Salud

Otros 14 millones de muertos hasta el 2030: los recortes de Trump también acelerarán las crisis humanitarias

El desmantelamiento de la agencia estadounidense USAID aumenta el riesgo de pobreza, enfermedades y migraciones en todo el mundo

Donald Trump llegando ayer a la Trump Tower, en Manhattan.
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BarcelonaLas conclusiones del primer análisis científico del impacto que puede tener la congelación de prácticamente la totalidad de la ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos a países de rentas bajas y medias son alarmantes: de cara a 2030, se prevé que aumenten las defunciones causadas por la falta de acceso a diagnósticos y tratamientos de enfermedades como el sida, la malaria, la tuberculosis, y que crezcan los problemas relacionados con la desnutrición y el saneamiento urbano. En concreto, se calcula que se producirá un exceso de muertes de 14 millones de personas, incluyendo 4,5 millones de niños menores de cinco años, en los próximos cuatro años y medio debido al desmantelamiento de la ayuda exterior y de cooperación internacional acometida este año por la administración de Donald Trump.

La prestigiosa revista The Lancet ha publicado esta seria advertencia coincidiendo con la celebración de la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4), que tiene lugar esta semana en Sevilla. Los datos provienen de un estudio coordinado por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), junto con la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), el Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Bahia (ISC-UFBA) y el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), en Brasil.

El investigador Icrea en ISGlobal y coordinador del estudio, Davide Rasella, resume en conversación con el ARA el efecto devastador que puede tener la supresión indefinida de los fondos estadounidenses de cooperación internacional y humanitaria en los países con mayor vulnerabilidad socioeconómica: supondrá la destrucción de sistemas de salud enteros, más de epidemias y una aceleración de los flujos migratorios.

El análisis proyecta la falta de inversiones estadounidenses, que hasta ahora representaban a más del 40% de las ayudas humanitarias al mundo, en sectores clave como el fortalecimiento y el acceso a los sistemas de salud, el saneamiento urbano, la nutrición y la educación. Según el artículo, entre 2001 y 2021, la financiación que aportaba el ahora de facto desmantelada Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a programas de alcance internacional de hasta 130 países logró evitar hasta 91 millones de defunciones, 30 millones de ellas en menores.

Todo ello, añade el estudio, se asocia a una reducción del 15% en la mortalidad general y del 32% en la infantil, sobre todo en lo que se refiere al VIH/sida (-74%), la malaria (-53%) y las enfermedades tropicales desatendidas (-51%), aunque también respecto a la. En definitiva, según los investigadores, estos recursos han sido "una fuerza esencial para salvar vidas y mejorar la salud en algunas de las regiones más vulnerables del mundo en las últimas dos décadas".

Riesgo de un efecto dominó

"Vivimos un momento muy delicado internacionalmente, de mucha vulnerabilidad, y la actuación de Estados Unidos puede asentar un precedente peligroso", advierte Rasella. El investigador se refiere al efecto dominó que puede provocar el hecho de que Estados Unidos cierre el grifo a la cooperación internacional, para que otros donantes, incluida la Unión Europea, también reduzcan sus compromisos solidarios. "Aunque la aportación de los países europeos es muy inferior, este freno debilitaría aún más la prestación de servicios en países que ya dependen del apoyo externo", subraya Rasella, que añade que supondría una situación "dramática". Si Europa recorta aún más su presupuesto de ayuda, habría todavía "más muertes adicionales en los próximos años", alerta la coautora del estudio Caterina Monti.

Para elaborar el estudio, los investigadores combinaron, por un lado, una evaluación retrospectiva del impacto que tuvo la financiación del USAID en el período 2001-2021 en 133 países y, por otro, modelos de proyección de los efectos que la desaparición de estos fondos2 podrían tener entre2. en cuenta factores como la población, los ingresos, la educación y los sistemas de salud (incluyendo diferencias por edad y causas de muerte) y aplicó técnicas de microsimulación para calcular cuántas muertes adicionales podrían producirse si continuaban los actuales recortes.

Con la reducción del 83% de los programas del USAID, el informe señala que "existe el riesgo de frenar bruscamente, e incluso revertir, dos décadas de progreso en la salud en poblaciones vulnerables": "Para muchos países de rentas bajas y medias, el impacto sería comparable al de global". "Los ciudadanos estadounidenses contribuyen con unos 17 céntimos al día al USAID, aproximadamente 64 dólares al año. Creo que la mayoría apoyarían mantener esta financiación si supieran lo eficaz que puede ser una contribución tan pequeña para salvar millones de vidas," concluye James Macinko, profesor de la UCLA, que ha participado en el .

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