El feminismo responde a la absolución de Alves: "Se envía el mensaje que no vale la pena denunciar"
Profesionales reprochan que la sentencia reafirma estereotipos sobre cómo debe comportarse la víctima de un ataque
BarcelonaEl feminismo califica "de paso atrás" la sentencia del Tribunal Superior Justicia de Cataluña (TSJC) que anula la condena a Dani Alves por agresión sexual, a 31 de diciembre de 2022, en la sala Sutton de Barcelona. "La primera sentencia fue un buen resumen de lo que había blindado la ley delsólo sí es sí (Ley 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual) i de l'element del consentiment, ara el TSJC s'ho carrega tot", afirma l'advocada Sònia Ricondo, membre de l'Observatori Noctàmbul@s, dedicat a analitzar les violències sexuals en l'oci nocturn.
La sexual és una de les violències amb menys denúncies; de fet, es calcula que gairebé el 90% dels atacs queden impunes perquè la dona no denuncia. Per això, Ricondo tem que una sentència que qüestiona el relat de la víctima tingui un efecte "dissuasiu". "S'envia el missatge que no val la pena passar per un procés judicial dur, perquè no et creguin i et revictimitzin", conclou.
Després de llegir la sentència, Ricondo, especialitzada en violències masclistes, apunta que fa servir arguments habituals en els delictes de violències sexuals posant el focus en la credibilitat del testimoni de la dona. "No és que no es creguin la víctima, sinó que hi ha aspectes que no els hi quadren", afirma la letrada. Esta interpretación tiene el gran riesgo de que ciertos sectores lean la sentencia como una corrección y genere "un espacio de impunidad". La abogada se refiere a que el tribunal (tres juezas y un juez) envía un mensaje "que la víctima mentía y que Alves es inocente".
En este mismo aspecto, la psicóloga Alba Alfageme, sostiene que la sentencia es "gasolina para el discurso de la confrontación", precisamente en un momento en que ganan terreno los que creen que las mujeres y el feminismo "se han pasado y han llegado demasiado lejos", en palabras de la antropóloga Ana Burgos, coordinadora laObservatorio Noctámbul@s. Ésta reprocha a los magistrados que "rearman la machosfera [webs y foros que promueven la masculinidad tóxica y el antifeminismo] y el machismo", y aportan argumentos para el "relato del patriarcado".
¿Cómo es la víctima perfecta
Las tres profesionales coinciden en que el texto rehace el estereotipo roto sobre cómo debe ser "la víctima perfecta o la buena víctima" de una agresión sexual, es decir, cómo se supone que debe comportarse una mujer agredida para tener credibilidad. "Incluso qué lesiones debe presentar", apunta la abogada Ricondo, quien también lamenta que los magistrados exhiben el desconocimiento de los mecanismos de las violencias sexuales. De la experiencia las expertas comparten que no existe una única manera de ser víctima, y sólo el empeño del machismo retrógrado pretende dibujar a una mujer que debe encerrarse físicamente y mostrar públicamente su sufrimiento emocional. "Es la forma en que el patriarcado pone a las mujeres en el lugar que cree que les corresponde", indica Burgos.
Por eso Alfageme critica que los jueces den "tanta importancia a la previa" a la agresión, valorando que mujer y agresor puedan mantener una relación consentida, pero, en cambio, no tengan en cuenta la "reacción posterior" que tuvo la víctima al salir del reservado de la discoteca. Sus llantos pusieron en alerta al personal de Sutton que activó de inmediato el protocolo de violencias sexuales y requirió la presencia de los Mossos d'Esquadra.
Mecanismo de la violencia sexual
El cuestionamiento de la víctima también supone cuestionar o ignorar el consentimiento, el elemento que –por la ley del sólo sí es sí– se puso en el centro de las relaciones sexuales, indica Ricondo. Además, Burgos subraya que los magistrados también evidencian un desconocimiento absoluto sobre los mecanismos de la violencia sexual y de sus consecuencias para las víctimas. Así, afirma que debido al trauma sufrido a menudo hacen un relato de los hechos con lagunas, inconexo e impreciso. Sin embargo, en este caso, la denunciante de Alves siempre mantuvo la misma versión de cómo se produjo el ataque y fue el exfutbolista el que la fue cambiando: pasó de asegurar que fue una relación consentida en que la joven se abalanzó sobre él.
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