Un tercio de las detenciones por yihadismo se realizan en Cataluña y preocupa la radicalización de los menores
Los grupos terroristas utilizan las redes para captar jóvenes y este año se han arrestado a más personas que en todo el 2024
BarcelonaHasta 95 personas han sido detenidas este año en operativos de los cuerpos policiales estatales por su supuesta relación con el terrorismo yihadista, ocho de ellos menores de edad. Según datos del ministerio del Interior, 84 se han arrestado en territorio español y 11 en el extranjero. Catalunya es un punto caliente de intervenciones policiales por radicalización yihadista: en las más de cincuenta intervenciones que las policías han realizado en todo el Estado, casi un tercio de las detenciones se han efectuado en Catalunya.
"El hecho de que una de cada tres detenciones se haga en Catalunya tiene varias explicaciones", asegura Xavi Torrens, sociólogo, politólogo y profesor de la Universidad de Barcelona. Entre otros, el experto destaca el hecho de que exista la mayor presencia de salafismo del Estado; una corriente ideológica que el experto avisa de que puede ser el caldo de cultivo para la radicalización islamista. "El salafismo hace una radicalización cognitiva que puede convertirse en violenta", explica. Hay que tener en cuenta que en Catalunya hay hasta tres cuerpos policiales (Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional) persiguiendo activamente el yihadismo, lo que deriva en más intervenciones y, por tanto, más detenidos, ya que "hay más ojos vigilante", aclara.
Según los datos del ministerio del Interior, los diferentes cuerpos policiales que operan en España han arrestado a 1.357 personas –1.200 en España y 157 en otros países– desde los atentados de Madrid del 11 de marzo del 2004. Este año, los 95 detenidos por su vinculación cifras de los dos años anteriores: noventa en el año 2023 y ochenta y nueve en el 2024. Unas cifras que prácticamente doblan las de los ejercicios anteriores, debido a que en el 2020 —año de la pandemia— se produjeron 38 arrestos, el año siguiente 40 y 2022, 5
Para entender esta tendencia al alza Torrens hace inciso en que hay que saber diferenciar entre la causa y los potenciadores (o propulsores) del yihadismo: "La causa es la propia existencia de grupos terroristas u organizaciones que propagan estas ideas, como el Daesh (autoproclamado Estado Islámico) o Al Qaeda", señala. Sin embargo, los propulsores son aquellos factores sociales que impulsan la radicalización. Según Torrens, el conflicto entre Israel y Palestina fue un potenciador.
"Al Qaeda y el Daesh siempre buscan un conflicto armado mediático o muy presente en las redes sociales para aplicar su ideología. La estrategia consiste en decir a los potenciales adeptos que Occidente oprime a Umma (la comunidad musulmana unida por la fe en el Islam)", explica Torrens. A partir de ahí aparece el concepto de la yihad, que los islamistas radicales interpretan como guerra santa y ven como un derecho a la autodefensa ante esta opresión, prosigue el experto. "Se busca que conecten con la ideología a través del conflicto y tanto Al Qaeda como el Daesh han visto esta guerra como un potenciador para obtener nuevos adeptos a su causa", argumenta.
Menores y jóvenes, los más expuestos
Torrens señala los riesgos de que estos mensajes lleguen a los menores y jóvenes a través de las redes sociales: "Las ideas radicales de los principales grupos terroristas islámicos están presentes en TikTok, Instagram y X, lo que contribuye a su expansión". A su vez, afirma que hay jóvenes radicalizados que se han convertido en difusores de estos contenidos que utilizan las plataformas sociales para captar nuevos adeptos. Como si fueran una especie deinfluencers del yihadismo.
Esta situación ha provocado que el número de menores radicalizados con los postulados de la yihad haya crecido desde la pandemia de la cóvid-19, ya que el confinamiento dejó a este grupo expuesto en el mundo online durante más horas. Esto se ha traducido en ocho menores detenidos en lo que llevamos de 2025, entre ellos una chica de nacionalidad española arrestada en la localidad valenciana de Cheste, y tres chicos en Fuensalida (Toledo).
Según Torrens, la radicalización online va más allá de los menores de edad, y comprende principalmente la franja que va de los quince a los treinta años, que considera más "vulnerable a la radicalización". "Son el grupo más conectado a las redes sociales y quienes se mueven más hábilmente en este entorno. Además, es en estas edades cuando pueden tener un cuestionamiento de la identidad y caer en las ideas radicales". Esto ha hecho que los cuerpos de seguridad se centren especialmente en la prevención, y detectar a aquellas personas radicalizadas en esta fase temprana, ya que puede ser el precedente de un atentado terrorista.
Aunque la migración de los contenidos yihadistas a las redes sociales favorece que lleguen a más potenciales adeptos, también provoca que éstos estén menos controlados por los principales grupos terroristas, plantea Torrens. Esto puede dar pie a los llamados "lobos solitarios". Este tipo de radicalización contrasta con la estructuración que suelen tener los métodos de captación más tradicionales como la formación de células terroristas en espacios religiosos.
Las operaciones con más detenidos
Entre las operaciones con más detenidos este año se encuentra la llevada a cabo por la Guardia Civil y de la que se informó a principios de febrero en los que fueron arrestadas once personas, siete en Pontevedra y Madrid, consideradas "influencers yihadistas". Varios de ellos colaboraban de manera intensa en labores de captación en internet, y algunos contaban con decenas de miles de seguidores. Con apariencia de vídeos y publicaciones sobre entrenamiento físico, como la calistenia y la defensa personal, incluían consignas de adoctrinamiento en el ideario Nacional de la Policía y los Mossos d'Esquadra, en colaboración con agentes italianos, y supuso la desarticulación de una organización radical paquistaní que promovía acciones violentas, con diez detenidos en Barcelona y uno en Piacenza. doctrina. También, y en colaboración con otros policías, los agentes españoles han participado en operaciones contra el terrorismo yihadista en Ecuador, Portugal, Reino Unido, Francia y Bélgica.