Burbujas

¿Bebes cava, Corpinnat o Clàssic Penedès? El lío de los nombres

En el Penedès conviven tres marcas para referirse a la bebida con burbujas, hay bodegas que no se casan con ninguna o que incluso proponen una nueva

Una bodega de espumosos
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San Sadurní de AnoiaQuien pasea por San Sadurní de Anoia se da cuenta pronto de que la población tiene una devoción febril. No hay calle, sobre todo del centro, que no contenga una fachada con un letrero, grande, siempre grande y bien visible, que diga el nombre de una bodega. Tienen un nombre, y lo sabe todo el mundo, pero otra historia es saber si hacen cava (doscientas bodegas elaboradoras), Corpinnat (trece en el Penedès), Clàssic Penedès (18 bodegas en la DO Penedès) o ninguno de estos nombres porque consideran que no existe ninguna marca que los represente. También hay una cuarta opción, podría ser que quieran un nombre nuevo, una nueva denominación de origen, DO Conca del Río Anoia, impulsada por el viticultor Pepe Raventós, director general de Raventós y Blanc. Actualmente, la efervescencia del Penedès es tal, que en poco tiempo todo podría cambiar.

Puede que una de las marcas que ya existen, Corpinnat, creciera con la incorporación de las bodegas que elaboran bajo la marca Clàssic Penedès, que confirma que hay sólo dos únicos arrecifes que los separan. Por su parte, Corpinnat reconoce que su sueño es que haya unión para consolidar el proyecto que tiene como referente la calidad del champán. Y esto significa largas crianzas, de más de dieciocho meses, uvas cosechadas a mano y vino base elaboradas por la misma bodega y no compradas. De momento, a pocos días para que comience el salón de vinos Barcelona Wine Week en Fira Barcelona, ha habido un nuevo movimiento: la bodega Viader ha confirmado que sale de la DO Cava para no ponerse bajo ningún otro paraguas. En los próximos días, o meses, puede haber más cambios.

El Penedès, territori de bombolles

Vilafranca

del Penedès

Vilanova

i la Geltrú

Tarragona

Clàssic Penedès

10 km

Corpinnat

La finca Can Rossell de la Llena, donde elabora espumoso (sin marca alguna) Eduard Viader.

En Gelida, en la bodega Viader, Eduard Viader confirma que salió de la DO Cava el pasado 19 de diciembre, y además cambió su nombre, pasó de llamarse Muscandia en Viader. "Nos hemos ido porque la forma en que elaboramos el espumoso no se explica dentro de la marca Cava; nosotros hacemos vinificación integral, que quiere decir que cosechamos uvas a mano, hacemos el vino base en la bodega, no compramos fuera , y después hacemos la segunda fermentación", explica Viader, que cree que la forma de valorar el Penedès no pasa por estar dentro de la marca Cava. "Nosotros buscamos favorecer y prestigiar el territorio, y no podíamos ir con una marca que dedica el 30% de su producción a marcas blancas, y sobre todo porque bajo el concepto de Condados de Barcelona, el nombre de las etiquetas que indican el territorio catalán, no se revaloriza el Penedès", afirma el viticultor.

Fachada de la bodega Recaredo, en la calle Tamarit de Sant Sadurní d'Anoia.

El caso del Viader, con 20.000 botellas, "es una gota en un océano", como remarca él mismo. La DO Cava elaboraba 250 millones de botellas en 2023, cifra que podría haber bajado en 2024 por la sequía y también por la decisión de la bodega Freixenet, uno de los elaboradores grandes en volumen de botellas de cava, de elaborar sin etiqueta DO Cava porque, por la sequía, recurrió a la compra de uva fuera de la DO Cava para vender, con nombre de espumoso, en el norte de Europa. Sin embargo, la cifra, 250 millones de cavas, tampoco habrá sido muy inferior en el 2024; se sabrá con exactitud hacia marzo de este año, confirma el director de la DO Cava, Javier Pagés, quien apunta que probablemente la cifra será de 215 millones.

En Sant Pau d'Ordal, Josep Maria Albet i Noya, de la bodega Albet y Noya, explica que la marca con la que elaboran espumosos, Clàssic Penedès, desde 2013 engloba las bodegas de la DO Penedès. Se trata de dieciocho bodegas en total, entre ellas Albet y Noya, AT Roca, Aymar, Bonans, Can Morral del Molino, Bodega Grapissó, Puig Romeu, Colet, Finca Font de Jui, Finca Viladellops, Loxarel, Mas Bertran, Mas Comtal, Mas dels Clavers, Miquel Jané, Mont Picolis, Plana del Jan y Torre del Veguer. "Y lo cierto es que hemos intentado juntarnos en distintos momentos con Corpinnat, pero no nos hemos entendido", dice. Actualmente, según Albet y Noya, hay dos escollos que han detenido las conversaciones que han mantenido en diferentes momentos de sus trayectorias. "Corpinnat tiene en sus bases que las uvas deben cosecharse a mano, pero nosotros creemos que cosecharlas a máquina es irreversible; reconocemos que cosecharlas a mano es mejor, pero con las dificultades de encontrar vendimiadores, la máquina es la solución; de hecho, se puede cosechar las uvas con máquina sin perder calidad”. Para continuar, el segundo escollo que ha detenido los elaboradores de Clàssic Penedès a la hora de entrar en Corpinnat es que no podrían experimentar con otras variedades. En estos momentos, Albet y Noya ha conseguido que la variedad de uva blanca Marina Rion sea reconocida por el ministerio de Agricultura. "Dentro de unos años, después de las pruebas que debemos hacer, estamos esperanzados de que entre en el Clàssic Penedès". Y es que la Marina Rion es una variedad recuperada resistente a la sequía. "Estamos muy abocados a la experimentación, tenemos hasta nueve variedades inscritas, que tardarán cinco años en autorizarlas, pero creemos que es el camino para encarar la elaboración de espumosos". Corpinnat no las autoriza, tampoco Clàssic Penedès, y entonces Albet y Noya podría sacar al mercado los espumosos con variedades ancestrales sin marca alguna.

Fachada de la sede de Corpinnat, en la plaza Manuel Raventós de San Sadurní de Anoia. Y, al fondo, Freixenet.

En Sant Sadurní d'Anoia, el presidente de Corpinnat, Ton Mata, confirma que la marca no permite estas variedades, pero lo que sobre todo tampoco permite es que la bodega elaboradora con una razón social en el Penedès saque otro espumoso que no sea el que elabora con la misma marca. Para continuar, Corpinnat tampoco acepta que se compre vino para elaborar los espumosos, lo que sí puede hacerse en Clàssic Penedès. "Pero si los dos arrecifes que ven para entrar con nuestra marca son las variedades ancestrales y la forma de vendimiar significa que ellos estarían dispuestos a renunciar a comprar vino", afirma Ton Mata, quien reconoce que la situación actual, con tres marcas por referirse a las burbujas "no es deseable". De todos modos, señala, hace más de un año que realizaron los encuentros oficiales entre Corpinnat y Clàssic Penedès y, teniendo en cuenta los puntos con los que no se pusieron de acuerdo, decidieron darse tiempo unos a otros . "Veo muchas posibilidades; pienso que es posible", dice.

De entre las dificultades señaladas, no considera que la de las variedades lo sea realmente, aunque sea necesario probarlas, estudiarlas. Pero sí confiesa que hay un gran arrecife para el acuerdo con la cosecha de la uva. "Hacerlo a mano o a máquina es muy diferente, y de acuerdo en que es difícil encontrar mano de obra, pero es que los propios trabajadores de la bodega, cuando toca la vendimia, deben hacer vendimia. Además, habrá que contratarlo ne porque la misma mano de obra permanente de la bodega no será suficiente, porque el tiempo de vendimia es muy intenso, pero la máquina no puede sustituir la calidad del resultado de cosechar a mano”. Es la opinión de Corpinnat, que engloba trece bodegas, entre las que se encuentran Gramona, Llopart, Navidad, Recaredo, Sabaté y Coca, Torelló, Can Feixes, Julia Bernet, Mas Candí, Can Descregut, Pardas, Sopletes y Cisteller, la última incorporación.

Viñedos de la bodega Recaredo, tal y como se encuentran en pleno invierno.

En la DO Cava, el director, Javier Pagés, opina que "es muy difícil que en el territorio se pueda crear otra denominación de origen para los espumosos, porque, entre otras dificultades, también debe aprobarse en Bruselas ·las”. Para continuar, el hecho de que la nueva DO se quisiera llamar Cuenca del Río Anoia "es imposible, porque la ley no permite que las DO tengan nombres ni de municipios ni de partes geográficas". Sobre los espumosos elaborados bajo la marca Clásico Penedès, Javier Pagés opina que tarde o temprano, "tendrán que hacer una mudanza; o venir a la DO Cava o Corpinnat". Por supuesto, al director de la DO Cava le gustaría que los espumosos de Clàssic Penedès acudieran a la DO Cava, "porque somos mayoritarios en el territorio". Y sobre este hecho insiste Pagés, porque ser mayoritario y tener cifras tan altas de producción (en el 2024, seguramente 215 millones) no quiere decir que no haya prestigio ni calidad. De hecho, "en la Champaña, que es la región en la que nos reflejamos, también hace mucho volumen". Además, "el cava es sinónimo de prestigio, y lo demuestra que trabajamos con los principales mercados, como Estados Unidos, Japón, Inglaterra y muchos otros".

Javier Pagés también dos otros hechos, controvertidos para la DO Cava. Para empezar, la política de precios bajos de algunas bodegas. "Somos conscientes de ello, y sabemos que no es la forma en que los agricultores se pueden ganar la vida". Y otro, capital, sobre el nombre de la DO Cava en el Penedès. "El hecho de que la región de Requena se haya convertido en la primera que puede poner en sus cavas el nombre de Requena, podría hacer que nosotros pudiéramos decir Cava Penedès", dice Pagés, que añade que no puede asegurar que lo harán pero sí "es una posibilidad cercana".

Y justo con esa posibilidad en Corpinnat, Ton Mata subraya que hace treinta años que las bodegas adheridas a la marca Corpinnat pedían a la DO Cava que las etiquetas dijeran Cava Penedès. "Es que antes no se podía hacer", dice Pagés, "pero es cierto que el ochenta o el noventa por ciento del cava catalán está hecho en el Penedès, por lo que ahora pensamos que sí es un buen cambio". De hecho, Pagés aclara que Corpinnat "es una marca colectiva, pero no es una denominación de origen, que exige una normativa y unas reglas que deben cumplir las bodegas; además, Corpinnat tampoco puede ir ligado a un territorio porque sólo pueden hacerlo las DO".

Por último, en Sant Sadurní, mientras se pasea por las calles, se observa otra marca, Simon Coll. Es de chocolates, y el olor a la elaboración, sobre todo cuando la torren, se esparce por las calles por donde se encuentra el obrador. La marca la inauguró en 1840 Simon Mestres, y lo hizo justamente para no dedicarse a hacer cavas. "No se podía dedicar porque era el segundo hijo de una familia, los Maestros, en los que el primero se quedaba con la bodega, y así fue como el hermano mayor se dedicó a cavas Mestres y el segundo pensó en hacer chocolate", concluye Maria Coll, directora y propietaria de chocolates Simon Coll, que explica el porqué de Cuello y no Maestros en la marca: uno de los herederos del obrador, Miquel Mestres, no tuvo hijos, y se ahijó un sobrino, de apellido Coll. De ahí que actualmente el nombre insignia sea el primer referente de la familia, de nombre Simon, y después Cuello. La marca también engloba los chocolates Amatller, y todo ello es el punto dulce de una población febril, donde conviven, divididas por el momento, tres marcas de cava.

Las dos grandes catas de la Barcelona Wine Week: Corpinnado y cava

  • El lunes 3 de febrero, de 12 a 13 h, en la Barcelona Wine Week (en Fira Barcelona) se podrán probar nueve referencias diferentes de Corpinnat con más de cien meses de crianza. Un reto, la crianza, que crea mucha expectativa para comprobar su resultado. La cata se hará en el Hall 8 Salón Príncipe, y estará dirigida por los viticultores Ton Mata y Xavier Nadal.
  • El mismo día, a las 17 h, la DO Cava organiza (en el espacio Speakers Corners) la cata El maravilloso mundo de la larga crianza en el Cava, cómo influye el postdegüelle, en el que se probarán cavas con muchos meses de crianza.
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