El análisis de Antoni Bassas: 'No es miedo al PSOE, es falta de voluntad política'

Hay más verdad en la decepción de la parte catalana que en el desgarro de vestiduras sobreinterpretado de la derecha española. Precisamente por eso, la tibieza de un PSOE arrastrado al acuerdo es más triste. Si, pactes lo que pactes, el PP te dirá que te vendes España, sé ambicioso

15/07/2025
2 min

Los gobiernos español y catalán quedaron ayer que "mantendrán los contactos necesarios para acordar un nuevo modelo de financiación". Porque ayer no se acordó un nuevo modelo de financiación ni salió "la" cifra: ni siquiera se acordó que Catalunya no perdería posiciones cuando comparas en qué posición es cuando paga y en qué posición es cuando recibe. No, ayer quedaron que todavía no había acuerdo.

Y no existe acuerdo porque el proceso ha ido lento. La consellera Romero decía esta mañana en TV3 que había que ver el vaso medio lleno: la reunión y el trabajo de estos meses se han hecho de forma bilateral entre ambos gobiernos y se ha puesto sobre la mesa un nuevo modelo de financiación. Sí, pero hemos tardado un año en llegar al punto de partida. No existen concreciones.

El gobierno español, en vez de salir a contárselo a la gente y hacer entender qué pueden ganar todas las autonomías (si el Estado pone el dinero), se ha encogido y no ha querido o no se ha visto con corazón de librar esta batalla. Con la vicepresidenta y ministra de Hacienda Montero haciendo campaña en Andalucía, ella, que debería estar vendiendo las bondades del acuerdo, debía desmarcarse más bien. Y este gobierno catalán, socialista, nunca hará nada que incomode al PSOE. ¿Resultado? Continúen atentos a sus pantallas.

Miren el análisis desapasionado de un experto, la del profesor Albert Carreras, que hoy firma un artículo en el ARA donde dice que lo que se presentó ayer "no es una revolución ni un golpe de estado" y que, "leído atentamente, el gobierno español parece haber cedido poco". Es más: "Si se avanza en el cumplimiento, el literal del acuerdo es tan poco amenazante para PP".

Juntos ha dicho que era "una tomadura de pelo" y que si no se elimina el "café para todos", votará en contra. Lo ha dicho Jordi Turull en TV3 esta mañana.

La parte española ha reaccionado con grandilocuencia robótica. Seguro que ya tenían escritos sus discursos. Un ejemplo de Ayuso:

"Porque no son socios de Sánchez ni cómplices, eso era antes. Han subido de categoría. Hoy son loschulosdel presidente. Como dice el diccionario: 'Son rufians'. El presidente come de su mano. Vive de ellos. Vive para ellos. Él le pone la cama y los españoles pagan. Madrid tendrá problemas serios para pagar nóminas. Para pagar nóminas a los sanitarios, a los médicos... Iremos a la Audiencia Nacional, al Tribunal Constitucional, a la unidad de todas las comunidades autónomas. Donde tengamos que ir para decir, también desde la Comunidad de Madrid, que nos negamos a firmar esta sentencia de muerte contra España."

"Sentencia de muerte contra España", "Toda España financiará la soberanía catalana", "Se rompe la igualdad". Nada que nos venga de nuevo.

Pero hay más verdad en la decepción de la parte catalana (decepción que incluye a Esquerra y todo) que en el desgarro de vestiduras sobreinterpretado de la derecha española.

Precisamente por eso, la tibieza de un PSOE arrastrado al acuerdo es más triste. Si, pactes lo que pactes, el PP te dirá que te vendes España, sé ambicioso, gobierna, lidera y presenta un nuevo modelo, explica a todo el mundo lo que podría ganar.

Buenos días.

stats