Muere una turista española tras ser atacada por un elefante en Tailandia
En un año ha habido 30 víctimas mortales en el país asiático por ataques de estos animales
BarcelonaUna turista española ha fallecido este viernes tras ser atacada por un elefante en Tailandia. Según informa Efe, los hechos ocurrieron en un centro de elefantes en la isla de Yao Yai, en el suroeste del país asiático, cuando la turista se estaba bañando con este paquidermo. Una trabajadora del centro explica que la turista estaba bañando al animal, pero, de repente, éste le dio un colmillo y le causó unas heridas que acabaron siendo mortales. Por el momento, no ha trascendido ninguna información sobre la víctima más allá de que es española.
En los últimos 12 años, en Tailandia se han producido 240 muertes a causa de ataques de elefantes salvajes, incluidas 39 víctimas mortales en el 2024, según datos del departamento de Parques Nacionales citados por el diario The Nation. De hecho, lavar elefantes o bañarse con ellos son actividades populares en algunos centros de esta tipología en el país, que despiertan sobre todo el interés de los turistas. A finales de diciembre, hasta 900 turistas fueron desalojados de un parque de elefantes en la provincia de Loei porque uno de esos animales atacó a una persona.
La mayoría de los incidentes con elefantes suelen ocurrir con ejemplares salvajes, que a veces cruzan hacia áreas habitadas por personas, debido a la pérdida de hábitat natural. También existen elefantes salvajes viviendo en parques y santuarios. De hecho, el departamento de Parques Nacionales de Tailandia calcula que más de 4.000 elefantes salvajes viven en estos espacios y también en las reservas naturales de Tailandia, una población en aumento aunque todavía está muy por debajo de los 300.000 paquidermos que poblaban el país más de un siglo.
Con todo, se estima una población similar, de unos 4.000 ejemplares, de elefantes domésticos en el país, la mayoría utilizados en espectáculos destinados a turistas. Antiguamente, miles de elefantes eran utilizados en la industria carpintería, pero cuando la tala se prohibió en 1989 los paquidermos empezaron a ser exhibidos en las calles para pedir limosna y en centros de espectáculos lúdicos.