Cuidado con el habitante más peligroso de tu armario de verano: la chancleta

Con la llegada del calor, los pies buscan libertad. Las altas temperaturas invitan a descalzarse ya optar por calzado ligero. Pero no todo vale. La comodidad aparente de las chancletas esconde riesgos que muchas personas desconocen. Expertos del Colegio de Podólogos de Catalunya advierten que este tipo de calzado, tan habitual durante los meses de verano, puede convertirse en el silencioso enemigo de nuestros pies.

El problema radica en su diseño: generalmente plano, sin una sujeción adecuada y con una sola fina. Este tipo de estructuras obliga a los dedos de los pies a hacer un sobreesfuerzo constante para mantener la chancleta en su sitio, lo que puede derivar en patologías como dolor en el talón o en la zona del antepié. Ahora bien, esto no significa que no tengan que utilizarse nunca. Las chancletas tienen su sitio: la piscina, la playa o trayectos muy cortos.

Ante los riesgos, los podólogos coinciden en que el mejor calzado para el verano es aquel que combina frescura, comodidad y una buena sujeción. No se trata de renunciar a la ligereza ni a la transpirabilidad, sino elegir un modelo que disponga de una sola firme, ancha y flexible. Además, incluirá una plantilla que estabilice el talón y un sistema de sujeción que mantenga el pie en su sitio.

Elegir unas chancletas puede parecer una decisión inocente. Pero no lo es. En un verano lleno de caminatas, escapadas o largos paseos urbanos, contar con un calzado adecuado es mucho más que una cuestión de estilo: es una medida de salud. Tus pies y tu cuerpo te lo agradecerán.