Hallan un gran almacén de drogas sintéticas en el Eixample con 'sucursales' en otros barrios

BarcelonaFueron unas quejas vecinales las que dieron la alerta que ha permitido desmantelar una macrored de tráfico de drogas de diseño en Barcelona. Los 43 kilos de 13 sustancias diferentes intervenidos están valorados en 1,7 millones de euros. Los Mossos d'Esquadra investigan ahora las sospechas que una parte del material hubiera salido del laboratorio detectado la semana pasada en Mont-roig del Camp, donde un hombre autodidacta había montado un taller de producción en serie de diferentes sustancias. El operativo de Mossos y Guardia Urbana en Barcelona, uno de los más importantes que se ha hecho recientemente en la ciudad, se ha saldado de momento con ocho detenciones.

La investigación policial empezó en marzo, cuando un vecino se presentó en comisaría y describió anomalías que había observado en un piso de la calle Provença. En este espacio el grupo criminal cocinaba diferentes drogas de diseño, como anfetaminas, speed y éxtasis, para después repartirlas tanto a intermediarios que las distribuían como a consumidores que las recogían directamente en el piso. Las autoridades policiales llegaron a detectar hasta un total de siete domicilios donde los detenidos actuaban en otros barrios como Gràcia y Horta, que eran puntos de distribución y venta del material elaborado en el Eixample.

Además de requisar 43 kilos de droga, la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra han intervenido 325.000 euros y han detectado transferencias con un valor de 15.000 euros hechas principalmente a través de la aplicación Bizum. En cuanto a los detenidos, tres han ingresado en prisión –dos son reincidentes– y el resto están en libertad con cargos. De hecho, ha sorprendido que la mayoría no tuvieran antecedentes policiales. Los Mossos han subrayado que custodiar droga también es un delito: "Algunos de los detenidos no han tenido relación con la delincuencia e intentaban lucrarse del delito ajeno pensando que ellos no cometían delito de tráfico de drogas", ha explicado el jefe de la División de Investigación Criminal de Barcelona de los Mossos, el inspector Josep Naharro.

El ocio nocturno, el gran mercado

Las drogas de diseño estaban enfocadas principalmente al ocio nocturno por su naturaleza recreativa y, de hecho, el jefe de la División Territorial de la Guardia Urbana, el intendente mayor Benito Granados, ha enmarcado el caso en la "operación verano", muy centrada en estos espacios. Ha destacado que gracias a la limitación del tráfico y consumo de drogas se evitan incidentes violentos y conductas de riesgo, especialmente después de la pandemia. "Ya se analizó que la conducta pospandémica era algo más extrema que en periodos anteriores, y si a esto sumamos que la gente, que había estado sin salir mucho tiempo, podía acceder de forma relativamente fácil a sustancias de este tipo, lo que tenemos para el comportamiento en el espacio público es una bomba de relojería", ha apuntado el responsable del cuerpo policial.

Tanto Naharro como Granados han destacado que la operación era complicada no solo porque los detenidos llamaban menos la atención que los que normalmente se detectan en narcopisos, sino también porque las sustancias intervenidas también pasan más desapercibidas que la marihuana, que tiene un olor característico, por ejemplo.