Descubren que la patata es hija del tomate

BarcelonaLa patata es un alimento de primer orden por buena parte de la población mundial que los humanos llevan 10.000 años cultivando. Los primeros en hacerlo fueron los pueblos que vivían en áreas montañosas de los Andes, lo que ahora es Bolivia, Chile y Perú, que utilizaron el tubérculo para sortear el hambre y hacer crecer sus sociedades. Europa no llegó hasta la segunda mitad del siglo XVI de la mano de la colonización española y también se convirtió en un puntal de la pirámide alimentaria en el Viejo Continente. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha descubierto en un estudio que este tubérculo proviene de otro elemento vertebrador de nuestra gastronomía: el tomate.

Para hacer este descubrimiento los autores del estudio que publica este jueves la revista Cell se han remontado millones de años atrás a través del análisis genómico de unos sesenta especies de patatas. El antepasado de la patata que conocemos se originó hace unos 9 millones de años y es un híbrido de dos especias: el tomate y eletuberosum, una planta silvestre que se asemeja a la patata, pero que no hace tubérculos. Según proponen los autores, los ancestros de estas dos especies de Sudamérica aparecieron hace unos 14 millones de años de una misma planta, que creen que entonces divergieron en dos especies distintas con un pariente común.

Millones de años más tarde, coincidiendo con el rápido levantamiento de la cordillera de los Andes, volvieron a confluir para dar lugar al antepasado de la patata. Para llegar a esta conclusión, los autores del estudio han analizado 128 genomas de diferentes especies de patatas y en todas ellas han encontrado una mezcla de material genético estable y observable de las dos especies anteriores, lo que les hace concluir que es un híbrido. Creen que esta hibridación permitió al antepasado de la patata adquirir la capacidad de formar tubérculos, una "innovación clave" que le permitió reproducirse asexualmente y expandirse en un ecosistema de alta altitud.

La genética de los tubérculos

Los autores creen que la formación de los tubérculos se debe a una combinación genética concreta que permitió a la especie evolucionar de esta forma para conseguir esta ventaja evolutiva. Aun así, los investigadores admiten que hay que realizar más pruebas para resolver algunas de las incógnitas que todavía tienen pendientes, como por qué el antepasado de la patata recuperó la capacidad de reproducción sexual normal con el paso de los años. También remarcan la importancia de investigar los múltiples efectos de los genes relacionados con los tubérculos e identificar a aquellos que fueron clave en su formación.