El calor del verano se pasa con burbujas
El consumo de espumosos tiene un repunte en los meses de calor y también en los últimos meses del año, y hay cocineros como Nandu Jubany que hacen sangrías de autor
Si el agua es la bebida que hace pasar la sed, y lo dice la ciencia, los elaboradores de espumosos añaden que las burbujas también ayudan a ello. hitos para los espumosos.
Así pues, las burbujas siguen teniendo en nuestro país un consumo estacional, verano y Navidad. En el resto del año, sobre todo en los meses gélidos de enero y febrero, la alegría por sentir el pum por la apertura del tapón de corcho del espumoso, y por beberlo, merma. "En gamas altas no podemos realizar esta distinción de consumo entre meses del año, porque se venden todo el año de forma estable", afirma Ton Mata, elaborador de la bodega Recaredo. Por su parte, Toni de la Rosa, de la bodega Torelló, asegura que "el 50% de las ventas de burbujas se centran en el último trimestre". Este hecho no quiere decir que los meses de invierno en los que Catalunya parece que no tenga nada que celebrar con espumosos, sean malos para las bodegas, porque tienen otra salida, que son las exportaciones.
En las noches de verano de junio y julio, las bodegas agrupadas bajo la marca Corpinnat han celebrado por quinto año consecutivo el Festival Corpinnat, que consiste en cenas al aire libre en las mismas bodegas con cocineros de renombre. videoreunión de poder hacer aquel verano una cena en la bodega Recaredo para animar el consumo de espumoso y la comida elaborada por restaurantes. Unión Europea Corpinnado Hoy, cinco años después, las cenas llenan las plazas con semanas de antelación y se puede afirmar que las buenas temperaturas de las noches de verano animan el consumo de burbujas. rellenarlas o por muestra otra referencia Mientras tanto, los cocineros, que trasladan por un día su cocina a los espacios de la bodega, van trayendo a la mesa sus platos. abajo. Son noches en las que trabaja todo el mundo. con la cocina de Marc Ribas, Ester Cardús, sexta generación de elaboradores Llopart, afirmaba que el consumo de las burbujas apuntaba a una desestacionalización, es decir, a un consumo fuera de unas fechas concretas. "Antiguamente era Navidad, pero las altas temperaturas y sobre todo la búsqueda del público de bebidas frescas ha hecho que las burbujas se beban ya todo el año", decía. Es una teoría que corroboran otros elaboradores, que enlazan el consumo de burbujas con la preferencia también por el vino blanco en vez del tinto.
Los movimientos de péndulo de las modas
La frescura, pues, de los vinos blancos y de los espumosos es lo que busca el consumidor, que piensa que los vinos tintos con mucha crianza son difíciles de tragar. Sin embargo, esta teoría podría hacer pensar que, por el contrario, los vinos blancos y los espumosos son jóvenes y de poca complejidad. "No es así porque los espumosos de larga crianza son muy frescos", dice Cardús, de la bodega Llopart, lo que también ocurre con los vinos blancos.
En este punto, el elaborador danés Peter Sisseck afirma que la moda actual de beber vinos y espumosos frescos es justamente eso, una moda. "En el mundo del vino siempre hay movimientos de péndulo que van de un lado a otro; así que habrá un momento en que el péndulo volverá a moverse y volverá hacia los vinos tintos", afirma el viticultor de agricultura biodinámica, que hace vinos en la Ribera del Duero y en Burdeos. Lo mismo ocurre con los vinos sin alcohol, que también lo interpreta como una moda, que va a pasar, pero este tema son higos de otro costal, y hoy somos verano y estamos hablando de burbujas.
Para entender la pasión del verano por las burbujas, hay otro factor que podría explicar aportar luz: el consumo a copas. Cada vez más, bares y restaurantes ofrecen los espumosos a copas. espumosos con graduación baja. "En Llopart hacemos el vino brante, con burbujas, y una graduación de 10°, es un vino perlado, de xarel·lo rojo, con el que pensamos que podemos seducir a la juventud", afirma Ester Cardús. el cocinero Nandu Jubany sirve en los restaurantes Can Carlitos o Es Còdol Foradat sangrías de autor, las llama así, espumosas. Las sangrías, las asociamos a bebidas de turistas con poco criterio, y nosotros las hemos ido rechazando y quizás incluso olvidando. como la presentas en la carta, porque sus sangrías con espumosos son de autor. Y buenas.
Por último, pese a estos repuntes del consumo de los espumosos en verano, según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), el consumo de alcohol decreció durante el 2024, como también ocurrió en los dos años anteriores. Hay muchas teorías que los especialistas dan por entender el fenómeno, y entre otras hay una generación que busca una vida saludable, con un bajo consumo de alcohol. De ahí que muchas bodegas hayan emprendido el camino de elaborar otras bebidas con poca graduación, como el té kombutxa (la bodega Alta Alella, de la DO Cava, y también Vall Llach, de la DOQ Priorat), cervezas (también es el caso de la bodega Alta Alella) y otras bebidas, como el vino brante de la bodega Llopart. Son tiempos nuevos para el mundo de las burbujas, que en los próximos años van a vivir más cambios.
Sangría de cava (para 6 personas)
- 1 botella de espumoso brut nature
- 1 limón cortado en rodajas finas
- 1 melocotón maduro, cortado en dados 50 ml de licor suave (como licor de melocotón)
- 2 cucharadas de azúcar de caña (opcional; no es necesario ponerlas)
- Hojas de menta
- Cubitos
Coloque los ingredientes en este orden, mézclelos con una cuchara alargada, y sírvalo en copas.