Un cadáver flotando en el río y un conflicto entre ladrones: un detenido por el crimen del Baix Ebre
Los Mossos investigaban la desaparición de un hombre moldavo en Semana Santa
BarcelonaLos cuerpos humanos, justo después de morir, se hunden. Al cabo de unos días, cuando la descomposición comienza a ser una realidad, el cadáver vuelve a subir a la superficie y flota como si acabara de caer al agua y no hubiera pasado horas y horas en el fondo del río. Éste es el proceso exacto que vivió un hombre moldavo de 45 años que desapareció a finales de marzo, durante el fin de semana de Pascua, y apareció un mes después flotando en el río Ebro, a la altura de Campredó (Baix Ebre ), en un avanzado estado de descomposición. La autopsia determinó que la suya fue una muerte violenta (tenía lesiones en el cuerpo) y los Mossos d'Esquadra pasaron de investigar su desaparición en intentar saber quién le había matado.
Antes de que apareciera su cadáver, la policía catalana ya pensaba que aquel hombre no había desaparecido de forma voluntaria. Tenía antecedentes y los Mossos sospechan que formaba parte de un grupo que, sobre todo, se dedicaba a los robos. Y en medio de todo ello había una coincidencia demasiado sospechosa para ser una simple carambola: un compatriota suyo, presuntamente vinculado al mismo grupo de ladrones, se había esfumado al día siguiente de que la víctima fuera vista por última vez con vida. Además, había pasado por su casa y había cogido 30.000 euros. Este martes, tal y como ha avanzado El Caso y ha podido confirmar el ARA, los Mossos detuvieron a este hombre por su presunta relación con el crimen. Sin embargo, todavía no está claro que él sea el supuesto autor material del homicidio.
Según fuentes consultadas por este diario, la acción se remonta al fin de semana de Pascua en una masía del Ebro donde se reunieron varios miembros de esta banda. Se bebió alcohol y la principal hipótesis policial es que todo acabó con un hombre muerto que posteriormente arrojaron al río para borrar a su rastro. Ahora, los Mossos investigan cómo una aparente celebración acabó con un cadáver en el Ebro y no descartan nuevas detenciones.
Las Tierras del Ebro vivieron una Semana Santa manchada de sangre. Al crimen del hombre moldavo de 45 años se suma el feminicidio de Thais, una mujer a la que su expareja asesinó y descuartizar en un domicilio de Amposta. Cada día fue echando partes de su cuerpo en varios contenedores y los Mossos los recuperaron todos después de revolver durante varios días el vertedero municipal. El hombre poco después de ser detenido confesó el crimen.