¿Quién teme al feminismo?
El temor a perder privilegios, las redes, el discurso de la extrema derecha y la falta de pedagogía son algunos de los motivos que explican por qué hay hombres, sobre todo jóvenes, que se sienten "discriminados" por las mujeres
BarcelonaEl 44% de los hombres españoles cree que se ha ido "demasiado lejos" con la igualdad, según la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la percepción de las políticas de igualdad y los estereotipos de género. De la encuesta se desprende que la mitad de los hombres ven al feminismo como una amenaza hasta el punto de que consideran que ahora son ellos los que están discriminados. Una teoría a la que se apuntan, sobre todo, los jóvenes de entre 16 y 24 años. En la misma línea, una encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) ratificaba hace unos días el giro hacia posiciones más conservadoras de los chicos jóvenes, que son los más machistas y los que tienen actitudes más beligerantes con el feminismo.
Los resultados, que los datos sobre discriminación desmienten, no han sorprendido a los expertos. La antropóloga y profesora de la UAB, Bruna Álvarez, hace autocrítica y asegura que el feminismo no ha sabido implicar a los hombres y hacerles entender que esta lucha les beneficia. “Ahora mismo hay pocos discursos positivos, todo está construido desde lo que no debe hacerse, y creo que debemos girarlo y argumentarlo en positivo”. Álvarez dice tener la sensación de que el feminismo ha fallado a la hora de escuchar las demandas de algunos hombres. “No estoy hablando de los energúmenos ni los cavernícolas –dice–. Me refiero a los aliados, a los que simpatizan con el feminismo y que reciben muchas hostias y muchos palos que les alejan del movimiento”. Según Álvarez esto "genera mucha resistencia contra el feminismo" y dice, convencida: "Entre el 44% de hombres que dijeron que se había ido demasiado lejos en la igualdad seguro que había aliados que hemos perdido por culpa de no escuchar -los". La antropóloga aboga por buscar "caminos comunes y espacios de entendimiento y de escucha entre hombres y mujeres para que éstos entiendan que el feminismo también es su lucha".
Por su parte, Paco Abril, sociólogo y profesor de la Universidad de Girona (UdG) dice que "los que trabajamos con colectivos jóvenes notamos esta resistencia de algunos hombres ante la igualdad". Los jóvenes dicen sentirse "discriminados", sobre todo, en dos temas: “La ley de violencia de género y la ley del sólo sí es sí, que se usó como arma política, y el tema de las cuotas y la discriminación positiva”, explica.
¿Pero por qué ha calado este discurso antifeminista entre los más jóvenes? Hay varios motivos. Para Gemma Altell, psicóloga y experta en cuestiones de género, para entender qué está pasando hay que pensar que “hay muchos hombres que temen perder los privilegios, ya que para ellos el feminismo es una amenaza, en este sentido”. Altell también apunta al concepto del "espejo de la igualdad" para explicar el miedo de los hombres hacia el feminismo. “Es la idea de que en países europeos y occidentales como España ya hemos logrado la igualdad. Muchos de estos hombres no ven al machismo imperante y todo lo que supone, porque al vivir bajo una apariencia de normalidad les hace pensar que la igualdad ya está alcanzada y que en realidad lo que queremos las mujeres es coger el poder que tienen ahora los hombres”, sostiene.
Abril considera que se ha extendido "un relato que no se ajusta a la realidad" ya sea cuando se habla de denuncias falsas, "que si miras a las estadísticas son ínfimas", como para explicar el tema de las cuotas. "Se ha hecho mala pedagogía", sostiene el sociólogo.
Más pedagogía
Hay que insistir en que "la igualdad también es positiva para ellos" y hacer pedagogía, especialmente, entre los más jóvenes. "Los jóvenes están saturados de talleres de igualdad en las escuelas donde a veces el enfoque es que los hombres son los culpables y es necesario trabajar desde otros enfoques, como los beneficios que también tiene para los hombres, desde los costes que supone mantener la figura del supermacho a la necesidad de vincularnos a posiciones más afectivas desde los cuidados y que el otro modelo no nos permite", explica Abril, que pide formar al profesorado e introducir también "la diversidad y la interseccionalidad". "No todos los hombres —ni tampoco todas las mujeres— por su situación, tienen los mismos privilegios", añade. Altell destaca: “Los hombres también deben entender que el patriarcado nos limita y nos perjudica a todos, está claro que mucho más a las mujeres , pero a ellos también y muchos no lo saben".
Sin embargo, los expertos consultados también recuerdan que si bien los medios de comunicación se han fijado en el porcentaje de chicos antifeministas, una realidad que no se puede subestimar, también hay datos positivos: "Los hombres que creen que hemos ido demasiado lejos en la igualdad no son una mayoría (44%) pero hacen mucho ruido y si les damos espacio aún parece que sean más", alerta Gemma Altell. experta es crítica también con las preguntas del CIS que cree que son sesgadas y llevan a los encuestados a responder en una determinada dirección. “Así estamos retroalimentando un determinado mensaje, un retrato de la sociedad que quizás no es tan real como parece y que contribuye a agrandar este relato que dice que los hombres no están contentos con la igualdad”.
"No debemos caer en el catastrofismo porque si sólo percibimos lo negativo, transmitimos un sentimiento de desesperanza y de miedo a que es lo que aprovecha la extrema derecha para crecer", añade la politóloga experta en extrema derecha, Helena Español.
Los discursos de la 'manosfera'
Precisamente el discurso antifeminista está calando especialmente entre los jóvenes a través de la extrema derecha que ha sabido llegar a través de las redes sociales y hablando su mismo lenguaje, una realidad que también se da en otros países. "La manosfera (el espacio de internet en el que se juntan chicos y hombres que comparten discursos misóginos y antifeministas) se ha adaptado mejor al tipo de información que consumen los jóvenes. La extrema derecha lo ha hecho muy bien hablando su lenguaje en las redes", dice Castellà.
Álvarez también apunta que hoy en día “el feminismo ya es el discurso institucional, el que han oído en la escuela y han asimilado a lo largo de los años.” Y tanto Altell como Castellà recuerdan que los jóvenes tienden a ir a la contra del establishment y de lo institucional. "Ahora, promocionado por la manosfera, lo que es guay es ser de extrema derecha", constata Castellà. Y Altell añade: “Ser un hombre feminista no es atractivo hoy en día, no es un modelo al que ellos aspiren”. Para esta psicóloga, “hay que construir una nueva masculinidad, se necesitan nuevos referentes y nuevos modelos a seguir” para implicar a los hombres en el feminismo porque ahora mismo los hombres más igualitarios “son los más invisibles porque no buscan el protagonismo y casi no sabemos ni que están”.
También hay que reducir la polarización Si los jóvenes catalanes son los más machistas, las jóvenes catalanas son las que más rechazo demuestran ante estas actitudes, en este sentido, Abril y Castellà apuntan que ante "el empoderamiento" que el feminismo ha supuesto para las chicas, ellos se pueden "encontrar perdidos" y desubicados. Una rendija que la extrema derecha ha sabido aprovechar con un "discurso simplista" y antifeminista. Según Bruna Álvarez, “algunos hombres, sobre todo jóvenes, se han oído excluidos de este feminismo mainstream y han percibido que es un movimiento que les ataca. Por eso ahora se giran en contra”. La politóloga Helena Castellà también considera que "el auge del feminismo mal explicado o explicado por la extrema derecha" hace que los hombres se sientan atacados por el feminismo "pero no es culpa del feminismo en sí", subraya.
¿Y cómo combatirlo? Según esta politóloga, no debe culparse a los jóvenes ni estigmatizarlos, sino conocer primero el perfil de estos chicos para poder desarrollar –contando con ellos– estrategias para reducir la polarización y hacerlo a través de la educación, las redes sociales y la intervención comunitaria para hacerles entender que la igualdad también les beneficia a ellos.
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55 mujeres
La violencia de género dejó en el 2023 en el Estado a 55 mujeres asesinadas, lo que supuso seis víctimas mortales más que el año anterior.
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13 al día
En España se denuncian 13 violaciones al día, es decir, una cada dos horas, y 55 agresiones sexuales, lo que significa más de dos por hora, según la agencia Efe. Agresiones que no dejan de aumentar según el Balance de Criminalidad del ministerio de Interior.
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20,9%
La brecha salarial de género en España es de 20,9%. El salario medio anual de los varones es de 27.322 euros, frente a los 22.601 euros que reciben las mujeres, lo que supone una diferencia de 4.721 euros, según el último informe de Comisiones Obreras (CCOO).
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43 horas semanales
Las mujeres dedican 43 horas semanales no remuneradas a las tareas del hogar y los cuidados de menores, frente a las 28 horas que le dedican los hombres, según datos de la agencia Efe. De estas 43 horas, 30 las dedican al cuidado de sus hijos y 13 a las tareas del hogar.