Vilaplana salió del aparcamiento una hora más tarde de terminar el almuerzo con Mazón

Pagó el parking a las 19:47, lo que añade dudas a la versión del presidente y de la propia comunicadora

ValenciaA las 19:47 h. Ésta es la hora en la que la comunicadora Maribel Vilaplana pagó el aparcamiento después de comer en el restaurante El Ventorro de Valencia con el aún jefe del Consell en funciones, Carlos Mazón, el día de la dana. Es decir, una hora más tarde de terminar la comida, hacia las seis y media de la tarde. Así lo pudo certificar este martes la magistrada instructora tras recibir la información de la tarjeta bancaria con la que la periodista abonó el estacionamiento, y que recoge que el importe ascendió a 15,10 euros.

La aportación de documentación por parte de Vilaplana ha sido necesaria porque Interparking, la empresa que gestiona el negocio, informó al tribunal que los datos de las matrículas se borran al cumplir un año y que tampoco se pueden consultar las imágenes de entrada y salida al sótano porque se eliminan un mes después de ser registradas. La única posibilidad era cruzar los datos de las tarjetas bancarias con el importe abonado. La empresa sí pudo aportar el número de vehículos que salieron del aparcamiento entre las 18:35 y las 20 h pagando con tarjeta. Fueron un total de 38. Teniendo presente que Vilaplana llegó antes de las 15 hy salieron pasadas las 19 h, el cribado de las salidas permitía acotar la búsqueda a tres escenarios. El primero, que saliera a las 19.12 h después de abonar algo más de 19 euros. El segundo es que saliera a las 19.18 h después de pagar 17,55 euros. Y, finalmente, el tercero es que saliera a las 19.47 h con un coste de 15,10 euros, gracias a la oferta para estacionar el coche cinco horas. Se trata de casi una hora más tarde de que abandonara el polémico almuerzo en El Ventorro según la versión de Vilaplana y del propietario del restaurante y pone en entredicho lo que han dicho hasta ahora tanto la comunicadora como el dirigente del PP. Otro punto aún no despejado es donde se cambió de ropa el todavía presidente valenciano. La periodista aseguró ante la juez que en el reservado Mazón le pidió permiso para quitarse la corbata y la americana y ponerse un jersey amarillo. Este relato contrasta con lo que dio el restaurador, quien aseguró que el jefe del Consell salió con americana de la comida.

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Según relató a la juez, Vilaplana paseó tranquilamente con el presidente de la Generalitat entre El Ventorro y el párking. Posteriormente conversaron un poco ante la entrada y ella se fue a buscar el vehículo. Tenía el ticket en el coche y bajó a buscarlo. Cuando se metió en el vehículo, cerró bien el ordenador tras la sesión de comunicación que defiende que le hizo al presidente durante el almuerzo, repasó algunas notas que había tomado y contestó unos mensajes personales de WhatsApp. Acto seguido, subió, pagó y volvió a bajar en busca del coche. En cuanto al tiempo que transcurrió entre que se despidió de Mazón y se salió del aparcamiento, declaró que fueron "entre 10 y 15 minutos".

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Durante su testimonio, y en respuesta a las preguntas de la togada, que le pidió si después de abandonar el presidente tenía una actitud distendida, Vilaplana contestó que "sí", y puso como ejemplo que al salir del restaurante hablaron de fútbol y que ella, que es consejera del Levante, le propuso que acudiera al partido del '. "Salimos [del Ventorro] con normalidad y paseamos con normalidad porque el parking estaba al lado", relató. También señaló que ella "no tenía prisa" y que tampoco "tenía sensación de prisa por la otra parte", por lo que continuaron "hablando de fútbol". De hecho, entre la salida del restaurante y el pago del ticket del aparcamiento pasó una hora, cuando la distancia entre El Ventorro y el parking es de poco más de 200 metros.

La comunicadora también explicó que fue de madrugada cuando telefoneó a Mazón para pedirle que su nombre no se hiciera público, y que en esa conversación él le dijo que lo sucedido era "muy grande, muy grave" y le aseguró que no había sabido "nada" antes. En concreto, ella le preguntó si era conocedor de lo que estaba pasando mientras estaban comiendo y él le respondió que "cómo iba a saberlo". De nuevo sobre las llamadas telefónicas, relató que dos días después el presidente le dijo que lo sentía mucho, pero que debería "salir su nombre porque tenía mucha presión, y que era mejor que cortaran todo contacto", unas palabras que le provocaron "un ataque de pánico".

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Un paseo aún más largo

La hora en que Vilaplana pagó el ticket del aparcamiento prolonga aún más el tiempo que la periodista y el político pasearon sin prisa después de la comida en el Ventorro —que teóricamente acabó a las 18:45— aunque, en ese momento, se producían la mayoría de muertes por la catástrofe, en el Cecopio se preparaba consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, telefoneaba al jefe del Consell, que no le cogía el teléfono. En concreto, a las 19.10 hya las 19.36 h. El político alicantino no atendió a su subordinada hasta las 19.43 h. Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, la semana pasada, Mazón dijo desconocer el motivo por el que no descolgó el teléfono en Pradas. Sin embargo, ofreció una hipótesis: "Quizá iba andando y tenía el teléfono en la mochila".

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La nueva información aportada por la comunicadora mantiene la duda sobre si después de despedirse de Vilaplana, Mazón se detuvo en algún lugar antes de acudir al Palau de la Generalitat –la distancia entre el aparcamiento y la sede del gobierno valenciano se puede recorrer a pie en entre 10 y 15 minutos– y, desde allí, se trasladó. Para intentar esclarecer estas dudas, la juez ha citado como testigos a sus escoltas y al chófer, y ha reclamado a la Generalitat las grabaciones que muestran la llegada de Mazón al Centro de Emergencias, incluida la hora exacta. La togada aduce que la diligencia es "relevante" para poder analizar cómo fue el "proceso de decisión" de Salomé Pradas el día de la tragedia. En este sentido, destaca que la figura del jefe del Consell tiene las funciones "directivas y de coordinación" de todos los miembros del gobierno valenciano, tal y como indicó la Audiencia Provincial de Valencia el 16 de octubre, funciones que "no pueden limitarse a las que pudiera ejercer presencialmente, sino que deben extenderse igualmente a las ejercidas de forma telefónica".

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