El análisis de Antoni Bassas: 'Un año de las elecciones, mucho por hacer todavía'

Hoy hace un año de las elecciones y Salvador Illa, el hombre en el que el Estado, lo visible y lo profundo, y los poderes fácticos hispano-catalanes depositaron sus esperanzas de pasar página del independentismo, se perfiló como nuevo presidente

12/05/2025
2 min

Es imposible no empezar hoy felicitando al Barça, que ganó la Liga femenina de fútbol y va camino del triplete, y por el 4 a 3 de los chicos en el Madrid, tras una primera parte enloquecida, que fue del habitual 0-2 para empezar al 4 a 2 al descanso. Total, que el Barça puede ganar la Liga pasado mañana, el miércoles, si el Madrid no gana al Mallorca, el jueves si los azulgranas ganan al Espanyol en Cornellà o el domingo si ganan el Villarreal en Montjuïc. Ayer el Barça ganó tras soportar un arbitraje en el campo y en el VAR tan parcial que justifica el tuit que reproducimos:

"El arbitraje que acabamos de ver es el mejor reflejo de lo que ocurre cada día: en las inversiones, en los juzgados, en los presupuestos, en el Congreso, en el BOE y en todas partes. El atraco es constante. ¡Hay que cambiar de ligas!"

Pero este lunes, 12 de mayo, debemos recordar también que hoy hace un año de las elecciones que acabaron dando el Govern a los socialistas. El presidente Aragonés avanzó las elecciones, y no le salió bien: Esquerra perdió 13 escaños, Aragonès asumió todas las responsabilidades –suyas y las que no lo eran– y se retiró de la primera línea política. Y Salvador Illa, el hombre en el que el Estado, lo visible y lo profundo, y los poderes fácticos hispano-catalanes depositaron sus esperanzas de pasar página del independentismo, se perfiló como nuevo presidente.

Un año después, Madrid ve a Catalunya "normalizada", que quiere decir que el rey puede venir con relativa tranquilidad, que Illa ha puesto la bandera española en el Salón de la Virgen de Montserrat y que ha vuelto la sede social de Banco Sabadell y la de Criteria y la Fundación la Caixa. Quienes no han vuelto son Puigdemont y Junqueras –que no está habilitado– porque al Tribunal Supremo no le da la gana de aplicar la amnistía aprobada por el Congreso.

Un año después de las elecciones, los proyectos estrella del Govern han sido un programa para recuperar el liderazgo económico y la promesa de 50.000 viviendas de alquiler social. Recuperar el liderazgo económico no tiene en cuenta que el actual líder juega dopado y que esto no ha cambiado ni va a cambiar. Lo podría paliar la financiación singular, que no podía ser rápida pero va lenta, al igual que el traspaso de Cercanías con la constitución de la empresa mixta. Sobre la lengua, mañana se firmará el Pacto Nacional, con las sonadas ausencia de Junts y la CUP, por razones que tendrán que explicar muy bien, porque es un pacto muy importante. En cualquier caso, como el dopaje que decíamos, hasta que el catalán no sea tan obligatorio como lo es el castellano, los pactos harán corto. Otra cosa es la responsabilidad individual de los catalanohablantes, pero el marco legal es el que es por más pactos que firmen.

Desde hace un año, el independentismo está dividido y va a la baja en las encuestas. Y la pregunta es: ¿un año después, vivimos mejor?

Buenos días.

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