Cuando el examinador es tu compañero de trabajo: impugnada la prueba por ser bombero de Barcelona
Una veintena de aspirantes recorre el examen de conducción por un presunto trato de favor
BarcelonaPara ser bombero de Barcelona es necesario superar una prueba de conducción del camión. Todo se realiza dentro de un circuito controlado y, como en cualquier prueba de conducir, existen errores que descuentan y otros que, directamente, son eliminatorios. Sin embargo, la prueba en sí también es eliminatoria. Es decir, si no lo apruebas, no puedes acceder a otras pruebas para llegar a ser bombero. Pues bien, el examen de conducción de este año ha levantado polémica interna y, según ha podido saber el ARA, una veintena de aspirantes le han impugnado denunciando un trato de favor.
La prueba de conducción no la hace directamente el Ayuntamiento de Barcelona, sino que suele adjudicarla a una autoescuela, tal y como confirman fuentes del consistorio. Pues bien, los aspirantes se quejan de que entre los aspirantes a ser bomberos había profesores de la autoescuela. Y, como los examinadores eran también docentes de la autoescuela, se dio una situación, al menos, sospechosa: que había aspirantes que fueron examinados por compañeros de su trabajo. Concretamente, los denunciantes dan tres nombres y apellidos en los que se dio esta situación.
"Estas circunstancias atacan los principios básicos de los procesos de selección de trabajadores públicos mediante sistema de concurso oposición: igualdad, mérito, capacidad, transparencia y seguridad jurídica", denuncian la veintena de aspirantes, que han quedado eliminados de la prueba. Por el contrario, aseguran que los tres opositores que eran profesores de la autoescuela han aprobado. Pero, ¿cómo sabían que eran profesores? Cuentan que la autoescuela en cuestión es una de las más populares para prepararse para el examen para entrar en el cuerpo de Bomberos de Barcelona. Así, se dio la situación de que algunos aspirantes recibieron clases de estos profesores que, el día del examen, figuraban también como opositores. Ahora, la veintena de denunciantes espera que se resuelva lo antes posible su impugnación, que todavía no ha obtenido respuesta, ya que el examen era eliminatorio y, por tanto, existe el riesgo de que se vayan haciendo pruebas de otras tipologías y ellos no puedan acceder a ellos. Por ejemplo, la siguiente cita es el examen médico.
Consultado por el ARA, el Ayuntamiento asegura que adjudicó la valoración del examen de conducción a una autoescuela "la cual no tuvo acceso al contenido de la prueba hasta el mismo día". En este sentido, el consistorio afirma que la autoescuela en ningún momento presentó ningún motivo de abstención para realizarla. Por último, el Ayuntamiento informa que ha abierto una investigación interna "con el objetivo de responder a las alegaciones que se han presentado y esclarecer los hechos". La adjudicación a la autoescuela tuvo un coste de 4.999 euros y la veintena de aspirantes se han unido y los defiende un mismo abogado.
Otras quejas
Sin embargo, la impugnación no sólo se limita al conflicto de intereses entre algunos examinadores y algunos aspirantes, sino que también critica el formato de la prueba. "En las instrucciones había una absoluta falta de claridad", sostienen. Concretamente, describen que no sabían qué objetos suponían una expulsión directa. Es decir, cuáles eran aquellos que, si los tocabas, quedaba directamente eliminado. También aseguran que desconocían el valor de las penalizaciones y no tenían claro si superar el tiempo máximo de conducción suponía no ser apto. La cosa no termina ahí. También denuncian que algunos aspirantes desplazaban objetos con el camión y éstos no volvían a ponerse en su sitio. Por tanto, el opositor que venía detrás podía encontrarse que no pudiera esquivarlos. Sin embargo, también detectaron este trato de favor durante el desarrollo de la prueba. Aseguran que había examinadores que decían el tiempo restante y daban consejos a algunos opositores, ya otros no.