Salud

Las células grasas no olvidan la obesidad y pueden ser el motivo del efecto rebote

Un estudio plantea una explicación genética detrás de esta enfermedad incluso después de la cirugía bariátrica

Una persona obesa, en una imagen de archivo
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BarcelonaA menudo las personas que padecen obesidad son señaladas por su supuesta falta de voluntad a la hora de tener hábitos saludables, culpabilizadas por no esforzarse lo suficiente para cambiar dietas y perder peso o, en el caso de haberse sometido a una cirugía bariátrica, por no ser constantes en el ejercicio físico. Su complejidad intrínseca ha hecho que esta enfermedad esté fuertemente estigmatizada y que, pese a que ya afecta a casi uno de cada cinco adultos catalanes –una de cada ocho personas en el mundo–, su abordaje sanitario es todavía muy deficitario.

Se estima que sólo un 10% de los afectados pueden recibir un tratamiento especializado, y acceder a ellos no es tampoco una garantía, ya que muchos experimentan el llamado efecto yo-yo, que les hace recuperar el peso perdido un tiempo después. Investigadores de todas partes no sólo buscan terapias y fármacos innovadores para cerco a esta patología cada vez más prevalente –el ejemplo paradigmático es el Ozempic–, sino también explicaciones para conocer qué se esconde detrás. Es decir, qué explica que haya personas con mayor riesgo de sufrir obesidad o con mayores dificultades para controlarla. Este lunes investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrico (Suiza) han publicado un estudio en Nature en el que proponen que esta susceptibilidad la producirían modificaciones epigenéticas de las células del tejido adiposo (adipocitos) que perduran en el tiempo "BK_SLT_LNA" , destaca el líder del estudio, el experto en epigenética Ferdinand von Meyenn. coloquialmente como grasa, el tejido adiposo conserva una especie de memoria de la obesidad que persiste después de la pérdida de peso, según el equipo suizo. Es decir, que la clave para entender la cronicidad de la enfermedad –i la necesidad de prevenir complicaciones secundarias como la diabetes tipo 2 o la enfermedad del hígado graso– debería buscarse en los cambios epigenéticos. estos pequeños marcadores químicos característicos no alteran el funcionamiento del ADN –qué debe hacer cada órgano–, pero sí regulan la forma en que los genes se expresan y se comportan y, por tanto, pueden predisponer a sufrir obesidad a largo plazo .

La secuencia de los componentes básicos ha evolucionado a lo largo del tiempo y la epigenética se hereda, pero estos marcadores son dinámicos y están condicionados también por factores ambientales, hábitos alimenticios o el estado del organismo que pueden modificarlos a lo largo de la vida. “La epigenética dice a una célula qué tipo de célula es y qué debe hacer ", explica Laura Hinte, una de las firmantes del estudio. Para demostrar esta rápida recuperación de los depósitos de grasa, los investigadores utilizaron células de grasa de ratones y de humanos. Los científicos suizos observaron que en los roedores que presentaban estos marcadores epigenéticos a las células adiposas por inducción de obesidad recuperaban el peso más rápido cuando volvían a tener acceso a una dieta rica en grasas. ~ ¿Cómo lo vieron? Los animales presentaban cambios en la forma en que el ADN se copia en el ARN, el proceso que regula la expresión génica. En humanos, el estudio incluyó a 18 individuos sin obesidad y 20 que se habían sometido a una cirugía bariátrica y habían perdido al menos un 25% de su índice de masa corporal (IMC). tomaron muestras de estos afectados tanto antes como después de la intervención y también observaron que se producían cambios en los genes o en los procesos moleculares que defienden el organismo de la pérdida de peso.

Reiniciar la memoria

"Las implicaciones en el mundo real [de este estudio] son ​​significativas. El estudio destaca la base biológica de la recuperación de peso, reduce el estigma y enfatiza la necesidad de intervenciones de apoyo a largo plazo. También abre vías para terapias dirigidas, para medicamentos o edición epigenética, por reiniciar la memoria del tejido adiposo y mejorar el mantenimiento de la pérdida de peso", valora en declaraciones a SMC José Ordovás, director de nutrición y genómica en la Universidad Tufts de Boston (EE.UU.) y miembro del Centro de investigación biomédica en fisiopatología de la obesidad y la nutrición (Ciberobn) del Instituto de Salud Carlos III. Con todo, recuerda que esta investigación no establece causalidad entre los cambios epigenéticos y la recuperación de peso y subraya que son necesarias más investigaciones para confirmar los mecanismos subyacentes. a corto plazo, que puede recuperarse con el tiempo (por lo menos durante dos años) y que se conoce como el efecto yo-yo. cambio, continúa el investigador principal, si en el futuro se actuara sobre los cambios en las células adiposas "se podría mejorar el control del peso y la salud a largo plazo" Ordovás coincide: "Las estrategias personalizadas de control" del peso podrían basarse en el perfil genético y epigenético de un individuo, mientras que las políticas de salud pública podrían priorizar la prevención y la intervención temprana para evitar el establecimiento de una memoria obesógena".

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