Sucesos

Casas de lujo, escuelas privadas y muchos viajes: los narcos iraníes que querían establecerse en el Maresme

La policía detiene a 14 personas y desmantela hasta 7.000 plantas de marihuana

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Barcelona"Nos sorprendió que tuvieran pasaportes holandeses y fueran de origen iraní", admiten desde los Mossos d'Esquadra. No es frecuente (de hecho, casi es la primera vez dejando de lado algún caso menor) que la policía detecte clanes iraníes intentando establecerse en Catalunya con el negocio de la marihuana. Dicen que suelen haber bandas del este de Europa, o de Sudamérica, pero no de Irán. Y eso que estaban "en su momento de máximo esplendor", explica el subinspector David, agente de la Unidad Territorial de Investigación de la Región Metropolitana Norte. Junto con la Policía Nacional, los Mossos han desarticulado este grupo criminal iraní con 14 detenciones, entre ellas la de los jefes de la banda.

Estaban en su momento de máximo esplendor porque vivían en casas inmensas y llenas de lujo a lo largo del Maresme, pero aisladas de todo. Piscina, gimnasio, vistas al Mediterráneo... "Eran casas de película", dice el subinspector de los Mossos. Llegaban a pagar entre 70.000 y 80.000 euros en alquiler al año. Más de 6.000 euros al mes. Y aún les quedaba dinero para comprar colecciones de coches de lujo de marcas diferentes y llevar a sus hijos en escuelas privadas. Y viajar. Mucho. A menudo iban a Baleares y también frecuentaban Arabia Saudí, Qatar y Dubai. Éste fue, precisamente, el punto de partida de la investigación policial. Los Mossos detectaron que un grupo de iraníes, casi todos de la misma familia, estaban alquilando casas de lujo sin tener ningún trabajo ni ingreso conocido.

De eso hace tres meses y la policía catalana descubrió que la Policía Nacional también estaba investigando a este grupo, así que crearon un equipo conjunto. También preguntaron a la policía neerlandesa, y la respuesta les hizo sospechar aún más: a esta familia iraní ya la habían investigado por tráfico de marihuana, pero acabaron abandonando los Países Bajos. Llegaron, según las pesquisas policiales, hace unos dos años a Catalunya. Las casas de los líderes, varios hermanos, eran para el disfrute y la familia. Tenían otros igual de lujosas pero con decenas de plantas de marihuana en su interior. Allí vivían los cuidadores, la mayoría de los cuales también eran miembros de la misma familia o compatriotas iraníes. "No era la imagen de los albaneses malviviendo cuidando plantaciones, cuando hicimos las entradas todo estaba aseado y limpio", explica el investigador de la policía. Todo quedaba en la familia y sólo habían confiado en algún jardinero africano para alguna plantación concreta.

Sofisticación

Sólo había algo con lo que no se gastaba el dinero: la luz, que pinchaban. Ahora bien, se gastaban, y muchos, para evitar que los pillaran. El subinspector narra que tenían cámaras de seguridad que cuando detectaban movimiento hacían que se apagara la instalación eléctrica, así los técnicos de la compañía no podían detectarlo. Una instalación que tenía incluso un circuito de extintores automáticos por si había una sobrecarga eléctrica. Y arrancaban la luz sólo en ciertas horas del día, para dificultar en cuanto les pillaran pinchando la luz. Solo los cuadros eléctricos valían miles de euros. Sin embargo, finalmente ha sido inevitable: en las seis casas que la policía registró se detectaron conexiones fraudulentas que comportaron 1,53 GWh de energía defraudada, que equivale al consumo de una población de 438 viviendas. El coste de la energía defraudada asciende a una cantidad de 383.469 euros.

El 13 de marzo la policía detuvo a 14 personas e intervinieron 110 kg de cogollos de marihuana aptos para la venta y 7.000 plantas de marihuana en diferentes estados de floración. ¿Dónde iba la droga? Según las pesquisas policiales, su destino eran los Países Bajos, donde todavía mantenían parte de la red criminal. La policía espera que con este operativo se eviten otros intentos de afincarse en Catalunya de la mafia iraní.

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