Tres proyectos de ciencia ciudadana catalanes, premiados por la Unión Europea
Dos investigan sobre la salud mental y el tercero se centra en la contaminación odorífica
Disponer de una buena red de apoyo, como familia y amigos, contribuye a prevenir los problemas de salud mental y también, cuando se tienen, es fundamental para recuperarse por completo. Es por eso que, de forma innovadora, el proyecto de ciencia ciudadana CoActuamos por la salud mental, impulsado por el grupo de investigación OpenSystems de la Universidad de Barcelona (UB) y la Federación de Salud Mental de Cataluña, explora precisamente esta red de apoyo social poniendo en el centro a las personas que sufren algún problema y sus familias, que se convierten en coinvestigadores.
Una de las arterias del proyecto ha sido la creación en la aplicación de mensajería instantánea Telegram de un bote que comparte cientos de microrrelatos escritos por pacientes y familiares. Se trata del primer salto de conversación de ciencia ciudadana que existe y es, además, una herramienta de investigación muy potente al servicio de la salud mental comunitaria.
El bot comparte relatos, que son experiencias reales, narradas en primera persona, sobre interacciones sociales con la familia más cercana, los amigos, los compañeros de trabajo y los vecinos, con el objetivo, por un lado, de ayudar a quien pueda estar atravesando situaciones similares y, por otra, obtener datos de investigación que permitan identificar los elementos clave en estas redes de apoyo social en salud mental, así como detectar los contextos en los que hay falta de apoyo.
Está disponible en cuatro idiomas (catalán, castellano, inglés y alemán), ya dispone de un millar de suscriptores y acaba de recibir el Premio de Ciencia Ciudadana 2024 de la Unión Europea en la modalidad de comunidades digitales, dotado con 20.000 euros. Aunque se anunció en junio es ahora, en el contexto del festival Ars Electronica celebrado en Linz (Austria), cuando se ha entregado el galardón.
“La salud mental no afecta sólo a nivel individual, sino también a nivel social y colectivo, y galardones como éste contribuyen a establecer este mensaje”, valora Josep Perelló, catedrático de la UB al frente del grupo OpenSystems.
Estos premios nacieron en 2023 y en esta segunda edición han participado cerca de 300 proyectos: se han premiado tres y se han otorgado 27 menciones honorarias. Los galardones tienen como objetivo reconocer las iniciativas de ciencia ciudadana que ayuden a potenciar una sociedad pluralista, inclusiva y más sostenible en Europa con la participación de la población.
La salud mental de las madres
En menciones, otros dos proyectos de ciencia ciudadana catalanes han sido seleccionados. El primero, Obstetric Coevolution, impulsado por la física y experta en cultura científica Irene Lapuente, al frente de La Mandarina de Newton, que investiga también sobre la salud mental centrada en las mujeres cuando son madres.
El detonante es una mala experiencia personal de Lapuente durante el parto de su hija, en la que sufrió violencia obstétrica. Aquella experiencia “traumática” la empujó a investigar si lo que había experimentado era un caso aislado o se trataba de algo más generalizado.
“Me di cuenta de que muchas mujeres pasan por experiencias traumáticas, que están meses mal después de parir, que no pueden hacer las cosas con normalidad, que tienen problemas para vincularse al bebé. La depresión es sólo la punta del iceberg, hay muchas que sufren estrés postraumático”, comenta: “Vi claro que había una necesidad de mejorar y reflexionar sobre cómo se estaba haciendo nacer”.
En este sentido, Lapuente ha puesto en marcha el proyecto Obstetric Coevolution, yimpulsado con financiación del programa europeo IMPETUS, que ha implicado a lo largo de 2024 tanto madres como profesionales de la salud que han trabajado en sesiones de cocreación para identificar las áreas clave para mejorar los cuidados obstétricos. Han encontrado cinco: desde la excesiva medicalización hasta la falta de comunicación entre profesionales y mujeres, o la soledad en el posparto.
Ahora Lapuente se plantea continuar el proyecto trabajando la educación sexual y reproductiva en las aulas. Por eso organizarán un EduHackathon online internacional para que sea el propio profesorado y profesionales de la sexología y la reproducción quienes diseñen los recursos educativos en el aula. "La idea es que esto ha sido como un punto de partida para hacer crecer lo que pensamos que sería lo más interesante: investigar o reflexionar sobre temas de salud y mujer".
Por último, la otra mención es para el proyecto D-NOSES, encabezado por los barceloneses Science for Change, que gira en torno a la contaminación odorífica. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de polución tiene un impacto sobre la salud. Sin embargo, es difícil de evaluar y no existen regulaciones, lo que se traduce en pocos datos y una falta de protección de la ciudadanía. D-NOSES implica a la ciudadanía para que haga una monitorización de los olores. Han recogido, por el momento, cerca de 14.000 observaciones y han participado más de 2.600 ciudadanos de cinco continentes. El objetivo final es proporcionar datos para que se puedan adoptar políticas públicas a distintos niveles.