Hasta 200.000 euros por la cabeza del Bubito: así se ordenó la ejecución a tiros de un estibador en Montgat
El detonante del asesinato de David Caballero fue la enemistad con el líder del mayor cártel de la droga en Catalunya

BarcelonaJC, conocido con el mote de Lucky, es en prisión. Lleva meses, que está ahí, pero eso no le ha impedido, según la Guardia Civil, seguir liderando el cártel "mayor" de la droga en Catalunya, con epicentro en El Prat de Llobregat. Su clan, desarticulado por la policía española hace unas semanas, era uno de los que dominaban la entrada de cocaína por el puerto de Barcelona. También desde la cárcel, Lucky supuestamente habría ordenado un asesinato. Su causa era por narcotráfico, pero ahora los juzgados también le investigan a él ya otros cuatro colaboradores por conspiración para asesinar.
David Caballero, conocido con el mote de Bubito, siguió el martes 15 de noviembre su rutina habitual. Dejó a su hijo pequeño en la escuela, en Montgat, y después paró a desayunar en el bar de enfrente. Se sentó en la terraza. De repente, un hombre le dio un disparo por la espalda. Luego, el asesino se subió a una moto que le esperaba y huyó. El Bubito nunca había sido condenado por narcotráfico, pero su nombre aparecía a menudo en las investigaciones policiales sobre los clanes de la droga del puerto, donde muchos años fue estibador.
Su nombre, antes de que fuera ejecutado a tiros, también aparecía en las escuchas telefónicas de la Guardia Civil sobre el clan de Lucky y los suyos por la causa judicial instruida por narcotráfico. Lucky y Bubito se conocían, hasta el punto de que el primero había vendido una casa al segundo en Cabrera de Mar. Sin embargo, la relación se fue deteriorando, y la banda de Lucky puso a Bubito en el punto de mira. Esto es lo que se extrae de las escuchas telefónicas, avanzadas por El País y La Vanguardia ya las que ha tenido acceso el ARA.
En el punto de mira
¿Qué hizo enfrentar a Lucky y Bubito? En primer lugar, el segundo aún debía dinero al primero de la compraventa de la casa. Segundo, el clan de Lucky sospechaba que Bubito era un confidente de la policía y también que estaba realizando operaciones de cocaína con clientes que eran suyos. Todo ello desemboca en octubre de 2024, mes y medio antes del asesinato. Aquí se empieza a hablar de "agredir al de la casa", en referencia al Bubito.
"Desde principios de noviembre se habla del desplazamiento hasta un lugar indeterminado de varias personas (presumiblemente sicarios de nacionalidad albanesa), que podrían ser las encargadas de ejecutar las órdenes dadas por Lucky y, dado el precio pagado, 200.000 euros, se podría considerar que esta sería la tarifa. Es decir, que la agresión pasó a ser una ejecución presuntamente en manos de dos sicarios –que aún no se han detenido– por un precio de 200.000 euros.
Más luz
Pocos días después, se cometía el asesinato en plena calle del Bubito. La investigación la pilotan los Mossos d'Esquadra y la instruye el juzgado de Badalona. La policía catalana también vinculaba el crimen a una venganza por un conflicto de drogas en el puerto, tal y como ha explicado el ARA en varias ocasiones. Ahora, estas escuchas de la Guardia Civil aún ponen más luz.
En el operativo contra la banda de Lucky, la Guardia Civil detuvo a 25 personas e intervino 6 millones de euros del tráfico internacional de cocaína, que entraba por el puerto. Se llegaron a intervenir 7.000 kilogramos que se movían escondidos en contenedores marítimos de fruta tropical o maquinaria pesada.
Los narcotraficantes también estaban armados hasta los dientes: durante la investigación, la policía encontró 48 armas de fuego, incluyendo un fusil de asalto AK-47 (también conocido como kaláshnikov), armas largas automáticas, subfusiles de asalto, subfusiles de asalto,. Todo ello acompañado de una gran cantidad de munición.