Los bocadillos de nuestra vida: de tortilla de patatas, de carne rebozada, de látigo y bikinis
Son la solución para ir a la playa oa la montaña, para viajar y para encapsular nuestras comidas cotidianas
Forman parte de nuestra rutina, nos acompañan desde el desayuno, y en verano pueden ser la mejor solución para ir a la playa oa la montaña, y también para viajar. Tampoco hay que irse lejos de casa para recurrir al bocadillo: puede ser el que encapsula una de nuestras comidas cotidianas. De hecho, nutricionalmente son un universo completo porque contienen hidratos de carbono (el pan), la proteína animal o vegetal (el relleno) y las grasas insaturadas (el aceite de oliva). Además, los bocadillos aumentan de categoría cuando mojamos el pan bien mojado con un tomate. Por un lado, los hidratos de carbono absorben de maravilla la vitamina C del tomate y, por otro, el pan queda más amorosito y esponjoso. Por si no hubiera argumentos suficientes para defender nuestro pan con tomate, decimos uno más: la vitamina C ayuda al organismo a realizar funciones tan básicas como razonar y sentir. Así que si siempre creímos que un buen pan con tomate nos hace sentir bien, podemos pensar más que nunca que es así.
Para continuar, los bocadillos deben concebirse como plato único si las proporciones de cada uno de los ingredientes es equilibrado, como afirma el cocinero Salvador Brugués. No para comer un bocadillo se debe hacer una comida basura, ni tampoco sobrecomer pan ni ingredientes poco saludables como salsas procesadas e industriales. En lugar de ketchup, utilice zumos de platos cocinados otros días (como el zumo de un asado), o bien una salsa romesco.
Os proponemos ideas para realizar los mejores bocadillos.
... como los de la Bikinería
El bikini clásico tiene dos ingredientes principales, el jamón dulce y un queso que se derrita bien con el calor, como el cheddar. El pan, de molde o tramezzino, que es lo que elige el cocinero Joan Gurguí porque está hecho con aceite de oliva y levadura natural. Para atar los dos ingredientes con el pan, da bien la mantequilla como el aceite de oliva, según los gustos de cada uno. La clave del buen bikini, el invento que nació en la discoteca homónima situada en la calle Dios y Mata de Barcelona, es la plancha, porque el pan debe adquirir un tono dorado pero en ningún caso debe tostarse; es decir, el pan no debe formar una capa negra en el exterior. Por su parte, el bikini balear se prepara con sobrasada, queso de Maó, miel de romero, piñones y hierbas aromáticas, al gusto de cada uno. Y, para terminar, una vez lo tenga planchado, puede cortar el bikini en dos triángulos y servirlos uno encima del otro, que la comida también entra por los ojos.
Mordeduras de altos vuelos
La tortilla de patatas es el salvavidas de las comidas cotidianas. También podría ser el termómetro que mide la calidad de la mano que la realiza. Todo el mundo tiene en su memoria, con efecto magdalena de Proust, cuál es la mejor tortilla de patatas que ha comido, y por eso sabe cómo le gusta. Si a la mejor tortilla de patatas le añadimos dos rebanadas de pan bueno, bien mojado con tomate y con aceite de oliva virgen extra, el resultado es un plato con el que nos podemos trasladar a donde queramos. Sin embargo, hay alguna reticencia con el bocadillo de tortilla de patatas, que es el mordisco. Si la tortilla de patatas es ancha, el mordisco deberá ser grande, y habrá que vigilar que el resto de la tortilla no caiga por los lados ni por el final del bocadillo. Pero, por lo demás, la combinación es de las buenas.
Y con una vieja chiruca
¡Qué sería una buena excursión a alguna de nuestras mejores montañas sin llevar en la mochila un bocadillo de carne rebozada! Seguro que no hay ningún centro excursionista que no haya recomendado este manjar para conseguir hacer la cima. Por un lado, la carne enlucida se mantiene bien al cabo de las horas, y por otro, comida con el pan supone una fuente de energía de las buenas. Si, además, ponemos vegetales en medio, como unas hojas de lechuga o unos cortes de zanahoria o de pepino tendremos el aporte completo de nutrientes que debe tener una comida, sobre todo si el aporte verde equilibra la proporción de los demás dos ingredientes. Vieja chiruca, cuántas horas pasadas, cuánta alegría haces revivir en mi corazón, cuántas canciones fueron cantadas a tu paso... ¡y cuántos bocadillos de carne rebozada!
Con encurtidos y látigo
Entre todas las variedades de pan que podemos encontrar en el horno, una buena opción para los bocadillos es el pan de torta. Es ancho y permite tostarlo justo en el momento que se quiera rellenar para que sea crujiente a cada mordedura. Para rellenarlo, una de las propuestas es mezclar ingredientes encurtidos como alcaparras, piparra (guindilla de Ibarra), aceitunas y pepinillos con un látigo o salchichón cortados en láminas delgadas. La receta, tal y como la describimos, es una invención dea familia dedicada al ibérico Joselito, que le ha convertido en uno de los bocadillos estrella de la marca afincada en Guijuelo (Salamanca).
Y con bonito
Es una idea del cocinero Salvador Brugués, que propone hacer el bocadillo a partir de una barra entera de pan de torta, que iremos cortando después en trocitos pequeños una vez la tengamos rellena con todos los ingredientes. Para hacer el bocadillo, son necesarios pimientos del piquillo escalivados (de bote o lata), cebolla envinagrada, que se puede sustituir por guindillas de Ibarra o alcaparras según el gusto, bonito en conserva y pimienta negra. Los dos últimos ingredientes: el aceite de oliva y una mayonesa para darle untuosidad. El cocinero sostiene que el bocadillo es aún mejor si se le da un toque caliente, que se puede conseguir poniéndolo unos minutos en el horno o planchándolo. ¡El mejor bocadillo de bonito ya estará listo para comer!
Con ingredientes de km0
Las burgueros son los bocadillos nacidos en Estados Unidos de América que llegaron a nuestro país y se implantaron con fuerza. Ahora bien, la adaptación todavía les hace mucho mejores, porque podemos hacerlos de kilómetro cero si partimos de un buen pan, de una buena hamburguesa –de carne o vegetal–, de queso de proximidad y de vinagretas hechas por nosotros en vez de salsas industriales. Incluso podemos preparar nosotros mismos la hamburguesa vegetal, haciéndola de garbanzos cocidos, tal y como explica la cocinera Teresa Carles en esta receta.