El asteroide 2024 YR4: ¿cataclismo a la vista?
Hace poco, los astrónomos descubrieron un asteroide de 60 metros de diámetro que cruzará la órbita de la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Se le ha bautizado como 2024 YR4 y, aunque la NASA le califica de "objeto potencialmente peligroso", también dice que la probabilidad de impacto, 3,1% y ahora sólo un 0,005%.
Vale, 0,005% no es mucho… ¡Pero no es cero! Imagínese un objeto como el 2024 YR4, del tamaño de un edificio de 20 pisos, chocando contra la Tierra a 50.000 km/h. La energía liberada sería de unas 8 megatoneladas de TNT, equivalente a 500 bombas como la de Hiroshima. ¿Lo captais? 500 bombas nucleares estallando todas a la vez sobre un mismo punto.
Impacto sobre Barcelona. ¿Cómo sería?
Ya sé que las posibilidades son mínimas, pero imaginamos ahora que en el 2024 YR4 cae sobre Barcelona, en medio de la plaza Catalunya, pongamos por caso. ¡Sería apocalíptico! Sólo con el impacto inicial, todos los edificios y monumentos del Eixample quedarían reducidos a escombros, dejando un cráter de 5 o 6 km de diámetro.
Pero esto no sería todo: la inmensa cantidad de materiales expulsados por el aire debido a la fuerza del impacto inicial provocaría una lluvia de rocas incandescentes, como una gran tormenta de fuego, que incendiaría y destruiría un área de unos 30 kilómetros a la redonda.
No sólo quedaría calcinada Barcelona, sino también Badalona, Masnou, Premià, Mataró, Cerdanyola, Mollet, Sant Cugat, Hospitalet… ¡En fin, no sigo! El resultado sería de millones de muertes y un país completamente desguazado. Posiblemente serían necesarias generaciones para recuperarnos. Pero tranquilos: la probabilidad de que choque con la Tierra es sólo de un 0,005%, y mucho menor que caiga justamente sobre Barcelona.
¿Debemos temer los asteroides?
Por supuesto que sí. Como dice Neil de Grasse Tyson, famoso astrofísico y divulgador científico: "Los dinosaurios no tenían un programa espacial, y por eso ya no están aquí para hablar de los asteroides. Pero nosotros sí que estamos ahí, y sí tenemos el poder de hacer algo. Yo no quiero ser la vergüenza de la galaxia, tener la capacidad de desviar uno a todos. pasara esto, seríamos la risa de los aliens del cosmos".
Y como no queremos ser el hazmerreír de los aliens del cosmos, ya estamos trabajando en ello. Los asteroides y comillas que pasan cerca de la Tierra se llaman NEO (near-Earth objects, o sea, objetos cercanos a la Tierra) y una red de telescopios de la NASA, así como de otras agencias de todo el mundo, trabaja constantemente para detectarlos y realizar su seguimiento.
Hasta ahora se han descubierto más de 36.000 NEO, de los que 950 tienen un diámetro de un kilómetro o más. Los más preocupantes son los 2.418 clasificados como PHA (potentially hazardous asteroids), o sea, si estos asteroides chocaran con nosotros, tomaríamos mucho daño. Se cree que podríamos desviarlos estrellando una nave pesada sobre un punto concreto de su superficie. La NASA, con la misión DART, demostró recientemente que esto es posible.
Ahora bien, para actuar, hace falta tiempo. Si supiéramos que dentro de 20 o 30 años un gran asteroide colisionará con la Tierra, los gobiernos destinarían todos los recursos necesarios para evitarlo. Y si no pudiéramos evitarlo, al menos tendríamos tiempo para evacuar la zona del impacto, preparar refugios y almacenar recursos para sobrevivir al postdesastre.
Como dice Carolyn Shoemaker, astrónoma y descubridora de comillas: "Cada asteroide que encontramos es una amenaza menos. La paciencia y la observación son nuestras mejores armas". ¡Vamos!