Astronomía

Gran descubrimiento para entender las formaciones de las galaxias

Astrónomos identifican las eyecciones de materia más largas generadas por un agujero negro

Ilustración de lo que ocurre cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro.
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GinebraAstrónomos del Instituto Tecnológico de California (Caltech) han observado los jets más largos jamás grabados provenientes de un agujero negro. En concreto, estas eyecciones de materia a muy alta temperatura tienen una longitud de unos 23 millones de años luz, el equivalente a 140 veces el tamaño de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Suponen un nuevo récord porque el máximo detectado hasta ahora era de unos 16 millones de años luz.

Según los investigadores, el descubrimiento representa un gran avance en la comprensión de la influencia que tienen los agujeros negros en la formación de las galaxias, en particular durante las primeras etapas de formación del Universo. "Si les jets pueden alcanzar escalas tan grandes, entonces todo el Universo podría haberse visto afectado en algún momento por la influencia de un agujero negro", plantea Martijn Oei, investigador postdoctoral del Caltech y autor principal del estudio publicado este miércoles en la revista Nature.

Los astrónomos han bautizado esta megaestructura cósmica con el nombre de Porfirió (Porphyrion), en honor al gigante de la mitología griega que se sublevó contra los dioses, y fecha de cuando el Universo tenía unos 6.300 millones de años. Es decir, menos de la mitad de su actual edad. El hallazgo se añade a la larga lista de más de 10.000 jets que el propio equipo ha detectado provenientes de otros agujeros negros supermasivos presentes en el centro de muchas galaxias mediante el telescopio europeo Lofar (Low Frequency Array), situado en Países Bajos.

Los jets son eyecciones de materia a temperaturas muy altas en la dirección de los polos de los agujeros negros que transportan una cantidad de energía equivalente a mil millones de veces la energía emitida por el Sol. Los astrónomos piensan que estas eyecciones tienen una gran influencia en la formación de los filamentos galácticos, las estructuras de materia que unen y nutren estas agrupaciones, en particular en las épocas más tempranas del Universo, en las que se encontraban más juntas unas de las otros. "La existencia de los jets gigantes ya se conocía antes de nuestra campaña de observación", puntualiza Martin Hardcastle, coautor del estudio y profesor de astrofísica en la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra, "pero no teníamos ni idea de que acabaríamos encontrando tantos".

Otros 'jets' escondidos

Observaciones anteriores así como estudios teóricos habían fijado un límite en la longitud que podían alcanzar éstos jets. Debido a la dinámica compleja de los agujeros negros que los crean, los astrónomos pensaban que llegados una cierta longitud jets acabarían desestabilizándose y disipándose. "Este descubrimiento demuestra que sus efectos pueden extenderse más lejos de lo que habíamos pensado hasta ahora", explica George Djorgovski, coautor del estudio y profesor de astronomía en el Caltech. Sin embargo, el mecanismo concreto que les permite sobrevivir a la compleja dinámica galáctica todavía se desconoce.

El equipo de astrónomos del Caltech sigue buscando más jets que puedan aportar información sobre la influencia que tienen en su entorno, en particular sobre cómo se propaga el magnetismo generado por los mismos jets. "Quizá sólo estamos viendo la punta del iceberg", comenta Oei, quien añade "Sólo hemos cubierto el 15% del cielo y estamos convencidos de que hay muchos otros jets gigantescos escondidos".

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