos, 22 de las víctimas catalanas de este mes eran mujeres y 21, hombres. Por edades, todos tenían más de 65 años (si bien existe una defunción en la franja que va de los 45 a los 65 años). En 21 de los casos tenían más de 65 años y en trece, más de 85 años. Mendioroz explica que a partir de los 75 años las personas son más vulnerables a las altas temperaturas y representan el gran grosor de las personas que acaban muriendo por culpa del calor, mientras que las insolaciones y golpes de calor que acaban en muerte representan "un porcentaje muy bajo", ya que son "casos aislados", sostiene el experto.

Jordi Mestres, médico de familia y vocal de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), explica que también ha habido un incremento de personas que han ido de urgencias por malestar general, descompensaciones de enfermedades cardiovasculares, mareos y desmayos que pueden relacionarse con las altas temperaturas de los últimos. Pese a este repunte de pacientes, no hay datos asistenciales disponibles y Mestres cree que "costará tener un dato real", ya que en el registro en el sistema de salud no se indica si el motivo de la atención son las altas temperaturas. "A veces ponemos mareo o pérdida de conocimiento, no ponemos que es el calor, por lo que puede quedar infraestimado", avisa el experto.

Diferencias por comunidades autónomas

Las 43 muertes entre el 22 y el 30 de junio en Catalunya son idénticas a las notificadas por la Comunidad de Madrid en este periodo, superando ligeramente a las 34 de Galicia. Por demarcaciones, en Barcelona se han atribuido 19, mientras que en Girona 9, en Lleida 3 y en Tarragona, 12. En junio del año pasado, en cambio, no se registró ninguna defunción relacionada con el calor en Catalunya. Mendioroz aclara que, de momento, estos datos son estimaciones y que se necesitan unas semanas más para analizar bien los datos y determinar cuántas personas han muerto durante este pico de calor de junio. "Es evidente que en el momento en el que suben las temperaturas también lo hace el exceso de mortalidad", concluye.

El MoMo es un sistema de alcance estatal de notificación de defunciones a las diferentes comunidades autónomas (Cataluña tiene una media de retraso de tres días) que compara la cifra de muertes prevista para cada territorio durante un período de tiempo con los registros más actualizados de defunciones. En caso de que las muertes que se producen [muertos observadas] superen las que se esperan [muertos queridas] se produce una sobremortalidad o exceso de muertes. Además, este sistema también diferencia cuáles de estas defunciones corresponderían a cambios de temperatura, es decir al calor en verano y al frío en invierno.