Descubierto un nuevo ecosistema habitado por gusanos gigantes en el Pacífico, a 2.500 metros de profundidad
Biólogas confirman que la vida es posible debajo de la corteza terrestre de los volcanes, uno de los lugares más extremos de la Tierra
BarcelonaLa dorsal del Pacífico Oriental, que se extiende a unos 3.200 km de la costa norteamericana, es una zona volcánica activa por las dos placas tectónicas que se encuentran en el fondo del océano Pacífico. Tiene varias fumarolas hidrotermales, que son aberturas en el fondo marino que se crean cuando el agua del mar y el magma bajo la corteza terrestre se encuentran. La ciencia había demostrado que algunos caracoles y mejillones podían vivir en torno a estas grietas, pero ahora, un equipo internacional de investigadoras ha identificado vida debajo de la corteza terrestre de los volcanes. Entre los habitantes de uno de los lugares más extremos del planeta hay bacterias y gusanos de medio metro de largo, llamados gusanos tubulares gigantes (Riftia pachyptila).
Así lo publican las investigadoras en un artículo en Nature Communications, en el que advierten que este hallazgo de hábitat complejo demuestra que es urgente que también se proteja el fondo submarino contra posibles cambios ambientales futuros.
Las biólogas marinas Monika Bright y Sabine Gollne navegaron por el Pacífico con el barco Falkor, del Instituto Oceánico Schmidt, que a bordo también lleva un submarino que se controla a distancia. Este robot submarino (llamado SuBastian) fue capaz de descender a más de 2.500 metros de profundidad y soportar, por un lado, los 400°C del agua que se expulsa a través de las grietas hidrotermales y, del otra, las corrientes gélidas del fondo marino. Y con él también se logró levantar una piedra de lava. Debajo, descubrieron que las cavidades estaban llenas de fluidos cálidos que contenían todo tipo de animales, incluidos gusanos tubulares gigantes de medio metro de largo.
La principal hipótesis del equipo es que estas larvas pueden sobrevivir en estos complejos hábitats (presión elevada y falta de luz, entre otros condicionantes) porque el agua es cálida, a unos 25°C. "Este descubrimiento de un nuevo ecosistema, oculto bajo otro, proporciona nuevas pruebas de que la vida existe en lugares increíbles", explican las investigadoras, que añaden que permite pensar que esto también pueda ocurrir en otros planetas donde las condiciones climáticas son distintas de la Tierra.
El descubrimiento fue una sorpresa: inicialmente querían estudiar si las larvas de estos gusanos que sobreviven sin oxígeno pueden viajar entre las grietas del subsuelo volcánico. Finalmente consiguieron demostrar que en este ambiente (considerado por muchos científicos como la cuna de la vida química) también podían sobrevivir individuos adultos de esta especie. "El descubrimiento de nuevas criaturas, paisajes y, ahora, un ecosistema completamente nuevo subraya cuánto nos queda por descubrir sobre nuestro océano, y lo importante que es proteger lo que todavía no sabemos o entendemos", subrayan las investigadoras.