48 horas muerto en un aseo: la familia de Manuel reclama 200.000 euros en el Vall d'Hebron

BarcelonaManuel entró en el Hospital Vall d'Hebron en octubre del 2020 por unos análisis y ya no salió nunca más. Tenía 89 años, era diabético y sólo tenía un riñón. Tras hacerle la extracción de sangre, le dieron un bote para recoger también una muestra de orina y le indicaron dónde estaban los lavabos. Una vez dentro sufrió un bajón multiorgánico, era grande y tenía varias enfermedades crónicas, lo que le provocó la muerte al instante. Sin embargo, su cuerpo no se encontró hasta dos días más tarde, después de que su familia denunciara su desaparición y los Mossos d'Esquadra revisaran las cámaras de seguridad y comprobaran que el hombre nunca había salido del centro. Ahora, después de esas 48 horas fatídicas desde que el paciente entró en el centro para realizar una prueba rutinaria hasta que la policía localizó el cadáver, sus familiares reclaman al Instituto Catalán de la Salud (ICS) una indemnización de 200.508 euros por daños y perjuicios.

La Comisión Jurídica Asesora, el órgano consultivo de la Generalitat, acepta parcialmente la petición de los afectados por daños morales, pero rebaja la cantidad a unos 9.000 euros, según ha avanzado El País y ha confirmado el ARA. Por otra parte, el ICS asegura que la "cuestión se está evaluando en un procedimiento administrativo que permanece abierto", por lo que no entrará en detalles "por cuestiones de privacidad". La familia considera que se citó al paciente a una hora imprudente (a las 13 horas) al ser una persona de edad avanzada y sufrir diversas enfermedades, y sostiene que nadie de la unidad le controló como si fuera un paciente de riesgo ni se desplazó a los baños para asegurar que estuviera bien. "Hubo una falta de supervisión y cuidado por parte del personal del hospital", aseguran.

Además, los familiares afirman que nadie revisó las instalaciones pese a sus advertencias ni limpiaron el lavabo durante más de 50 horas. También lamentan el "daño, angustia y sufrimiento" al que estuvieron expuestos durante las 48 horas en las que estuvieron buscando, sin éxito, Manuel. Por todo ello, afirman que ha habido "un mal funcionamiento de los servicios públicos sanitarios, y, como resultado del funcionamiento anormal, se ocasionó la muerte del paciente", por lo que hubo "una innegable y directa relación de causalidad entre la actuación de la administración y el fallecimiento". De hecho, la familia dice que tras el funeral la dirección del centro les citó para darles explicaciones de los hechos y "todos convinieron en admitir que todo había fallado y pidieron perdón".

Angustia e incertidumbre

En cuanto a la Comisión Jurídica Asesora, en el dictamen sostiene que "no cabe duda de que la parte reclamante ha sufrido un daño efectivo, evaluable económicamente e individualizado" en forma de daño moral por la muerte del familiar. Ahora bien, defiende que la cifra de la indemnización debe ser de 8.718,66 euros al considerar que "la documentación médica no demuestra ninguna mala praxis vinculada con el resultado fatal", ya que "la asistencia prestada se ajustó" a la ley. El órgano consultivo considera que la función de custodia y vigilancia del paciente correspondía a la familia y no al personal médico, y que la competencia para la investigación de la desaparición correspondía a los Mossos d'Esquadra y no al hospital. Eso sí, cree que se ha provocado a sus familiares un daño moral, por la angustia y la incertidumbre sufridas durante los dos días en los que su familiar estuvo desaparecido. Por todo ello, la comisión estima rebajar la indemnización a unos 9.000 euros, de los que 2.000 euros deben ser para cuatro de sus familiares y 1.000 euros para otro.