Violencia machista

El cadáver de "la mujer de rosa" hallado hace 20 años en Viladecans era de una joven rusa

Interpol aún trabaja para saber quiénes eran dos de las cuatro víctimas sin identificar encuentros en Catalunya en los últimos años

La ficha facilitada por Interpol
ARA
25/09/2025
3 min

BarcelonaEl cadáver sin identificar de la conocida como "la mujer de rosa", que encontró el 3 de julio del 2005 a un taxista en Viladecans, corresponde a una chica de 31 años de origen ruso, según informó este jueves la dirección general de la Policía Nacional en un comunicado. La identificación ha sido posible gracias a la campaña impulsada por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) Identify Me, que ya ha ayudado a saber quiénes eran varias mujeres que aparecieron muertas en circunstancias sospechosas en las últimas décadas en toda Europa. Todas las víctimas se pueden localizar en este enlace.

El 3 de julio del 2005 un taxista descubrió el cadáver de una mujer en una carretera de Viladecans. El cuerpo presentaba indicios de que la muerte había sido violenta y se determinó que le habían trasladado a la carretera unas 12 horas antes del hallazgo. La mujer medía aproximadamente 1,60 metros de altura, tenía la piel clara, los ojos azules y el pelo castaño y ondulado. Toda su vestimenta (el pantalón, el top con estampado floral y las sandalias) era de color rosa, lo que propició que se la conociera con el apodo de "la mujer de rosa".

Las investigaciones iniciales no permitieron establecer su identidad y el caso estuvo sin resolver durante casi dos décadas. Ahora se ha logrado poner nombre y apellidos a la víctima, tras varias comparaciones de material identificativo recibido por la Interpol en Madrid desde Turquía, desde donde remitieron unas impresiones dactilares que constaban en sus bases de datos y que podrían pertenecer a esa mujer. Además, las autoridades rusas pudieron realizar la comparación del perfil genético de la víctima con una hermana.

Identify Me se activó cuando había 46 cadáveres de mujeres sin nombre, cuatro de ellas encontradas en Catalunya. Dos de ellas ya se han identificado, después de que en marzo se consiguiera saber quién era la mujer que apareció muerta en el 2018 en una masía de Sant Julià de Ramis. Se llamaba Ainoha Izaga Ibieta, tenía 33 años y era originaria de Paraguay. Su caso se conocía como "la mujer del cobertizo".

Dos casos abiertos

Interpol también intenta poner nombre a otras dos víctimas que aparecieron en Catalunya. El primer caso se remonta al año 1999. En la habitación de un hotel de Premià de Mar, en el Maresme, se encontró muerta a una mujer de entre 23 y 25 años. Estaba desnuda, tenía las manos atadas y varios signos de violencia en el cuerpo. Nadie sabía ni cómo se llamaba ni de dónde estaba. Medía 1,70 metros de altura y tenía los ojos azules. Sí se sabe que se hospedaba en el hotel con un hombre blanco, de entre 25 y 30 años y de 1,65 a 1,70 cm de altura. Según varios testigos, hablaba francés e inglés y podría haber venido, junto a su pareja, de Ginebra o de una ciudad a unos 10 km con la palabravillea su nombre. Es todo lo que se sabe de este caso y la Interpol pide la colaboración ciudadana para identificar a la víctima y encontrar al asesino.

Reconstrucción facial de la víctima de Premià.

El siguiente caso sin resolver es del 2003. En un camino rural de Malgrat de Mar descubrieron el cuerpo sin vida de una mujer de entre 25 y 30 años. Tenía múltiples heridas en el cuerpo y en la cara y, según las exploraciones forenses, llevaba 12 horas muerta. De nuevo, nadie sabía quién era y nadie le había echado de menos. Un pequeño detalle puede ser clave en este caso: la mujer llevaba en la mano derecha un símbolo hindú que se conoce como símbolo de olmo. Los investigadores pensaron que podría ser una persona de nacionalidad bengalina, ya que también llevaba pulseras de esta cultura en muñecas y tobillos. Medía 1,60 metros de altura y llevaba un jersey de lana carmesí.

Reconstrucción facial de la mujer que apareció en una carretera de Malgrat.
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