Añadas

"Descarto hacer vinos en el Priorat porque en buena parte tiene suelo de pizarra, y no es mi especialidad"

El enólogo danés Peter Sisseck asegura que después de la moda de los vinos blancos y sin alcohol, volverá de nuevo la de los tintos

El enólogo danés Peter Sisseck empezó a elaborar su primer Pingus (el nombre con el que es conocido él mismo) en 1995
23/06/2025
4 min

BarcelonaEl prestigioso enólogo danés Peter Sisseck, conocido por sus vinos Pingus y Flor de Pingus (DO Ribera del Duero), con precios de más de mil euros, descarta "hacer vinos en el Priorat porque la denominación de origen catalana tiene buena parte de la tierra de pizarra", teniendo en cuenta que él está especializado en tierra calcárea y, sabe que la DO Montsant sí tiene tierra caliza, también la descarta.

Además de la DO Ribera del Duero, Sisseck hace vinos en Jerez y en Burdeos, y con estas tres denominaciones de origen asegura que ya le basta. El enólogo ha visitado Barcelona, ​​invitado por la tienda y distribuidora Vila Viniteca, para la Cata Avanzada, es decir, para dejar degustar los vinos recién elaborados –de la vendimia del 2024– que no pondrá a la venta hasta 2027. El acto ha tenido lugar en la Lonja de Barcelona y también DOQ Priorat) y Álvaro Palacios (DOQ Priorat).

El enólogo Peter Sisseck durante la Cata Avanzada en la Lonja de Barcelona organizada por Vila Viniteca

Sisseck, como elaborador de vinos de Burdeos, asegura que no quiere que en España ocurra lo mismo que está viviendo en la ciudad francesa. El caso es que en Burdeos, desde los años 80, se inició una dinámica de venta de vinos que tiene como protagonista a una figura profesional que se sitúa entre el viticultor, el enólogo y el mercado. Se trata de los négociantes, como les llama Sisseck, los comerciantes de vinos que compran los vinos recién hechos –también pueden darles crianza, es decir, envejecerlos en botas–, y después los ponen a la venta. négociants ganadero. "Para los viticultores y algunos productores era una buena idea porque así se olvidaban de las ventas, porque ya habían cobrado, y entonces la preocupación era la siguiente vendimia", relata Sisseck. Era un sistema que funcionaba si todos los eslabones de la cadena se podían ganar bien la vida, pero hace tres añadas que ya no es así, hasta el punto de que "este 2024 se venderán Burdeos míticos a los precios más baratos de la historia, muy por debajo de lo que cuestan algunos vinos de España", afirma Sisseck.

Los motivos de la gran crisis de Burdeos

Es así por varios motivos. Para empezar, porque las bodegas empezaron a aplicar una política agresiva de precios. "Les empezaron a vender más caros y dieron poco dinero a los négociantesY también por las coyunturas mundiales: los dos grandes mercados mundiales de exportación, China y Estados Unidos, han dejado de comprar las cantidades de vinos que compraban hace años. De hecho, China actualmente ya elabora vino, y se ha convertido en el quinto productor mundial, así que ya no necesita comprar tanto como antiguamente. EEUU viven inmersos en la política arancelaria, con una tregua en el tanto por ciento que termina el 15 de julio, cuando la Unión Europea y el país norteamericano deben haberse puesto de acuerdo para que no entre en vigor la amenaza inicial del 200%. Y todavía hay otros muchos motivos, como la disminución de la venta de bebidas alcohólicas en general, que también ha afectado al vino. Y otro motivo, que no apunta a Sisseck pero sí diarios franceses, que explican que los productores actuales quieren vender sus vinos sin pasar por los négociantes, es decir, sin intermediarios, porque consideran que así el sistema es más transparente. Es más, también evitan que los grandes vinos los vendan sólo négociantes.

Las consecuencias de todo es que las bodegas de Burdeos este año tienen grandes stocks de vinos que no han vendido. Y de ahí que se esté vendiendo a precios que nunca se habían imaginado. "En España esto no ocurre, pero pienso que está bien saberlo, que se conozca lo que se cuece en otras regiones vitivinícolas cercanas, porque es una manera de prevenir", afirma el enólogo danés, que añade que esta crisis a él no le ha afectado porque no ha querido jugar nunca al yo-yo de los precios, a subirlos y bajarlos. que se venden a los precios más bajos de la historia. Se trata del Château Lafite Rothschild, Château Margaux, Château Haut-Brion y Château Cheval Blanc.

Para continuar, el enólogo aborda la tendencia mundial de consumo de los vinos blancos y también de los sin alcohol "Son movimientos de péndulo, que en unos años pasará y volveremos a los vinos tintos, pero a unos vinos tintos afrutados, que no sean tan potentes como los de antes", afirma.

Mientras lo dice, la periodista que escribe debe interrumpir unas cuantas veces la grabación y la conversación, porque la gente que pasa por su lado y le reconoce, le pide hacerse una foto con él. "Siento el cariño de la gente porque me dicen que les gustan mis vinos", comenta. Justamente ese amor que la gente le transmite es lo que le lleva a decir que "ha conseguido todos los sueños que tenía". Por eso quiere continuar como ahora, con una bodega de agricultura biodinámica integrada en la naturaleza, haciendo los vinos que le gustan y siguiendo siendo una buena cabeza para los trabajadores. "Empecé en 1990 en una bodega muy pequeña como trabajador, y hasta 1995 no hice mis vinos; el primero, Pingus, después Flor de Pingus y después PSI". La curiosidad de los nombres es que Pingus es el nombre con el que Peter se conoce familiarmente. De hecho, "primero me llamaban Pin a la familia, pero cuando fui a trabajar a Francia con un tío que también se llamaba Peter, entonces éramos dos Pins, y yo empecé a ser el Pingus". El nombre de PSI hace referencia a la letra PS en griego, y tiene precios que oscilan entre los 30 y los 40 euros, lejos de las cuatro cifras de Pingus, elaborado con la variedad de uva tempranillo de viñedos viejos.

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