Movilidad

El transporte público recupera poco más de la mitad de los usuarios de antes de la pandemia

La bajada de viajeros hunde las cuentas de la red, que reduce los ingresos en 250 millones de euros en 2020

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Usuarios del metro con mascarillas .

BarcelonaPoco a poco los usuarios vuelven al transporte público pero la demanda todavía queda muy lejos de la actividad de antes de la pandemia. Todavía hay un 15% de usuarios habituales que o bien ya han renunciado, o bien todavía están a la expectativa de cómo evoluciona la epidemia antes de decidirse a viajar por miedo a los contagios, a pesar de que, según insisten las autoridades, no hay ninguna evidencia científica que los convoyes colectivos sean un foco de infección ni en Catalunya ni en ningún lugar del mundo. Según los últimos datos, la demanda continúa baja: el martes después de las vacaciones de Semana Santa la demanda se situó en un 56% respecto a los datos de 2019, ha informado este viernes el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, en la presentación de la campaña institucional Un viatge segur para fortalecer la confianza a volver a subir a trenes y autobuses.

Según dos encuestas que se hicieron en mayo y en diciembre del año pasado, ocho de cada diez usuarios habituales tenían claro que continuarían utilizando el transporte colectivo, un dato que se mantuvo casi invariable, mientras que los que no quieren volver o mantienen reticencias se redujeron ligeramente, del 20% al 15%. Estos son los que administraciones y operadores reunidos en la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) quieren recuperar, concienciándoles de que los vehículos y las estaciones son espacios seguros ya que se han hecho inversiones para aumentar la limpieza y desinfección y garantizar la renovación del aire a los interiores de los convoyes cada 2,5 o 10 minutos. A pesar de que no se aprecian diferencias entre géneros, sí que las hay por rangos de edad, porque los más fieles son los de más de 66 años y los que se muestran más favorables a dejar el sistema son los menores de 44.

En las instalaciones de la ATM la mascarilla es de uso mayoritario y los usuarios que no la llevan son un porcentaje "anecdótico", en palabras del director general, Pere Torre, que sí que ha incidido en el hecho que cuando el personal de seguridad les recrimina su actitud replican y protagonizan incidentes. Por el contrario, el llamamiento a mantener el silencio dentro de los vagones continúa siendo una asignatura pendiente y Torre ha insistido en la necesidad de reducir "las conversaciones", tanto presenciales como telefónicas, para evitar la propagación de los aerosoles, que son la fuente principal de contagios.

En Barcelona la recuperación de usuarios es lenta pero por primera vez desde el estallido de la pandemia en marzo del año pasado, el número de usuarios del transporte público supera en 100.000 a los que optan por el transporte privado, ha destacado la presidenta de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), Rosa Alarcón, que ha asegurado que los viajeros valoran el servicio con un notable alto, la nota más alta desde hace quince años.

La bajada de usuarios y el incremento de gastos para mitigar los riesgos de coronavirus han tenido un impacto claro en las arcas públicas porque, por ejemplo, la oferta de transporte ha crecido a una media del 95%, según el conseller Calvet, para garantizar suficiente espacio para los viajeros. El impacto económico se sitúa en 407 millones de euros, en una primera aproximación de las cuentas de 2020, año en que se ingresaron 250 millones menos. Todo ello agrava el déficit histórico del transporte público. Las previsiones, subrayan las autoridades y las empresas operadoras, son difíciles de cifrar porque la evolución de la demanda dependerá de cómo y cuándo habrá una recuperación económica y si mejoran los datos epidemiológicos que permitan recuperar una cierta normalidad.

Plan piloto para la T-Mobilitat en junio

A finales de junio se pondrán en marcha las pruebas piloto de la T-Movilitat, el billete que debe permitir pagar en función del recorrido y no por zonas, según ha avanzado el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet. Estaba previsto que este título entrara en vigor en 2016, pero año tras año se ha ido aplazando su implementación, aunque las estaciones ya tienen los turnos de acceso habilitados para poder leerlo y validarlo.

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