Caso Trinity: así cayó la red de pederastia más importante jamás destapada en Cataluña
La trama tiene ciertas similitudes con el grupo desarticulado en Barcelona el pasado año
BarcelonaLos Mossos d'Esquadra investigaban desde el 2020 a TLM, que entonces tenía 40 años, como presunto pederasta. Por último, el hombre ha resultado ser el cerebro de una macrored de violencia sexual a menores y pornografía infantil inaudita que ha obligado a la justicia a abrir hasta tres causas distintas. Cuando fue arrestado en 2022, los agentes descubrieron más de 10.000 fotografías y casi 2.000 vídeos, con muchos más agresores implicados, en sus dispositivos. Fuentes policiales admiten que la revisión al por menor de las imágenes fue un proceso largo y duro que concluyó en el 2024 con la detención de otros 15 hombres y la identificación de al menos 11 víctimas: 9 chicas, entre ellas una menor a cargo de la Generalitat, y 2 chicos. Sin embargo, en las imágenes aparecían al menos otras 14. Fuentes de los Mossos aseguran que este caso en Barcelona es la segunda mayor investigación en el ámbito de la pederastia que han llevado nunca a Catalunya.
Para conocer la mayor investigación policial de pederastia realizada en el país, el conocido como caso Trinity, hay que remontarse al año 2015. Entonces, una operación conjunta de los Mossos y la Guardia Civil destapó una red de abuso y pornografía infantil que captaba a menores en situación de vulnerabilidad para someterlos a agresiones sexuales y filmarlos en más de 300 rodajes de contenido pornográfico, otros países como Tailandia. El centro neurálgico de la red era Tortosa, si bien los pederastas captaban a niños y niñas de entornos vulnerables en Barcelona, Marruecos, República Checa y Tailandia. Normalmente, a cambio de dinero o drogas, los grababan y distribuían las imágenes.
Se calcula que los agresores del caso Trinity estuvieron al menos 15 años abusando, vejando y grabando a menores, y el operativo conjunto de los Mossos y la Guardia Civil se saldó con siete detenidos. Entre este caso y el destapado en Barcelona existen ciertos paralelismos. La primera víctima de la investigación en Barcelona era una menor tutelada por la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA). Entre las víctimas, que se calcula que fueron más de 100 aunque sólo se logró identificar 18 de entre 11 y 16 años, también había jóvenes tutelados por la Generalitat.
La fuga
En 2019, cuando la Audiencia de Tarragona se hizo cargo del caso, tres investigados huyeron. Entre ellos estaba Jean-Luc Aschbacher, un ciudadano francés considerado el líder de la trama, y Bernard Georges Arson, otro de los principales investigados. En mayo de 2021, finalmente, terminaron detenidos. Ahora bien, el tercer fugado, Youness En Naciri, no ha terminado en manos de la policía hasta este mes de abril del 2025. Los Mossos le buscaban desde el 2019 y fue detenido el jueves 17 de abril en la habitación de un hotel de la ciudad de Bodrum, en la costa mediterránea turca, en una operación amparada por una orden internacional de arresto de la Interpol. Su identidad fue confirmada con un análisis de las huellas dactilares, y posteriormente las autoridades localizaron su pasaporte escondido en la maleta.
Aschbacher, el líder de la red, fue sentenciado a 240 años de cárcel por captación de menores, por someterlos a abusos sexuales en los que participaba él mismo, por producción y distribución de pornografía infantil y por pertenencia a organización criminal. Paralelamente, Arson fue condenado a 19 años de cárcel por captación de menores y producción y distribución de pornografía infantil, aunque se consideró probado que él no abusó de las víctimas como sí hizo su jefe.
De momento, en cuanto a la macrored de Barcelona, sólo dos de la treintena de hombres implicados llegarán a juicio por agredir a menores sexualmente. Si bien la investigación policial se cerró con otros 16 detenidos y otros 14 sospechosos pendientes de identificar, fuentes cercanas al caso consultadas por el ARA explican que durante la instrucción sólo se ha podido acreditar la identidad de dos hombres, que serán los únicos que serán procesados. El problema principal es que casi nunca se ve la cara de los agresores en las grabaciones y no se les puede reconocer. De entre los sospechosos, sin embargo, la justicia sí ha logrado suficientes evidencias para atribuir un delito de tenencia de pornografía infantil a al menos otros cuatro hombres.