Acepta siete años de cárcel por haberle cortado el pene a la pareja en un bar de Sant Andreu de la Barca
Las partes llegaron a un pacto de conformidad antes del juicio que incluye una indemnización de 250.000 euros
BarcelonaLa mujer acusada de cortar el pene a la pareja en un bar de Sant Andreu de la Barca ha confesado estos hechos durante la primera y única sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona. Las partes llegaron a un acuerdo de conformidad antes del inicio de la sesión y la mujer aceptó una condena de siete años de cárcel por un delito de lesiones agravadas y pagar una indemnización de 250.000 euros a la víctima por las secuelas físicas y psicológicas. La mujer llevaba dos años en prisión preventiva, que se le descontarán de la condena definitiva de siete años.
Los hechos se remontan en mayo del 2021 en un restaurante de Sant Andreu de la Barca. Ambos mantenían una relación sentimental desde el 2017, cuando la mujer entró a trabajar en el bar propiedad del hombre, y vivían juntos desde el 2019. Pero el hombre estaba casado y tenía hijos en su país de origen, en el subcontinente indio. Sobre las 22.30 horas del 21 de mayo del 2021, el hombre se dirigió al bar para ayudarla a cerrar, como solía hacer, pero ella insistió en quedarse y cenar en el establecimiento.
En el juicio, la mujer ha aceptado que después de cenar fue ella la que insistió en mantener relaciones sexuales en el restaurante. Al principio él se negó, pero, después de que ella le propusiera hacerle una felación, el hombre acabó aceptando. Cuando se volvió al sofá, ella le tapó los ojos con un trapo y le dijo que no podía quitárselo porque le daba vergüenza. Luego, le practicó una felación durante unos cuatro minutos y, a continuación, aprovechando que el hombre no veía nada, cogió un cuchillo de cocina y le cortó el pene.
Secuelas
El hombre empezó a sangrar abundantemente, y lo primero que hizo fue poner en marcha las cámaras de seguridad, que había apagado para que no grabaran las relaciones sexuales. Aunque la mujer lo intentó impedir, el hombre logró marcharse del local e intentar llegar al hospital andando. Por último, a medio camino acabó llamando a emergencias. Por esa agresión, el hombre sufrió una amputación completa del pene. Las lesiones requirieron 153 días de estabilización y tratamiento médico quirúrgico. Además, sufre varias secuelas, como imposibilidad de mantener relaciones sexuales. Ahora está pendiente de realizarse varias operaciones para implantarse una prótesis de pene. En un inicio la mujer declaró que agredió al hombre porque quería violarla, aunque se ha desmarcado de este relato durante el juicio.
Durante el juicio la mujer se mostró arrepentida, y en el último turno de palabra pidió a los jueces que le "dejen hacer una vida normal" porque tiene un hijo. Por este motivo ha pedido no volver a prisión con la promesa de respetar la ley y pedir perdón a la víctima.
