La Vuelta a España

La leyenda del Cuitu Negru, el muro asturiano que hace temblar a los ciclistas

La Vuelta llega este domingo al puerto de montaña con "las rampas más duras de Europa occidental"

Robert Marcé
3 min
Darío Cataldo celebrando el triunfo de etapa en el Cuitu Negru en el 2012.

BarcelonaEl Cuitu Negru es un puerto de montaña salvaje. Situado en Asturias, con casi 19 kilómetros de subida, tiene unos últimos 3 kilómetros infernales con rampas entre un 16 y un 24% de inclinación. Una barbaridad. "Son las rampas más duras de Europa occidental", asegura el director general de la Vuelta, Javier Guillén. La etapa de este domingo puede convertir en migajas la actual clasificación general de la prueba. Los corredores saldrán desde la localidad de L'Infiestu, subirán 2 veces a la Colladiella, de primera categoría, en lo alto de Santo Emiliano, de tercera, y terminarán con el muro final de categoría especial para completar una jornada de 142 km de recorrido.

El Cuitu Negru debutó como coloso en el mundo del ciclismo profesional en la Vuelta del 2012 con el catalán Joaquim Purito Rodríguez como líder de la carrera. La etapa la ganó el ciclista italiano Dario Cataldo, quien explica al ARA que sabía que la parte final era complicada, pero "no tan y tan dura". La lucha por el triunfo final fue un duelo con Thomas De Gendt, un cazaetapas en la Volta a Catalunya. El belga, al igual que Cataldo, se retira del ciclismo profesional al término de la temporada actual. El italiano recuerda que se anticipó y fue muy arriesgado marcharse en solitario a la etapa del 2012 con final en el Cuitu Negru porque “De Gendt sabía claramente cómo era el recorrido y subió más en progresión y yo me encontré los últimos 200 metros con las piernas llenas de ácido láctico, cuya relación de platos-piñones no era la adecuada para un puerto como este y en el que casi tuve que poner un pie en el suelo en los últimos 150 metros”.

Para Cataldo fue uno de los momentos más duros de su carrera. El tramo final de subida situado en la cima más alta de la estación de esquí de Valgrande-Pajares es tan agónico que, cuando este ciclista recuerda los últimos metros, sostiene que en la última curva de izquierda “veía el cartel de 150 metros por al final y moví la cabeza para mirar hacia arriba y eso no fue suficiente". "Tuve que girar la cabeza y mirar más arriba para ver hasta dónde tenía que llegar. Cuando estás acostumbrado a unas pendientes y ves que este puerto está muy por encima, te das cuenta efectivamente de que no es normal”, añade.

"Los 500 metros finales son una brutalidad"

Tras la etapa disputada el sábado, con la victoria de Kaden Groves en Villablino, la clasificación general sigue encabezada por Ben O'Connor, el líder sorpresa de la Vuelta desde la sexta jornada que va perdiendo comida. Segunda posición para Primoz Roglic, a 01:21, y tercera para Enric Mas, a 03:01. Mikel Landa es quinto.

Cataldo cree que con la última subida del Cuitu Negru habrá cambios en los favoritos en la general, pero no muy exagerados, ya que “es un puerto al que todo el mundo tiene miedo y los ciclistas saben que no se pueden arriesgar demasiado en la parte anterior porque puedes quedarte estancado en rampas muy duras. Todo el mundo querrá llegar con el máximo de energía a esta parte de la etapa”. Ahora bien, también añade: "Si algún equipo se inventa una emboscada como hemos visto en otras etapas de montaña todo será más interesante".

Con la etapa en el Cuitu Negru quedará terminada la segunda de las 3 semanas de competición de una Vuelta a la que aún le quedan emociones fuertes por vivir, como el mítico final del martes en los lagos de Covadonga; en Moncalvillo, el viernes; en el Picón Blanco, el penúltimo día de competición, y en Madrid, en una contrarreloj el último día de la carrera (8 de septiembre). Antes, sin embargo, el Cuitu Negru: un puerto que hará mayor su leyenda en el mundo del ciclismo, donde las mariposas pueden pasar en medio de los radios de las ruedas de los ciclistas. “Desde los últimos 500 metros hasta los 100 finales es realmente una brutalidad. Para mí fue tan agónico que nunca acababa. Lo vi después en las imágenes de televisión”, añade Cataldo feliz por su triunfo en el 2012.

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