“Muchas mujeres paquistaníes tienen miedo de romper con la familia”

Una entidad expone las dificultades que tienen que afrontar para evitar un matrimonio o para divorciarse

La concentración de esta tarde en Barcelona contra el asesinato en el Pakistán de las dos hermanas de Terrassa.
26/05/2022
2 min

Barcelona“He recibido muchas amenazas, pero no tengo miedo de nada”. Lo dice Huma Jamshed Bashir, fundadora y presidenta de la Asociación Cultural Educativa y Social de Mujeres Paquistaníes (Acesop), un rato después de haber montado una concentración en Barcelona contra el asesinato en Pakistán de las dos hermanas de Terrassa que querían romper sus matrimonios forzados. El acto de rechazo al doble crimen ha reunido a una decena de mujeres paquistaníes y esta poca presencia, para Jamshed, es una revelación por sí misma: “Son pocas porque están vetadas”.

Jamshed critica las dificultades que pone la sociedad paquistaní que vive en Catalunya, porque asegura que “prohíbe que las mujeres hablen y se integren”. Explica que cada día una o dos mujeres llaman a la puerta de la sede de la Acesop, en el barrio del Raval, a lado del Paral·lel, porque quieren evitar un casamiento forzoso o bien divorciarse, hecho “que está mal visto”. Pero un 80%, una vez salen por la puerta, desaparecen y nunca más vuelven a saber nada de ellas. “Tienen miedo. Siempre decimos que cuando se sientan seguras volverán”, expone Jamshed, que lamenta que también reciben la visita de hermanos y tíos que buscan a las mujeres que quieren romper con la familia y que hacen “presión” para encontrarlas.

Huma Jamshed Bashir, tercera por la izquierda, acompañada de las otras participantes.

Segons Jamshed, del 20% de las mujeres que recibe la entidad que presentan una denuncia, solo el 10% la mantienen. El resto, al cabo de pocas horas, retiran la denuncia porque la familia los amenaza con dejarlas sin ningún apoyo. Les llegan a coger el pasaporte para que no se vayan. “Están asustadas. No puedes conseguir ni su teléfono porque mantienen la distancia”, relata. Jamshed es contundente: “No queremos casarnos con los primos. No tenemos ningún deber con nuestra familia. ¿Quién es mi tío para decidir con quién tengo que dormir?” Ella pide “desobedecer” las tradiciones sin que “maten nadie”: “Denunciamos la cultura patriarcal. Queremos decidir nuestro futuro. No aceptamos ninguna obligación”.

Verlas demasiado “occidentalizadas”

La presidenta de la Acesop describe dos perfiles de mujeres paquistaníes en Catalunya. Unas son las que desde pequeñas han vivido aquí y cuando son adolescentes las ven demasiado “occidentalizadas”. Entonces, según Jamshed, “intentan negociar su futuro; no tan solo el de las chicas, también el de los chicos, pero ellos tienen más libertad”. Aun así, suelen estar enamorados de otras personas. Las otras son las que han llegado más mayores, ya casadas: “No las dejan salir de casa porque su papel es limpiar y estar siempre allí; tampoco dejan que aprendan idiomas, solo se lo dejan hacer para ayudar los hijos”. “Es habitual que les peguen en casa”, asegura Jamshed.

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