Seguridad

Una mañana cazando ladrones multirreincidentes en el aeropuerto de El Prat

Los robos en la infraestructura aeroportuaria se reducen a la mitad, confirmando la buena tendencia de los últimos meses

Agentes de los Mossos vigilando las cámaras de seguridad.
04/07/2025
6 min

El Prat de LlobregatEs habitual en las películas de acción de Hollywood que las persecuciones policiales acaben en espacios públicos como grandes plazas, aeropuertos o estaciones, con decenas de concurrentes que dificultan la caza del delincuente. La siguiente escena suele trasladarse a un centro de control lleno de pantallas enormes, donde se ve todas las cámaras de seguridad y los agentes que intentan encontrar la cara del fugitivo entre el hervidero de gente. Se avecinan, se alejan, giran, cambian y, en las películas más optimistas, hay reconocimiento facial. El cine no queda tan lejos de la realidad, y un mediodía de julio en el aeropuerto de El Prat dos agentes de los Mossos d'Esquadra miran seis pantallas. En cada una de ellas hay un mosaico de entre seis y nueve cámaras. Se acercan y observan una cara. Giran a la derecha y se fijan en una cola de embarque. Se alejan y ven un plano general de la terminal T1. ¿Qué buscan exactamente?

Al lado de las pantallas hay una pared con una treintena de caras. Son fotografías de carné acompañadas de un nombre y están juntadas en varios grupos. En los monitores justamente buscan estos rostros, que corresponden a los ladrones multirreincidentes más habituales en el aeropuerto. Hay más de 5.000 cámaras en toda la infraestructura y, en este momento, también hay cuatro agentes de incógnito en la terminal T1 y dos en la terminal T2. Todos están buscando a ladrones. De repente, suena la emisora. Un vigilante de seguridad ha detectado a una de las mujeres que aparece en las fotografías. ¿Dónde está? "En la intermodal de la Tango 1", responden. La intermodal es la conexión del aeropuerto con el transporte público y la Tango 1 es la terminal T1. Por la emisora ​​siempre se habla con el abecedario fonético: la A es alfa, la D es delta y la T, tango. Se dirigen tres agentes.

Agentes de los Mossos dirigiéndose a identificar una posible multirreincidente.

En los últimos diez años, los delitos en el aeropuerto se habían multiplicado por diez, tal y como avanzó el ARA en otoño del 2024. Ese octubre se cerró con 1.070 delitos, más de uno cada hora. Esto hizo que los Mossos reaccionaran e implementaran un dispositivo de refuerzo, el plan Faixa, que este verano está empezando a dar resultados. Joan Alfred Vives, subinspector de los Mossos d'Esquadra y jefe del área regional de seguridad aeroportuaria, explica que entonces había poca "eficacia" y pocos "efectivos". Hasta hace poco, había un binomio en cada terminal. Sin embargo, en nueve meses se ha pasado de 126 agentes a 202, y de ocho agentes de paisano a 24. "Nuestro lema es que el aeropuerto sea inexpugnable", afirma el subinspector.

Joan Alfred Vives, subinspector de los Mossos d'Esquadra y jefe del área regional de seguridad aeroportuaria

El refuerzo se ha notado y en junio, según los datos a los que ha tenido acceso el ARA, los hurtos se han reducido a la mitad. Si en 2024 fueron 643, en 2025 se ha cerrado con 300, menos también que en 2023. De hecho, los datos de robos van a la baja desde febrero. Las identificaciones son constantes y, si bien cayeron los delitos, subieron las detenciones: en junio se hicieron 169, más del doble que el mismo mes del año pasado. Todo ello mientras el aumento de pasajeros no para: este mes de junio ha habido 5,2 millones, 200.000 más que el año pasado.

Esta labor policial ha ido acompañada de un diálogo con Aena y otros interlocutores del aeropuerto, como los negocios, para que tomen más medidas de prevención, por ejemplo incorporando más vigilancia privada y desplegando más cámaras. Antes, sólo una empresa de alquiler de coches tenía vigilantes. Ahora ya tienen el 80% de sus comercios. Vives admite que este plan no sólo va a reducir los datos, sino también a mejorar la "percepción". Para ello, hay más agentes uniformados, pero también más coches de Mossos en lugares visibles, aunque algunos estén vacíos. Ahora que vienen vacaciones toca "mantener el tipo", añade.

"Especialistas, bonos, hábiles"

El multirreincidente que viene a El Prat, a menudo huyendo de la presión policial que existe en Barcelona, ​​es "especialista, bueno, hábil", describe Vives. Son discretos. Buscan colas de vuelos caros (los que acuden a los Emiratos árabes, por ejemplo) o de compañías asiáticas, ya que los viajeros suelen ser algo más "confiados". Algunos compran vuelos baratos, con el billete abierto, para robar dentro de la zona restringida y después cancelar el vuelo.

Los grupos de caras pegados a la pizarra permiten diferenciar a los ladrones. Por un lado, se encuentran los hombres provenientes de países de Europa del Este. Roban vehículos, hacen palos (así se conoce en la jerga cometer un robo) en la autopista, más tarde en el aeropuerto y marchan. Huyen lejos, y buscan nuevos aeropuertos europeos para seguir robando. También existe un grupo de caras de jóvenes provenientes del norte de África. Éstos buscan maletas para llevárselas cuando el propietario está distraído. Van temprano por la mañana, aprovechando que hay gente que duerme esperando un vuelo. Por último, existe un grupo de mujeres jóvenes, que también son de la Europa del Este. Son carteristas experimentadas que buscan en los bolsillos dentro de los ascensores y en las pasarelas. "Cuando las detienes, siempre dicen estar embarazadas", comenta un agente.

"Estoy embarazada", comenta rápidamente la mujer que los Mossos han interceptado en la intermodal de la terminal T1. Y enseña un papel reiteradamente en el que, a priori, se demuestra su estado. Es una de las multirreincidentes que aparecen en el mural y no puede justificar en modo alguno por qué está en el aeropuerto. Tiene catorce detenciones previas. Finalmente, los agentes le acompañan a la salida y ella toma un bus en dirección a Barcelona. Todo apunta a que iba con otra mujer, que han perdido de vista ya la que intentan encontrar por las cámaras.

Otra de las técnicas que ha implementado la policía, después de un largo diálogo con la judicatura y la fiscalía, es la de conseguir órdenes de alejamiento de la infraestructura. Han logrado 59 y hay 38 vigentes. Sus caras también aparecen en el mural. Sin embargo, los multirreincidentes siguen viniendo: hace poco, dos ladrones robaron un reloj Cartier de 70.000 euros a un turista estadounidense. Los Mossos le detuvieron y se lo devolvieron todo a las víctimas. Dos días después, volvieron a actuar, cambiando la terminal T1 por la T2, y le robaron 900 euros a un coreano. Fueron arrestados de nuevo. Justo este jueves, los Mossos detuvieron a un viejo conocido del aeropuerto: se trata del primer ladrón con una orden de alejamiento, el "top 1" de El Prat, según fuentes policiales. Robó material valorado en 3.000 euros a una pareja formada por una catalana y un danés. Venían a Cataluña a una boda. Los robó en el párking de la terminal T1, y los Mossos le pillaron poco después gracias a las cámaras.

Los Mossos identificando una posible multirreincidente.
Momento de la expulsión del aeropuerto.

Las pantallas y el mural de caras están en el interior de la comisaría que tienen los Mossos en la terminal T1. en las afueras de la terminal T2, cedido por Aena, de 4.000 metros cuadrados donde también hay agentes de orden público y otras unidades. asumen nuevas competencias en los aeropuertos, necesitarán más espacio.

De repente, la emisora ​​de la policía vuelve a sonar. Algo está ocurriendo en la plaza, a las llegadas de la terminal T1. Un padre ha perdido a su hijo, pero a los pocos minutos vuelven a estar juntos. Se abrazan. Una familia mide lo mismo pocos metros allá después de reencontrarse.

Las nuevas oficinas de los Mossos en la terminal T2.
La comisaría de los Mossos en la terminal T1.
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